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Antecedentes

Introducción
Descripción del país
Problemas a solucionarse

Introducción

El 4 de mayo de 1989, el Gobierno del Uruguay y el Banco Interamericano de Desarrollo firmaron un acuerdo de cooperación técnica para financiar la elaboración de un estudio a nivel nacional y para ayudar a incorporar la dimensión ambiental en el proceso de desarrollo del Uruguay.

Al mismo tiempo, el Gobierno del Uruguay solicitó que la Secretaría General de la Organización de los Estados Americanos actúe como agencia ejecutora en este estudio ambiental nacional y que el Departamento de Desarrollo Regional y Medio Ambiente de la OEA provea la asistencia técnica necesaria a la Oficina de Planeamiento y Presupuesto del Uruguay.

Este documento sintetiza los resultados del estudio ambiental y provee un plan de acción para implementar la estrategia, así como los programas y proyectos identificados. En resumen, el estudio estableció la necesidad de una política ambiental formal para guiar las actividades requeridas para alcanzar los objetivos nacionales de mejorar el bienestar y la calidad de vida de los uruguayos.

La estrategia consiste en nueve programas prioritarios. Estos incluyen propuestas para actividades de cooperación técnica, inversión, y fortalecimiento institucional, diseñadas para alcanzar un adecuado manejo ambiental y desarrollo sustentable.

Descripción del país

Conjuntamente con Argentina, Bolivia, Brasil, y Paraguay, Uruguay comparte la cuenca del Plata, ocupando la margen izquierda de su desembocadura en el Océano Atlántico (Figura 1).

La ubicación del Uruguay es relativamente singular, ya que es el único país en América del Sur cuyo territorio está íntegramente comprendido dentro de la Zona Templada. Además, al ser un país costero, y al tener una topografía comparativamente nivelada, presenta un clima templado relativamente uniforme, de tipo moderado, lluvioso y húmedo.

El paisaje del Uruguay es predominantemente ondulado, con un horizonte siempre distante. Los suelos están cubiertos por una diversificada pradera de gramíneas interceptada por los montes que acompañan la red de ríos y arroyos o cubren las quebradas y laderas de las serranías (Figura 2).

Figura 1. Ubicación del Uruguay en América del Sur

De las seis principales cuencas en el Uruguay, cuatro son compartidas con países vecinos. El recurso agua, tanto subterránea como superficial, es relativamente abundante.

Los ecosistemas costeros consisten en importantes humedales, dunas migratorias, y largas playas separadas por afloramientos rocosos. Los lugares costeros suficientemente protegidos de la acción del viento, olas y marea son escasos.

La variedad del material madre ha dado origen a una diversidad de suelos, de los cuales alrededor del 40% solamente admiten un uso pastoril. El 60% restante, constituido mayoritariamente por suelos profundos con niveles medios y altos de materia orgánica y nutrientes, admiten un uso agrícola dominante o complementario de la ganadería. Esta combinación de topografía, suelos, clima, vegetación nativa y abundante agua, sustenta importantes actividades ganaderas y agrícolas. A lo largo de la historia del Uruguay, estas actividades han modificado los ecosistemas naturales y, conjuntamente con los asentamientos humanos, han reducido significativamente tanto el número como la variedad de la fauna silvestre.

Figura 2. Mapa da Vegetación Natural

Aproximadamente 1,3 millones de los 3,1 millones que pueblan el Uruguay viven en Montevideo. La continua migración del campo hacia la ciudad ha creado condiciones tales que el 87% de la población reside en centros urbanos. La esperanza de vida es de 68,4 años para los hombres, y 74,8 años para las mujeres. Casi la mitad de la población recibe atención médica privada y aproximadamente un 95% puede leer y escribir.

El crecimiento económico del país ha estado severamente condicionado por las altas tasas de inflación en las últimas décadas. Durante el período 1979-1983, la inflación acumulada alcanzó un 46%, en los cinco años siguientes fue del 69%, y en 1989 llegó al 89%. A pesar de haberse introducido medidas estrictas para su control, la inflación aún permanece alta.

Como en otros países de América Latina, existen en Uruguay problemas económicos, con fuerte influencia en éstos de la deuda externa. Al realizar esfuerzos para resolver estos problemas, se incrementa la presión sobre los recursos naturales del país, los que quedan expuestos al mal manejo y sobreutilización. El estilo de desarrollo prevaleciente se ha caracterizado por un paulatino agotamiento de los recursos de producción agropecuaria y el deterioro de las condiciones urbanas.

A pesar de la riqueza de los suelos, la abundancia de agua, y la capacidad técnica y científica existente, la producción agropecuaria no creció durante los años 70, y mostró poca mejora durante los años 80. La producción está basada en sistemas combinados de ganadería vacuna y ovina, variando de acuerdo a los pastos disponibles. Por lo general, sin embargo, estos sistemas de producción son extensivos, utilizando pastos naturales y limitada mano de obra.

La producción agrícola se realiza principalmente en los suelos más profundos y fértiles del sur y este del país, en el litoral medio y sur del Río Uruguay. En general, está orientada hacia el cultivo de cereales, especialmente arroz. También hay producciones significativas de vegetales y frutas cerca de Montevideo - el principal mercado - y al norte del país, en la cuenca del Río Uruguay (Bella Unión y Salto), donde existe un microclima apropiado para su cultivo.

Los bosques artificiales se vinculan con la producción ganadera, la que requiere de montes de protección y sombra en las praderas naturales, para lo cual se plantaron fundamentalmente variedades de eucalipto, que se fueron integrando al paisaje rural como manchas y cortina rompevientos. A mediados del siglo pasado se incorporó la forestación de protección, con pinos europeos y nuevamente eucalipto, para afianzar áreas agrícola-ganaderas y detener el movimiento de arenas en las costas del Río de la Plata y el Océano Atlántico. Pero es recién después de las crisis del petróleo en las décadas pasadas, que la forestación tomó fuerza por la demanda de la leña como fuente de energía para la industria. El país incorporó así una forestación protectora y productiva, con especies exóticas de buena adaptación, rápido crecimiento y rebrote.

Si bien el sector forestal en Uruguay ha sido tradicional mente pequeño, en los últimos años el Estado ha favorecido la actividad forestal con incentivos fiscales y financieros. Ha surgido un mercado de exportación para madera aserrada y de materia prima para la industria papelera. Históricamente sin embargo, los bosques han sido utilizados principalmente para leña, tanto a nivel doméstico como industrial. La explotación de los bosques nativos es actualmente restringida por ley para usos propios de establecimiento rurales (leña, postes y piques para alambrados), pero continúa utilizándose como leña en zonas urbanas, principalmente en restaurantes y panaderías.

El uso de leña aumentó considerablemente después de 1983, cuando muchas industrias cambiaron el petróleo por leña como fuente de energía. Un inventario de energía realizado en 1989 mostró que el uso doméstico de leña para energía era mayor que el industrial. Para 1987, ya la industria había completado su proceso de conversión, y desde entonces el consumo de leña ha permanecido casi invariable.

Todos los sectores económicos han sufrido en años recientes. El producto industrial bruto muestra en términos generales, un estancamiento durante la última década. Desde 1983, año de mayor disminución en la producción industrial, solamente ha habido crecimiento en minería y en la industria de alimentos, ambas de escasa importancia en el PNB del país. El sector transporte hizo sólo pequeños progresos en la última década. El turismo por su parte, si bien resulta una fuente importante de divisas, es el principal responsable por las mayores modificaciones de los espacios costeros y del uso masivo de ciertas playas y balnearios del país.

Problemas a solucionarse

En Uruguay, la población, la extensión y dispersión de sus asentamientos y el aumento de la diversificación de sus actividades de desarrollo afectaron la totalidad de los recursos naturales, multiplicando los conflictos entre sus usos alternativos.

Uso del Suelo Rural: Existe una importante degradación de los suelos a través de erosión en las áreas agrícolas, a pesar de la relativamente baja intensidad del uso de la tierra. El mayor efecto se produce al disminuir la capacidad de los suelos de mantener su niveles históricos de producción. Pueden mencionarse varios problemas importantes:

· La erosión y compactación de suelos por sobreutilización de tierras agrícolas; la existencia de áreas con erosión severa en el Departamento de Canelones y en zonas agrícolas del litoral central del Río Uruguay; y la introducción del cultivo de soya en suelos erosionables en el Este del país.

· La degradación y pérdida de productividad de las praderas naturales por sobrepastoreo; la escasa información sobre los ecosistemas naturales.

· La baja demanda laboral y escaso avance técnico de los sistemas de producción pecuaria extensiva, su carácter extractivo y el ausentismo empresarial.

· La emigración de la población rural; la falta de servicios; y, la poca interrelación social entre las familias que residen en áreas rurales.

· La principal área de alimentación de aves migratorias en la zona baja de los bañados y lagunas del Departamento de Rocha está siendo degradada por su uso en producción arrocera.

· Esta pérdida de hábitat y la persecución y caza de especies de fauna nativa ha provocado la desaparición o reducción crítica de ciertas especies, y amenaza con destruir a otras.

· La creciente contaminación química de ecosistemas rurales por el uso descuidado y/o excesivo de productos agroquímicos, con efectos aún desconocidos en las cadenas alimenticias y en la salud de los usuarios.

· La creciente eutroficación de recursos hídricos superficiales en áreas de agricultura intensiva.

Uso del Suelo Urbano: Debido a presiones demográficas, industriales y de desarrollo urbano, la ciudad de Montevideo presenta las dificultades ambientales de mayor incidencia social. Si bien cada situación es diferente, los centros urbanos del interior tienen muchos de los mismos problemas, los que se derivan principalmente de limitaciones financieras para proveer infraestructura de servicios. Esto es particularmente evidente en centros donde la provisión de saneamiento ambiental y de viviendas apropiadas no acompañaron el crecimiento poblacional. Varios problemas urbanos necesitan ser resueltos:

· La formación de tugurios en áreas urbanas tradicionales; el crecimiento de asentamientos de viviendas precarias sobre áreas recreacionales públicas y sobre las riberas protegidas de cauces.

· Las pérdidas de bañados que cumplen funciones de saneamiento; las condiciones peligrosas de seguridad y sanidad humana en esas áreas.

· La pérdida de valores arquitectónicos y urbanísticos histórico-patrimoniales, y de áreas verdes y paseos de la ciudad de Montevideo.

· El asentamiento de grupos de bajo ingreso en zonas inundables de ciudades litorales del interior del país.

· La degradación de cuencas hídricas urbanas de Montevideo por falta de servicios, por redes y plantas de tratamiento obsoletas, y por residuos de origen industrial o deficiente control de los efluentes líquidos.

· La contaminación de la bahía de Montevideo y la consecuente depreciación del área residencial vecina y de las playas, inhabilitadas para baños (Ramírez, Area Sur y Carrasco).

· La contaminación, por dispersión de efluentes líquidos domiciliarios e industriales, en los balnearios de la costa del Departamento de Canelones.

· La contaminación de napas freáticas.

· La pérdida de áreas dedicadas a la agricultura u otras producciones por el avance de áreas urbanas.

· Los conflictos entre los servicios formales e informales de recolección de residuos sólidos de Montevideo; la dispersión de materiales no degradables; la existencia de basurales permanentes y la contaminación de cuerpos hídricos urbanos con residuos domésticos.

· El deficiente manejo y disposición de los residuos de hospitales y centros de salud en todo el país.

· La falta de estudios, Información y control de los residuos sólidos tóxicos de origen industrial, que contaminan suelos y aguas, y el escaso conocimiento sobre sus efectos en la salud pública.

· La falta de criterios para la disposición final de los residuos sólidos en ciudades del interior.

Uso del Agua: Debido a la abundancia de recursos hídricos que siempre existió, la toma de conciencia sobre su valor es relativamente reciente. La creciente demanda por riego, las recurrentes sequías y los procesos de contaminación en áreas de agricultura intensiva, ha aumentado la preocupación por su calidad y cantidad y, por lo tanto, por su administración y valor. La pérdida para uso público de playas y riberas de ríos y arroyos - especialmente en la costa de Montevideo y sobre el Río Uruguay - ha conducido a una mayor conciencia pública sobre los alcances de la contaminación. Se han identificado varios problemas para su posible corrección.

· La contaminación de aguas superficiales con efluentes de centros urbanos e industriales. De particular importancia son las descargas sobre cursos de agua menores en centros urbanos del interior.

· La contaminación puntual del río Uruguay, principalmente en las costas de las ciudades de Bella Unión, Salto y Paysandú.

· La contaminación y eutroficación de aguas superficiales en áreas agropecuarias, urbanas e industriales. Casos críticos son: la Cuenca del Río Santa Lucía, que abastece de agua potable al 60% de la población nacional; la Laguna del Sauce, fuente de agua potable de las ciudades de Maldonado y Punta del Este; el arroyo Pando; y, las cuencas urbanas del Departamento de Montevideo.

· La incertidumbre sobre cómo manejar otras cuencas importantes, como la binacional de la Laguna Merín.

· La abundancia de efluentes domésticos e industriales sin tratamiento que escapan de un sistema deteriorado y obsoleto de saneamiento urbano y se vierten en los cuerpos hídricos urbanos de Montevideo, convirtiéndolos en verdaderos sistemas de alcantarillados abiertos.

· La contaminación detectada (dentro de un país que cuenta con buena calidad de agua subterránea) en pozos perforados en las áreas balnearias de Canelones y en las de mayor producción lechera vecinas a Montevideo.

Bosques: Los bosques naturales asociados a los corredores fluviales y serranías continúan cumpliendo su rol protector. El uso actual del bosque nativo comprende el pastoreo ganadero y extracción selectiva de madera. El bosque provee madera, postes y leña que sustentan el sistema agropecuario existente. Genera además los otros servicios propios del bosque: abrigo, sombra y agua pura para el ganado; refugio y alimentos para sostener la vida silvestre y, más recientemente, la producción apícola; protección de cuencas hidrográficas; regulación del ciclo hidrológico y del clima y microclima del área; y potencial ecoturístico. Se han identificado varios problemas de importancia:

· Aunque aparentemente autosustentable, el medio millón aproximado de hectáreas de bosque existentes en 1937 ha sido reducido en 20%, por tala durante este siglo.

· La tala selectiva ha degradado la estructura y calidad del recurso en áreas nativas remanentes.

· No existe información adecuada sobre los servicios que presta el bosque natural; se ignora su potencial genético.

· Falta de opciones atractivas para alternativas de Inversión forestal para la conservación de los recursos agua, suelo y fauna y para aumentar el área de bosques del país.

· Existen presiones del sector productivo agropecuario que tienden a cambiar el destino de las áreas silvestres y de bosques nativos. Treinta y seis de ellas se han identificado como de interés para conservación por representar a los mayores ecosistemas del país, por su valor escénico u otros valores de base natural.

Contaminación Atmosférica: Todavía no se ha implementado un sistema de control de la calidad del aire a nivel nacional. La Intendencia Municipal de Montevideo realiza mediciones puntuales de forma no sistemática. El MVOTMA tiene la competencia en el control de la calidad del aire. Diversos problemas de contaminación ya existen:

· La falta de equipamiento, capacidad técnica y patrones de calidad para el monitoreo a nivel nacional.

· La contaminación industrial afecta el área urbana y metropolitana de Montevideo. Importantes fuentes puntuales de contaminación son: la refinería de petróleo, las centrales térmicas de la Bahía de Montevideo y las industrias con emisión tóxica del Departamento de San José.

· La eventual contaminación transfronteriza generada por la planta carbo-energética de Candiota, en cuyo estudio se han comprometido los gobiernos de Brasil y Uruguay.

· Las emisiones de una flota anticuada de ómnibus diesel de transporte colectivo contaminan las zonas céntricas de Montevideo y sus arterias principales de tráfico.

Minería: El crecimiento de esta actividad requiere prevenir y evitar futuros problemas de salud y degradación de los ecosistemas. La actividad minera actual se centra en la extracción de minerales no metálicos, particularmente materiales de construcción, tales como mármoles y granitos. Los problemas más importantes son:

· Necesidad de una política minera explícita que, en temas ambientales, oriente la actividad de las compañías interesadas en la explotación de minerales metálicos y no-metálicos.

· La explotación de minerales no metálicos, aun cuando no involucra contaminación tóxica, plantea posibles peligros ocupacionales. La silicosis se está difundiendo entre los obreros de canteras que extraen minerales no-metálicos.

· La elección de sitios y métodos de extracción de arena conducen al deterioro de las playas.

· No se practica la restauración de tierras usadas para canteras.

Turismo: El país cuenta con recursos turísticos valiosos que requieren un uso y desarrollo controlado para no sobrepasar su potencial. Se incluyen: las áreas de interés para ecoturismo; los bañados, quebradas, montes serranos y ribereños; la abundante avifauna; los desarrollos boscosos litorales que caracterizan el paisaje costero; las urbanizaciones de alto interés, fundamentalmente en Portezuelo y Punta del Este; y el interés local en la conservación de los valores paisajísticos naturales de la costa (Figura 3). Las atracciones principales para el turismo nacional e internacional son las riberas del Río de la Plata y las costas del Océano Atlántico. Existen varios problemas a corregir.

Figura 3. Areas Turísticas en la Costa Atlántica

· Con excepciones valiosas, predomina en el litoral costero del Río de la Plata al este de Montevideo una urbanización indiscriminada y homogénea, carente de interés y con pérdida de recursos naturales.

· Las construcciones de obras viales, de infraestructuras rígidas y de canalización pluvial destruyen playas valiosas y afectan la dinámica natural de áreas costeras no consolidadas.

· Ciertos usos de playas conducen a la destrucción de cobertura vegetal de protección y a la apertura de senderos, favoreciendo así la erosión eólica.

· Los vertimientos de residuos y la ineficiencia de los servicios de limpieza contaminan cuerpos hídricos cercanos a la infraestructura turística; la extracción de arena degrada balnearios importantes.

· Varias áreas de playas han sido invadidas por viviendas turísticas, dentro del cordón litoral; este uso controversial se suma al desarrollo conflictivo e incierto de algunos balnearios, como La Paloma y Piriápolis.

· Varios loteamientos pendientes podrían destruir el paisaje natural remanente si son consolidados de acuerdo al plan original.

· Se han establecido asentamientos turísticos precarios y espontáneos en áreas de mucho valor paisajístico o de alta dinámica natural costera.

· Existen amenazas inminentes sobre las últimas áreas costeras donde la intervención antrópica ha modificado los ecosistemas y afectado la fauna en áreas de particular importancia como la Laguna de Rocha y Cabo Polonio (Figura 4).

· Las legislaciones nacional y departamentales sobre costas es contradictoria y los catastros descoordinados, imperfectos y desactualizados.

Energía: La fuente mayor de energía eléctrica en Uruguay es la hidráulica. Las principales represas son la del Río Negro y la binacional de Salto Grande sobre el Río Uruguay; su capacidad conjunta es de 1566 MW. El sistema es seriamente dependiente de un clima caracterizado por frecuentes sequías. Durante los períodos secos, el país usa su capacidad térmica (368 MW) para atender demandas de pico. La tercera fuente de energía es la biomasa forestal fundamentalmente eucaliptus - la que provee leña para consumo industrial y doméstico. Los problemas de este sector son los siguientes:

· La alta demanda de productos derivados del petróleo, en un país que carece totalmente del mismo.

· La insignificante utilización de fuentes alternativas de energía.

· La falta de proyectos a nivel de prefactibilidad para el aprovechamiento de nuevas fuentes, particularmente la eólica y la de biomasa.

· La falta de tecnologías para incrementar la conservación doméstica de energía, especialmente en hogares de bajos ingresos.

Figura 4. Areas Amenazadas de la Coste del Uruguay

Desarrollo Económico y Social: El país cuenta con varios factores positivos para impulsar un desarrollo sustentable: productos pecuarios libres de toxinas y anabólicos que pueden exportarse a los mercados más exigentes; abundancia de suelos, flora, fauna y ecosistemas de alta productividad natural y con valores genéticos disponibles para investigación; importante disponibilidad de agua dulce de buena calidad, tanto en cuerpos superficiales como en acuíferos, para consumo humano y otros usos; y recursos humanos altamente capacitados que pueden apropiadamente absorber nuevas tecnologías y avances científicos. Por otra parte, varios problemas pueden interferir con un desarrollo sustentable.

· El desconocimiento de la capacidad productiva de los ecosistemas naturales y de su potencial para contribuir a un desarrollo equitativo y sustentable.

· La alta deuda externa y bajo ahorro interno que limitan la inversión en nuevas modalidades de desarrollo.

· La falta de oportunidades de trabajo en la economía formal.

· La necesidad de incorporar explícitamente la dimensión ambiental en los sistemas educativos formal y no formal.

· Las limitaciones de las organizaciones sociales no gubernamentales para participar de forma efectiva en la planificación y gestión ambiental.

· La falta de capacidad financiera y técnica para investigar e invertir en nuevas tecnologías de producción agropecuaria e industrial.

· El escaso conocimiento sobre la calidad real del agua potable en muchos centros urbanos y la alta incidencia de la hepatitis virósica y otras enfermedades transmisibles por el agua, en ciertas áreas del país.

· La alta incidencia de la hidatidosis y el Mal de Chagas en el interior del país.

· El crecimiento de los índices de mortalidad por cáncer y el desconocimiento de sus interrelaciones con la situación ambiental del país.

· La lenta o rezagada provisión de infraestructura social, principalmente de saneamiento, en las ciudades y áreas de mayor crecimiento poblacional.

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