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Anexo 3. Proyecto planificación y desarrollo del corredor biológico Centroamericano

 

1. Antecedentes
2. Justificación
3. Marco político institucional
4. Acuerdos regionales
5. Apoyo internacional
6. Objetivos del proyecto
7. Descripción del proyecto

(Resumen del Documento sobre el Proyecto Planificación y Desarrollo del Corredor Biológico Centroamericano)

1. Antecedentes

El Proyecto Planificación y Desarrollo del Corredor Biológico Centroamericano, ha sido preparado para dar respuesta al compromiso asumido por la Secretaría General de la Organización de los Estados Americanos (SG/OEA) y el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) con la Comisión Centroamericana de Ambiente y Desarrollo (CCAD) de formular un perfil de proyecto regional destinado a la conservación de la diversidad biológica a nivel del Istmo Centroamericano, para ser presentado a financiamiento del Global Environment Facility (GEF).

El interés de la SG/OEA y el PNUMA en apoyar a la región en el tema biodiversidad se plantea en febrero de 1995, en Panamá, en oportunidad de las reuniones mantenidas por la CCAD y el Consejo Centroamericano de Areas Protegidas (CCAP).

En esa oportunidad se solicitó la elaboración de un perfil de proyecto para la conservación in situ de la biodiversidad incluyendo el fortalecimiento de la CCAP en el Istmo Centroamericano para su posterior presentación ante los donantes internacionales. El Perfil se elaboró en consulta con los países.

Los pasos ejecutados para el diseño del Proyecto fueron: (i) establecer los contactos y las coordinaciones necesarias con la Secretaria Ejecutiva de la CCAD y la Coordinación del proyecto de la CCAD denominado Corredor Biológico Centroamericano; (ii) levantar informaciones e identificar consultores de la región para preparar el diseño del proyecto; (iii) realizar la SG/OEA y el PNUMA una misión conjunta a la región para mantener reuniones destinadas a informar y recibir orientaciones para el trabajo a ser realizado, con la finalidad de que el proyecto pudiese complementar otras posibles iniciativas y/o evitase superposiciones con otras iniciativas; y (iv) con todo ese trabajo previo, desarrollar el documento del proyecto para ser presentado en una reunión con funcionarios y técnicos de la región.

2. Justificación

El Istmo Centroamericano está integrado por los estados de Belice, Costa Rica, El Salvador, Guatemala, Honduras, Nicaragua y Panamá. Abarca una extensión de 533.325 km2 y en ella vive actualmente una población superior a los 30 millones de habitantes, por lo que presenta una alta densidad poblacional (55 habitantes por km2, es decir 2,5 veces el promedio de América Latina). Si bien se observa una tendencia hacia la urbanización, más de la mitad de la población reside aún, en la mayoría de los países, en el medio rural.

La mayor parte de la población y de las actividades económicas está concentrada en las tierras bajas costeras y vertientes del Pacífico y en la cadena de montañas volcánicas que se extienden a lo largo de todo el istmo. Estas áreas se encuentran más "desarrolladas" y su cubierta boscosa inicial ha sido radicalmente destruida. En cambio, las vertiente del Caribe están menos pobladas y menos desarrolladas y, por lo tanto, tienen más vegetación primaria. A su vez, puede observarse que gran parte de la misma ha sido menos alterada en las áreas de los países localizadas en las zonas fronterizas o en sus proximidades.

A pesar de lo indicado, durante los últimos años han surgido algunos signos de recuperación económica y, a su vez, se han reducido los desequilibrios fiscales y monetarios y se ha logrado un endeudamiento sensiblemente más bajo en la mayoría de los países.

En términos generales puede decirse sin embargo, que existe en la región la presencia de una realidad socioeconómica que puede expresarse como una espiral divergente de "pobreza -deterioro de los recursos naturales - más pobreza". Esto tiene impactos realmente alarmantes al analizar la diversidad biológica de la región.

El Istmo constituye un puente entre dos grandes masas continentales y este hecho, agregado a otros factores, le genera como patrimonio una diversidad biológica considerada entre las más ricas del mundo y que incluye desde especies neoárticas hasta especies neotrópicas. Contribuye para ello, la presencia de elevadas montañas, con altitudes que van desde un poco más de 4200 metros sobre el nivel del mar, y el océano Pacífico y el Mar Caribe, que bañan las costas de la región. Diversas fuentes y una abundante literatura refleja la riqueza natural con que cuenta la región en materia de recursos de diversidad biológica. Para ello puede mencionarse, por ejemplo, que Guatemala, en el extremo noroccidental de la región, cuenta con 8.000 especies de plantas vasculares, de las cuales 1.000 son endémicas mientras que Panamá, en el otro extremo del istmo, posee más especies de plantas que toda Europa (unas 9.000 plantas vasculares) y más especies de aves residentes y migratorias (mas de 900 aves) que Canadá y Estados Unidos juntos.

Sin embargo, el istmo ha ido perdiendo su cobertura vegetal a un ritmo alarmante y el hábitat de muchas especies animales está sufriendo presiones crecientes de carácter antrópico. En este sentido, se ha perdido desde 1950 hasta fines de la década de los 80 del orden de las dos terceras partes de los bosques originales de Centroamérica y hay indicios de que este proceso de devastación se ha acelerado, estimándose en 1993 que cerca de 418.000 hectáreas de bosques eran eliminadas anualmente.

Las primeras áreas protegidas fueron establecidas por razones escénicas y de protección a la fauna y a la vegetación y a medida que aumentó la presión antrópica sobre las áreas silvestres y que se avanzó en el conocimiento científico y los valores de determinadas zonas naturales se intensificaron las acciones para crear, como respuesta, otras áreas protegidas. No obstante ello, el manejo de estas áreas no han respondido a los objetivos perseguidos. Un estudio realizado recientemente por la Organización de los Estados Americanos (OEA) y el Servicio de Parques Nacionales de los Estados Unidos (NPS), la eficacia de manejo de 114 áreas protegidas marinas y costeras del Caribe presentó el siguiente cuadro: (i) un 27 % de las áreas estaban protegidas sólo en teoría; (ii) un 44 % contaban con manejo parcial; y (iii) solo un 29 % estaban bajo un régimen completo de manejo.

En la actualidad, hay mas de 230 áreas protegidas de diversas categorías de manejo (parques nacionales, reservas de la biosfera, refugios de vida silvestre, reservas forestales y otras) y áreas de jurisdicción especial tales como reservas indígenas, zonas protegidas y áreas de uso múltiple, entre otras. En total, esas unidades suman más de 8,7 millones de hectáreas, representando del orden de un 1 6 % de la extensión terrestre de Centroamérica. De ese total un 68 % de las áreas protegidas son pequeñas (menos de 10.000 hectáreas) y cubren una extensión del orden de las 350.000 hectáreas. A su vez, del 32 % restante existe un total de 15 áreas protegidas localizadas en el istmo que pueden ser consideradas como de altísima prioridad tanto por sus respectivas singularidades como por el importante papel que desempeñarían para la conservación de la diversidad biológica regional a través del establecimiento de un corredor biológico, las cuales presentan extensiones que van desde las 100.000 hectáreas hasta 3.000.000 de hectáreas. Se estima que este grupo de áreas protegidas contienen, en conjunto, alrededor del 75 % de la diversidad presente en la región.

3. Marco político institucional

A pesar de los problemas que se señalan para las áreas protegidas existe la voluntad política y un conjunto de decisiones, medidas, acciones y estructuras que conforman un adecuado contexto de soporte del Proyecto.

Los líderes de la región están conscientes de los problemas ambientales de la misma y de la necesidad de lograr un crecimiento económico y social y, a la vez, una adecuada atención al manejo de los recursos naturales, para ello se establecieron la Comisión Centroamericana para el Ambiente y Desarrollo (CCAD), el Consejo Centroamericano de Areas Protegidas (CCAP) y el Consejo Centroamericano de Bosques (CCAB).

También se crearon ministerios, secretarías o comisiones nacionales para la protección del medio ambiente y de los recursos naturales, a los que se suma la presencia en el manejo de las áreas protegidas de una serie de instituciones autónomas oficiales y otras privadas y mixtas.

4. Acuerdos regionales

Existe una serie de eventos de alta relevancia a los fines del Proyecto los cuales conforman un marco rector, dentro del cual se inserta el mismo dando adecuadas respuestas a los compromisos y recomendaciones emergentes de tales reuniones.

- La Cumbre de las Américas, Miami 1994. Declaración de Principios donde se insta a la OEA a brindar asistencia a los países en el cumplimiento de los compromisos asumidos.

- La Alianza Centroamericana para el Desarrollo Sostenible, 1994. En los Compromisos en Materia de Medio Ambiente y Recursos Naturales prioriza: (i) la creación del Corredor Biológico Centroamericano, que fortalecerá el sistema nacional de áreas protegidas; (ii) el establecimiento de centros de investigación y conservación de la biodiversidad; (iii) la elaboración de los inventarios de flora y fauna en peligro de extinción; y (iv) el desarrollo sostenible de zonas fronterizas.

- El Convenio Regional para el Manejo y Conservación de los Ecosistemas Naturales Forestales y el Desarrollo de Plantaciones Forestales, 1993. El Convenio persigue la protección de bosques existentes localizados en tierras con vocación o aptitud forestal, así como la restauración de aquellas tierras que han perdido su cobertura vegetal natural.

- La Convención sobre Diversidad Biológica, 1992.

- Cumbre de la Tierra, Declaración de Río de Janeiro sobre Medio Ambiente y Desarrollo y Agenda 21, 1992.

- Plan de Acción para el Desarrollo e Integración de Zonas Fronterizas en Centroamérica. 1992. El desarrollo e integración de zonas fronterizas es una prioridad de los países del la región dentro del proceso de pacificación e integración que impulsan sus respectivos Gobiernos.

- El Convenio Centroamericano para la Conservación de la Biodiversidad y Protección de Areas Silvestres Prioritarias, 1992. Establece el Consejo Centroamericano de Areas Protegidas (CCAP), el cual es el responsable, en coordinación con la CCAD, de desarrollar un efectivo sistema regional de áreas protegidas y de un corredor biológico para la región.

5. Apoyo internacional

Son numerosas las instituciones interesadas en dar apoyo a la problemática ambiental del Istmo. La OEA, el PNUMA, FAO, IICA y otras agencias internacionales han trabajado y trabajan en la región. A ellas se suman otras iniciativas como la Comunidad Económica Europea, que tiene un Programa de Desarrollo Sostenible en Zonas de Frontera en el Trópico Húmedo; Conservación Internacional (Cl) que ha formulado junto con la OEA propuestas de inversión para el manejo forestal; la UICN que trabaja en la región en aspectos de vida silvestre, humedades y zonas marino-costeras, etc.

6. Objetivos del proyecto

a. Cumplir los compromisos asumidos bajo la Convención de la Diversidad Biológica, particularmente los relacionados con la conservación in situ y ex situ, que complemente las acciones en las áreas legalmente definidas para manejo y conservación.

b. Responder a los compromisos de la Cumbre de las Américas que manda por un enfoque integrado de conservación de la biodiversidad y de la Alianza para el Desarrollo Sostenible de Centroamérica que busca compatibilizar el desarrollo social y económico con la conservación de la calidad ambiental y declara prioritario la creación del corredor biológico centroamericano.

c. Desarrollar un marco para la planificación del desarrollo sostenible en Centroamérica que considere la conservación de la biodiversidad como una alta prioridad.

d. Fortalecer la capacidad de gestión de los gobiernos de la región y desarrollar sus capacidades institucionales y los recursos humanos, tanto a nivel regional como nacional, para planear el desarrollo sostenible y manejar la conservación de la diversidad biológica como parte de la planificación integral.

e. Fortalecer las capacidades de gestión de los gobiernos locales para promover el manejo de áreas silvestres protegidas, así como para asumir el manejo de áreas protegidas.

f. Fortalecer la capacidad de gestión de las organizaciones no gubernamentales a nivel regional, nacional y local.

g. Fortalecer la capacidad de diálogo y participación ciudadana en el manejo de la diversidad biológica y el desarrollo sostenible.

7. Descripción del proyecto

El Proyecto busca la consolidación en el istmo centroamericano de procesos de conservación y manejo de la diversidad biológica a través de estrategias de acción localizadas en las áreas protegidas y destinadas a la conservación de las mismas y estrategias de acción localizadas en áreas de amortiguamiento y periféricas a las primeras destinadas a lograr un desarrollo social y económico de carácter sostenibles.

A través del Proyecto se consolidarían los bloques prioritarios de áreas protegidas y se diseñarían corredores de interconexión, los cuales podrían ser motivo de acciones específicas de desarrollo sostenible. Con esto se viabilizaría la conformación del denominado Corredor Biológico Centroamericano, que incluirá los siete países del área: Belice, Guatemala, El Salvador. Honduras, Nicaragua, Costa Rica y Panamá.

7.1. Etapas del Proyecto

El Proyecto se plantea con una duración de 4 años y se realizaría en tres etapas:

- Fase Introductoria - 3 a 6 meses
- Fase de Planeamiento - 3 a 6 meses
- Fase de Ejecución - 3 años

7.2. Componentes del Proyecto

7.2.1. Legislación Ambiental (CLA)

Se pretende con este Componente (CLA) disponer de un marco jurídico homogéneo a nivel regional y de instrumentos jurídicos derivados de aquel en cada uno de los países de forma que aseguren el adecuado manejo de las áreas protegidas que integran el área del Proyecto Corredor Biológico Centroamericano.

7.2.2. Fortalecimiento en el manejo de áreas protegidas (CFAP)

El fortalecimiento en el manejo de las áreas protegidas del istmo requiere de la consolidación de los sistemas nacionales de áreas protegidas. Para ello se deberá apoyar, por una parte, el fortalecimiento de las capacidades institucionales de los organismos responsables de las áreas protegidas (asistencia técnica y capacitación), y la institucionalidad regional representada por el sistema CCAD/CCAP/CCAB. Este Componente se ejecutará en estrecha articulación con los otros componentes del Proyecto, en particular con los de Educación Ambiental (CEA), de Legislación Ambiental (CLA) y de Desarrollo Sostenible (CDS). El CFAP está estructurado en tres subcomponentes: desarrollo institucional, sistemas de información geográficas y manejo de áreas protegidas.

7.2.3. Desarrollo Sostenible (CDS)

El Componente de Desarrollo Sostenible del Proyecto (CDS), tiene como propósito fundamental producir un esquema de manejo ambiental para las poblaciones que habitan en el entorno del conjunto de Areas Silvestres Protegidas que conforman cada uno de los bloques prioritarios del Corredor Biológico Centroamericano principalmente aquellas que se ubican en la regiones fronterizas y finalmente producir en su conjunto una intervención en favor de un ordenamiento territorial tendiente al desarrollo sostenible como eje para el mejoramiento de la calidad de vida e inserción socioeconómica de las comunidades rurales allí ubicadas.

7.2.4. Investigación científica y tecnológica (CIT)

La investigación científica sobre diversidad biológica y la aplicada a técnicas o mecanismos destinados o que contribuyen a la conservación de dicha diversidad constituye un instrumento fundamental para sustentar la implementación del Corredor Biológico Centroamericano.

Será a través de este Componente de Investigación Científica y Tecnológica (CIT) que se apoyará el desarrollo de actividades de investigación destinadas a: (i) preservar los recursos de la diversidad biológica existente en la región; (ii) estudiar las condiciones sociales, culturales y económicas de poblaciones rurales localizadas en zonas adyacentes a áreas protegidas; (iii) analizar y definir el valor económico de los bienes y servicios de los ecosistemas de las áreas protegidas y de los recursos culturales y arqueológicos; y (iv) analizar incentivos financieros para actividades de conservación.

7.2.5. Educación ambiental (CEA)

Se preparará material de divulgación y concientización ambiental y se desarrollarán actividades de educación y concientización a nivel nacional (campañas con audiencia nacional), local (comunidades localizada en áreas adyacentes y en zonas de amortiguamiento de las áreas protegidas) y visitantes de las áreas protegidas. Las organizaciones no gubernamentales regionales, nacionales y locales serían invitadas a participar en el desarrollo de este componente por su papel clave en procesos de estas características.

7.2.6 Financiamiento

Se realizarán análisis económicos sobre la rentabilidad de determinadas actividades de conservación de áreas protegidas o que contribuyen a la conservación de estas y se promoverán sus resultados con la finalidad de promover el autofinanciamiento de las actividades vinculadas a la conservación de las áreas protegidas. A su vez, se prepararán propuestas de financiamiento para el manejo de otras áreas protegidas y para la elaboración de proyectos de desarrollo sostenible en el entorno de dichas áreas.

En una etapa inicial el Proyecto debe recibir financiamiento externo para su implantación y por sus características dicho financiamiento puede provenir del Global Environment Facility (GEF), debido a que constituye un Proyecto que se encuadra adecuadamente en los criterios que sustenta el GEF para el financiamiento de proyectos vinculados al medio ambiente en general y, en particular en temas de biodiversidad.

En el largo plazo y como resultado del Proyecto, diversas actividades relacionadas con la conservación de la diversidad biológica y el fortalecimiento de las áreas protegidas podrían ser autofinanciada, total o parcialmente, a través de los ingresos que serían generados por actividades tales como de ecoturismo, de agroforestería, entre otras.

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