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Seguridad de los Pequeños Estados Insulares

Informes

CONSEJO PERMANENTE DE LA
ORGANIZACIÓN DE LOS ESTADOS AMERICANOS

COMISIÓN DE SEGURIDAD HEMISFÉRICA

OEA/Ser.G
CP/CSH-396/01
11 mayo 2001
Original: Inglés

REUNIÓN DE LA COMISIÓN DE SEGURIDAD HEMISFÉRICA
SOBRE LAS PREOCUPACIONES ESPECIALES DE SEGURIDAD DE LOS
PEQUEÑOS ESTADOS INSULARES
30 DE MARZO DE 2001

INFORME DEL RELATOR

PREOCUPACIONES ESPECIALES DE SEGURIDAD DE LOS
PEQUEÑOS ESTADOS INSULARES
AG/RES. 1744 (XXX-O/00) y AG/RES. 1640 (XXIX-O/99)

Las preocupaciones especiales de seguridad de los pequeños Estados Insulares del Caribe inciden en asuntos relacionados con el desarrollo social y económico y la estabilidad, y en la sostenibilidad ambiental. La Organización de los Estados Americanos (OEA) ha reconocido durante mucho tiempo que el desarrollo económico y social de sus Estados Miembros es fundamental para la seguridad hemisférica y el fortalecimiento de los procesos democráticos, tal y como se estipula en la resolución de la Asamblea General de 1991, AG/RES. 1123 (XXI-O/91).

Los pequeños Estados Insulares del Caribe, miembros de la OEA y de la Comunidad del Caribe (CARICOM) son también miembros del Commonwealth británico, y sostienen la categoría de "pequeños estados" tal y como se define en el Commonwealth. La vulnerabilidad de los pequeños Estados y su peculiar situación en materia de seguridad han sido objeto de debate entre los miembros del Commonwealth; su informe de 1986, considerado por la Asamblea General de la OEA en 1992, reconoce los "problemas singulares que surgen de su elevado nivel insito de vulnerabilidad" y la "situación desventajosa y la sufrida realidad de los pequeños estados en el sistema internacional".1

La Primera Reunión de Alto Nivel sobre las preocupaciones especiales de seguridad de los pequeños Estados Insulares (Febrero de 1998, San Salvador) concluyó que la seguridad para los pequeños Estados Insulares tiene carácter multidimensional en cuanto a su ámbito y aplicación y enumera los diferentes aspectos relacionados con la seguridad2. Algunos otros Estados Miembros de la OEA, debido a sus propias experiencias, en particular con desastres naturales, desde 1998 han adoptado una definición más inclusiva del concepto de seguridad, y en efecto todos los Estados Miembros de la OEA reconocen que la seguridad de los pequeños Estados Insulares ya no está limitada a los aspectos militares tradicionales.

Sin embargo, el carácter y el posible impacto de ciertas amenazas a la seguridad continúan siendo peculiares de los pequeños Estados Insulares del Caribe y requieren especial atención. Debido a esto, es necesario desarrollar un enfoque común y armonizado para abordar las amenazas a su seguridad. Con este propósito, los pequeños Estados Insulares han apoyado la propuesta de un modelo de gestión de seguridad, que ha presentado el Profesor Tyrone Ferguson de la Universidad de las Indias Occidentales3.

Varios miembros de la Comisión de Seguridad Hemisférica, en la reunión del 30 de marzo de 2001, también expresaron su apoyo a dicho modelo y acordaron que éste podría ser el punto central de la segunda reunión de alto nivel sobre las preocupaciones especiales de seguridad de los pequeños Estados Insulares, en cumplimiento de la resolución de la Asamblea General4. La Comisión también observó favorablemente que la reunión de alto nivel se celebrara en Barbados, justo antes del Trigésimo Segundo Período Ordinario de Sesiones de la Asamblea General.

Una idea común que surgió de las deliberaciones en esta reunión fue que entre todos los Estados es absolutamente fundamental abordar las amenazas a la seguridad identificadas por los pequeños Estados Insulares puesto que dichas amenazas tienen un impacto extraordinario sobre su desarrollo político, económico, social, ambiental, cultural y humano, su estabilidad y sostenibilidad.

RESUMEN DEL DESARROLLO DE LOS TRABAJOS

Sesión inaugural

El Presidente de la Comisión de Seguridad Hemisférica, Embajador Marcelo Ostria Trigo, inauguró la reunión a las 10:00 a.m.

Discursos de introducción

Presidente de la Comisión de Seguridad Hemisférica

 El Presidente destacó el carácter multidimensional de la perspectiva emergente de la seguridad hemisférica, recordando que la Asamblea General ha reconocido, y establecido desde 1991, la relación integral entre el desarrollo socio-económico y la paz y la seguridad. El Presidente también indicó que los llamados "desafíos especiales" van más allá de los desafíos tradicionales, y subrayó que si bien afectan la calidad de vida de otros Estados Miembros de la OEA, el impacto de estas amenazas para los pequeños Estados Insulares es de suma importancia.

 El Presidente presentó entonces a los oradores invitados, indicando que representan a una amplia gama de instituciones y perspectivas de todo el Hemisferio: Profesor Tyrone Ferguson –Universidad de las Indias Occidentales; Constatine Tsatsos – Banco Mundial; Mark Lambrides – Unidad de Desarrollo Sostenible y Medio Ambiente de la OEA; Stanley Hosie – Counterpart International; y John Topping – Instituto del Clima.

 El Presidente reconoció la valiosa ayuda de la Segunda Vicepresidenta, la Embajadora Sonia Johnny, en la preparación de esta reunión y le cedió la presidencia de la misma.

 Segunda Vicepresidenta de la Comisión de Seguridad Hemisférica

 En sus observaciones, la Segunda Vicepresidenta de la Comisión subrayó el "multidimensionalismo" y la "nueva seguridad" en el contexto de las preocupaciones especiales de seguridad de los pequeños Estados Insulares. La Embajadora Johnny indicó que estas preocupaciones abarcan las esferas económica, social, ambiental y política, recalcando la importancia del pequeño tamaño y la vulnerabilidad. La Embajadora Johnny se refirió a las Recomendaciones de la Comisión de Seguridad Hemisférica en su reunión del 29 de febrero de 2000 (CP/CSH-284/00), incluida la necesidad de diseñar un modelo de gestión para abordar las necesidades de seguridad de los pequeños Estados Insulares. En este sentido, la Embajadora dijo que uno de los principales objetivos de esta reunión era identificar elementos del modelo de gestión de seguridad utilizando como base la presentación del Profesor Tyrone Ferguson. La Embajadora Johnny también señaló que las preocupaciones especiales de seguridad se iban a tratar en cuatro presentaciones: desarrollo sostenible y turismo; salud, tráfico ilícito de drogas y actividades delictivas relacionadas; democracia; comercio y aspectos económicos.

Elección del Relator

El Representante suplente de San Vicente y las Granadinas ante la OEA, el señor Fitzgerald Bramble, fue elegido por aclamación Relator de la reunión, habiendo sido nominado por la delegación de Antigua y Barbuda, y secundado por la delegación del Canadá.

Consideración de un Modelo de Gestión de la Seguridad para los pequeños Estados

Discurso principal

El orador principal, el Profesor Tyrone Ferguson de la Universidad de las Indias Occidentales, se centró en el tema de la gestión eficaz de la seguridad en las circunstancias de los pequeños Estados Insulares del Caribe. El Profesor Ferguson explicó que hasta la fecha este tema no ha recibido un tratamiento enfocado y sugirió que "la gestión de la seguridad deberá ser un proceso de varios niveles o ámbitos que requerirá la adopción de medidas estructuradas y coherentes en el ámbito nacional, bilateral, regional y global". Sostuvo que, en el ámbito interno, para que la gestión de la seguridad sea eficaz se deberá establecer un vínculo entre la capacidad y una política claramente definida. El Profesor Ferguson se refirió a la insuficiencia de la gestión unilateral en el ámbito interno y sugirió que la gobernanza multilateral debe desempeñar un papel fundamental.

Como requisitos previos para el desarrollo de un modelo regional de gestión de la seguridad que funcione el Profesor Ferguson hizo referencia a dos asuntos: (i) la identificación de los Estados del Caribe que participarían; y (ii) las nuevas dimensiones de la seguridad. Sostuvo que es fundamental dar prioridad a ciertas cuestiones y sugirió que éstas deberían ser (a) las drogas y las actividades delictivas relacionadas; (b) el VIH/SIDA y el medio ambiente, y (c) los desastres naturales y los cambios climáticos. El Profesor Ferguson presentó diversas justificaciones para el desarrollo de un marco de gobernanza regional en el Caribe.

El Profesor Ferguson también abarcó el tema de la nueva conceptualización de la soberanía nacional en el contexto de la gobernanza regional de la nueva seguridad y sugirió que la soberanía compartida fortalecerá la capacidad y otorgará una mayor credibilidad a la hora de hacer frente a la presión y las amenazas. Hizo referencia al papel de los Estados Unidos en este proceso y sugirió que ese país está inextricablemente implicado en la seguridad del Caribe y que debería participar con decisión en el proceso de gestión. Subrayó que "el ámbito capa regional de la nueva gestión de la seguridad deberá utilizarse como el marco principal para ciertas actividades claramente definidas" y agregó que el avance del proceso de gobernanza regional es el requisito previo para un proceso multilateral más amplio, como un aspecto complementario de la gestión general de la seguridad. En el contexto de la participación global, la cuestión de la capacidad debe abordarse "desde el punto de vista de los recursos técnicos, financieros y de otro tipo para las iniciativas nacionales y regionales".

 El Profesor Ferguson sugirió que estas iniciativas en materia de seguridad de los pequeños Estados Insulares pueden ser respaldadas por las Naciones Unidas y, en este Hemisferio, por la Organización de los Estados Además, recomendó el establecimiento de un mecanismo institucional de coordinación en el ámbito regional dentro del marco de la CARICOM.

 El Profesor Ferguson concluyó indicando que la nueva gestión de seguridad en el Caribe es un desafío actual al que se puede hacer frente si se comprende que el caso requiere, por lo menos, algunas iniciativas claras.

Presentaciones de las instituciones invitadas

 Banco Mundial, Constantine Tsatsos :

 En su presentación, el señor Tsatsos resumió las actividades del Banco Mundial relacionadas con los pequeños Estados y, en particular, su labor con la Secretaría del Commonwealth y la CARICOM para el desarrollo de los Estados del Caribe Oriental. Este esfuerzo conjunto aborda principalmente el desarrollo financiero desde una perspectiva de adopción de políticas y aumento de la capacidad, y guarda una estrecha relación con el proceso de fomento de la seguridad en los pequeños Estados Insulares del Caribe. La participación del Banco Mundial es uno de los ejemplos en el ámbito institucional multilateral que es fundamental en la estructura de gestión de la seguridad tal y como la describe el Profesor Ferguson.

 Unidad de Desarrollo Sostenible y Medio Ambiente de la OEA, Mark Lambrides:

 El señor Lambrides trato el tema del suministro de energía en el Caribe, estableciendo una clara relación entre la gestión adecuada de la energía y la sostenibilidad ambiental y la seguridad energética. Destacó los siguientes puntos centrales en cuanto a la seguridad energética de los pequeños Estados Insulares:  

    1. Suministro de combustible: puede verse interrumpido debido a peligros naturales y problemas de transporte.
    2. Fluctuaciones en el precio del combustible: pueden precisar un aumento de los costos de energía que a su vez pueden provocar malestar social y dificultades económicas.
    3. Impactos de los cambios climáticos: causarían, entre otros, el aumento del nivel del mar y aumentarían la frecuencia y/o fuerza de los peligros naturales.

El señor Lambrides sugirió que el enfoque más viable para abordar estas preocupaciones y reducir la vulnerabilidad en el ámbito energético sería a través de la diversificación y la conservación de los recursos energéticos. Recordó que en 1999, Santa Lucia se comprometió a convertirse en un País de Demostración de Energías Limpias. Con este propósito, Santa Lucia, conjuntamente con el Instituto del Clima, está preparando un Plan de Energía Sostenible y está recibiendo asistencia de varios organismos internacionales, incluida la OEA.

El señor Lambrides también identificó las siguientes ventajas que conlleva la seguridad en materia energética:

    • Descensos significativos en el consumo de gasolina diesel y en las emisiones de gases de efecto invernadero;
    • Ahorros significativos en los costos, en todos los sectores económicos, debido a una reducción de la demanda y costos de energía más bajos; y
    • Diversificación del suministro de energía.

El señor Lambrides informó que la OEA cuenta con una iniciativa para promover una Iniciativa Regional de Energía Sostenible en el Caribe que está orientada hacia las fuentes de energía renovable en las naciones del Caribe. Indicó que esta iniciativa incluye políticas energéticas y el análisis y reforma de la reglamentación en esta materia, una mayor cooperación entre los sectores público y privado, la difusión de información y el aumento de la capacidad, y la gestión de proyectos que cuentan con la asistencia del GEF.

Counterpart International, Señor Stanley Hosie:

El señor Stanley Hosie informó a la reunión sobre el principal propósito de Counterpart International, indicando que esta organización se centra fundamentalmente en la creación de estructuras que asisten a los pequeños Estados Insulares en el proceso de autodeterminación, a través de la formulación de políticas, su ejecución, y el aumento de capacidad en el ámbito local / comunitario. Este propósito también se centra en la adopción de medidas para que los Estados puedan sostenerse por sí mismos, prestando especial atención a su seguridad económica, y se basa en las siguientes consideraciones prácticas:

1. la autosuficiencia energética es necesaria para los Estados Insulares;

2. una campaña de relaciones públicas es fundamental para informar al público sobre la realidad de la situación de los pequeños Estados Insulares a efectos de lograr el apoyo internacional.

3. los programas de reforestación para alimentos e ingresos deberán ejecutarse y mantenerse en el ámbito de la comunidad.

La presentación del señor Hosie puso de relieve que existe una relación indeleble entre la seguridad de una nación y la capacidad de su gente de contribuir a su propio bienestar, incluidas las áreas de la salud, la sostenibilidad ambiental y la viabilidad económica.

Instituto del Clima, John Topping:

El señor John Topping del Instituto del Clima centró su presentación en la relación entre el control climatológico y la seguridad de los pequeños Estados Insulares, y destacó la iniciativa de sostenibilidad de Santa Lucia como ejemplar y de efectos posiblemente de gran alcance. El señor Topping sugirió que:

  1. las emisiones regionales en los Estados Unidos tienen un impacto directo, inmediato y drástico en los Estados Insulares del Caribe; y
  2. es posible lograr una transformación drástica en el ámbito energético y emisiones de energía cero.

Consideración de enfoques para abordar las preocupaciones especiales de seguridad de los pequeños Estados

Aspectos comerciales y económicos: Representante Permanente de Jamaica, Embajador Richard L. Bernal

El Embajador Bernal abordó la vulnerabilidad de las economías pequeñas en desarrollo en el ámbito de un mercado global más amplio. Subrayó que los pequeños países, en cuanto a población, también son con frecuencia los que tienen la mínima superficie de tierra y los niveles absolutos más bajos de producto nacional bruto (PNB), y que la adaptación de su capacidad se ve limitada y la diversificación y modernización son difíciles, siendo por lo tanto más vulnerables. El Embajador Bernal destacó las siguientes características peculiares y vulnerabilidades de las economías pequeñas:

-elevado nivel de apertura
-concentración en las exportaciones
-volatilidad
-inestabilidad de las exportaciones
-volatilidad de los flujos de capital
-susceptibilidad a desastres naturales
-capacidad de adaptación limitada

El Embajador Bernal sostuvo que a pesar de sus limitaciones, las economías pequeñas pueden sacar provecho de la economía hemisférica y contribuir a la misma. Sugirió que esto puede lograrse a través de la adopción de medidas para integrar a las economías pequeñas en el proceso del Área de Libre Comercio de las Américas (ALCA) que tengan en cuenta sus pequeñas economías y situaciones económicas especiales, y que estas medidas deberían incluir obligaciones especiales, la ejecución por etapas y asistencia técnica.

Desarrollo Sostenible y Turismo – medio ambiente, desastres naturales y gestión de los recursos naturales: Representante Permanente de Antigua y Barbuda, Embajador Lionel A. Hurst

En su presentación5, el Embajador Hurst ilustró el vínculo entre la seguridad económica y ambiental de los pequeños Estados Insulares y la industria del turismo, proponiendo que la formulación de una política de desarrollo sostenible es un primer paso necesario para asegurar esa seguridad. En el contexto de la seguridad ambiental, el Embajador Hurst se refirió al calentamiento de la Tierra como una gran amenaza, ya que destruye los recursos naturales y, por lo tanto, amenaza tanto la seguridad ambiental como la económica. El Embajador Hurst indicó que la seguridad en los pequeños Estados Insulares puede mejorarse por medio de la aplicación del modelo de gestión descrito por el Profesor Ferguson. El Embajador hizo las siguientes propuestas al respecto:

  • la planificación anticipada de huracanes, sequías, inundaciones y otros fenómenos naturales, como un esfuerzo de cooperación conjunta en la que participan la sociedad civil y el ejercito;
  • el establecimiento de un fondo previo y posterior a los desastres para ayudar a los Estados más pequeños a responder de forma eficaz ante los desafíos que plantea este nuevo fenómeno; y
  • la gestión de una base de recursos escasa, incluido el medio ambiente.

Dentro del contexto del desarrollo sostenible y el turismo, el Embajador Hurst destacó los riesgos asociados con la fiebre aftosa y explico la manera en que puede destruir la industria del turismo de un pequeño Estado Insular y, por consiguiente, su viabilidad económica y estabilidad social.

Salud, tráfico ilícito de drogas y actividades delictivas relacionadas: Representante Permanente de Barbados, Embajador Michael I. King.

La presentación del Embajador King se centró en dos asuntos que representan una amenaza para la seguridad de los pequeños Estados Insulares: la epidemia del VIH/SIDA, y el comercio ilícito de drogas y las actividades delictivas relacionadas con el mismo.

El Embajador King indicó que el VIH/SIDA pueden tener un impacto devastador en las esferas económica, social, psicológica y de desarrollo de las actividades del Estado, afectando el desarrollo nacional a largo plazo, aumentando los costos de salud, la pérdida de turismo, desestabilizando la sociedad y la economía y diezmando los recursos humanos. Propuso que los pequeños Estados Insulares pueden remediar esta situación mediante un enfoque integral y sostenido de este tema, el cual debería incluir la colaboración con socios internacionales para recibir apoyo técnico y financiero.

El Embajador King indicó que el comercio ilícito de drogas es una grave amenaza para la sociedad civil y que conlleva de forma directa la destrucción humana y la corrupción de individuos y sistemas, ya que fomenta las actividades delictivas, la violencia armada y la revolución, el terrorismo, la extorsión, los asesinatos relacionados con el narcotráfico y el lavado de activos. El Embajador King también señaló que esta amenaza es de carácter transnacional y transfronterizo y que, por lo tanto, tiene consecuencias internacionales y justifica la cooperación multilateral coordinada y sostenida.

El Embajador King concluyó que estos temas son motivo especial de preocupación de los pequeños Estados Insulares dada su incapacidad de hacer frente a los desafíos que plantean debido a sus escasos recursos y su inherente vulnerabilidad y volatilidad.

Democracia: Representante Permanente de Guyana, Embajador Odeen Ismael 

En su presentación, el Embajador Ismael resumió la correlación entre varios aspectos del desarrollo social y económico y el mantenimiento de la democracia, demostrando la forma en que esto es fundamental para la seguridad nacional, especialmente en el caso de los pequeños Estados. El Embajador Ismael recomendó la diversificación, por ser un aspecto fundamental para mejorar el desarrollo económico y la estabilidad, y reiteró la solicitud de la CARICOM de establecer un fondo regional para la integración en el proceso del ALCA. El Embajador Ismael concluyó que las democracias estables en los pequeños Estados contribuyen a la seguridad regional y hemisférica y que, por lo tanto, es necesario realizar esfuerzos y adoptar medidas de colaboración entre todos los Estados del Hemisferio con este propósito.

 Preguntas y respuestas

 Las delegaciones mostraron su agradecimiento por las presentaciones de los oradores invitados y plantearon varias preguntas. Las siguientes delegaciones abordaron diversos aspectos de las presentaciones: Antigua y Barbuda, Barbados, Belice, Bolivia, Canadá, El Salvador, Grenada, México, St. Kitts y Nevis, y Estados Unidos. Las delegaciones también reconocieron el carácter multidimensional de la seguridad en el Hemisferio y el impacto particular sobre los pequeños Estados Insulares, aunque no todos los Estados consideraron que todas las amenazas de seguridad identificadas por los pequeños Estados son aplicables a sus situaciones particulares. Se sugirió que la Comisión de Seguridad Hemisférica encomiende mandatos claros sobre la forma en que se deben abordar estas preocupaciones, trabajando estrechamente con la Comisión Interamericana para el Control del Abuso de Drogas y la Unidad de Desarrollo Sostenible y Medio Ambiente de la OEA.

Segunda Reunión de Alto Nivel sobre las preocupaciones especiales de seguridad de los pequeños Estados Insulares

 El Embajador Johnny propuso que el temario de la segunda reunión de alto nivel incluya incluir la consideración de un modelo de gestión de seguridad basado en la propuesta del Profesor Ferguson, y que también se podría establecer una nueva definición del concepto de seguridad que incluya las preocupaciones especiales de seguridad de los pequeños Estados Insulares. También se propuso que la segunda reunión de alto nivel se celebre en Barbados el próximo mes de junio, justo antes del Trigésimo Segundo Período Ordinario de Sesiones de la Asamblea General. Estas propuestas fueron aceptadas por la Comisión.

Informes de la Secretaría General

La Comisión tomó nota de dos informes presentados por la Secretaría General: 

  1. Informe actualizado sobre las actividades realizadas por la Secretaría General en respuesta a las preocupaciones especiales de seguridad de los pequeños Estados Insulares.6
  2. Nuevos desafíos en materia de seguridad que afectan al Hemisferio: Promoción de la sensibilización pública.7

PRÓXIMAS MEDIDAS:

La reunión concluyó con un consenso respecto a lo siguiente:

  1. La celebración de la Segunda Reunión de Alto Nivel, de conformidad con lo propuesto por el Presidente.
  2. El desarrollo de mecanismos claros para adoptar medidas de cooperación entre los Estados del Hemisferio que aborden estas preocupaciones de seguridad.
  3. El desarrollo de medidas específicas para la ejecución del modelo de gestión de la seguridad tal y como lo propone el Profesor Ferguson.
  4. La Comisión de Seguridad Hemisférica deberá trabajar más estrechamente con la Secretaría General y los órganos, organismos y entidades interamericanas que trabajan en los campos correspondientes, tales como el desarrollo sostenible, el medio ambiente, las energías nuevas y renovables, el tráfico de drogas, etc.

Los miembros también acordaron que la Comisión deberá considerar las siguientes propuestas:

  1. Una mejor planificación, a largo plazo y más eficaz para huracanes, sequías, inundaciones y otros fenómenos naturales, que deberá contar con la participación de la sociedad civil y el ejército.
  2. El establecimiento de un fondo previo y posterior a los desastres para ayudar a los Estados más pequeños a responder de una forma más eficaz ante los desafíos que plantea este nuevo fenómeno.
  3. El establecimiento de un fondo regional para la integración en el proceso del ALCA.
  4. Una mejor gestión de la escasa base de recursos, incluido el medio ambiente.

IV. CONCLUSIÓN

De las preocupaciones comunes expresadas por los Estados Miembros sobre este tema puede deducirse que la base para una nueva conceptualización de la seguridad en el Hemisferio se está formando rápidamente, y que se centrará en las amenazas nuevas y no tradicionales a la estabilidad de una nación; un concepto multidimensional respaldado por 34 Estados, independientemente de su formación económica, geográfica, social y cultural; una definición realista que reconozca la seguridad del Estado particular como un imperativo para la seguridad del Hemisferio. También puede llegarse a la conclusión de que los Estados Miembros están interesados y comprometidos en desarrollar y ejecutar enfoques prácticos comunes en materia de seguridad, los cuales incluyen un modelo de gestión que tiene por objeto abordar las preocupaciones de seguridad de los pequeños Estados Insulares en el marco de la OEA.

24 de abril de 2001

Dwight Fitzerald Bramble
Relator

ANEXO I

PRESENTACIÓN PRINCIPAL

"UN MODELO DE GESTIÓN DE SEGURIDAD PARA LOS PEQUEÑOS ESTADOS"

Dr. Tyrone Ferguson
Conferenciante Superior
Instituto de Relaciones Internacionales, Universidad de las Indias Occidentales

UN MODELO DE GESTIÓN DE SEGURIDAD PARA LOS PEQUEÑOS ESTADOS

Desde que esta Comisión empezó sus deliberaciones sobre las preocupaciones especiales de seguridad de los pequeños Estados Insulares del Caribe en 1996, la mayor parte de sus esfuerzos atención se han centrado en explorar la esencia de la nueva problemática de la seguridad con la que se enfrentan en el período contemporáneo. Se ha alcanzado un amplio consenso respecto al carácter multidimensional del fenómeno. Hoy, no es mi intención cruzar nuevamente este campo trillado.

En vez de eso, voy a centrar mis comentarios en la pregunta lógica que surge de lo anteriormente mencionado. Y esa pregunta está relacionada con la gestión eficaz de la nueva seguridad en las circunstancias de estos pequeños Estados Insulares del Caribe. Hasta la fecha, esta pregunta no se ha tratado de forma concentrada. Esto no pretende ser una crítica; de hecho, era de esperar. Enfrentándonos a un fenómeno lógicamente nuevo, el primer objetivo era lograr una comprensión conceptual lo más plena posible. Esta es una labor previa y necesaria antes de poder embarcarnos en el desarrollo de marcos de gestión en mayor profundidad. Creo que es el momento es apropiado para empezar ese proceso de una forma más substantiva que la utilizada hasta la fecha.

 En los últimos años, la formulación de políticas en el Caribe ha demostrado que hay una mayor conciencia de que la gravedad, severidad y alcance de una seguridad cambiante requieren modelos y enfoques totalmente novedosos en cuanto a su gestión. A su vez, en aquellos casos en que prevalecen las preocupaciones tradicionales de seguridad – y sin duda alguna no han desaparecido para algunos de estos Estados – los mecanismos existentes, complementados con los enfoques y acuerdos de fomento de la seguridad a los que esta Comisión ha dedicado tanto tiempo en los últimos años, constituyen una fuente disponible de recursos.

 Desde la perspectiva de la nueva seguridad, está claro que en el Caribe se han adoptado algunas políticas de carácter estratégico. En este sentido, los Estados del Caribe se han embarcado en una campaña coherente de actividades en el ámbito diplomático a efectos de lograr el reconocimiento internacional de las circunstancias especiales de los pequeños Estados. Sus actividades coordinadas en contextos institucionales mundiales, tales como la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Medio Ambiente y el Desarrollo (CNUMAD) y la celebración de la Conferencia de los pequeños Estados Insulares en Desarrollo (SIDS) en Barbados en 1995, así como sus esfuerzos exitosos en el marco de las actuales negociaciones del ALCA para que aborden específicamente las preocupaciones de los pequeños Estados, deben observarse dentro de este marco. Además, la labor de colaboración realizada por la Secretaría del Commonwealth y el Banco Mundial respecto a las características especiales y la vulnerabilidad de los pequeños Estados nace precisamente de una iniciativa caribeña. Asimismo, en su Vigésimo Primera Cumbre de la CARICOM en julio de 2000, los Jefes de Gobierno del Caribe tomaron la decisión de aprovechar la ocasión de la Cumbre del Milenio de las Naciones Unidas para "poner en juego ... una perspectiva del Caribe en particular sobre la manera en que la Organización puede responder mejor ante las preocupaciones de desarrollo y de seguridad de los pequeños Estados".

 Entre las premisas fundamentales de una nueva orientación política se encuentran la insuficiencia de la gestión de seguridad unilateral basada en el ámbito nacional, en el contexto de un pequeño Estado. El argumento aquí no es que la gestión de la seguridad no debe empezar en el ámbito interno. De lo contrario, es que la gestión interna por sí sola no es suficiente en las circunstancias radicalmente diferentes del desafío de la seguridad. Para empezar, muchas de las nuevas cuestiones relacionadas con la seguridad son básicamente preocupaciones de carácter global o transnacional. Esta es la cualidad fundamental de dichas cuestiones, tales como el medio ambiente, el VIH/SIDA, el tráfico de drogas. Para abordarlas de una forma eficaz, es indispensable un elevado nivel de cooperación entre naciones. En gran medida, los sistemas de gobernanza en áreas sectoriales como estas se basan necesariamente en esfuerzos e iniciativas de carácter transfronterizo. Además, los pequeños Estados en desarrollo se enfrentan al problema de unos recursos y una capacidad general muy limitados cuando procuran abordarlas por sí solos. Otra consideración – y fundamental – que agrava la gestión de la seguridad de forma particular es que un mayor número de cuestiones, tareas, actores y organismos internacionales participan en el proceso.

 En un análisis final, por lo tanto, la gestión de la seguridad deberá ser un proceso de varios niveles o varios ámbitos en el que se adoptarán medidas estructuradas y coherentes en los ámbitos nacional, bilateral, regional y mundial. La gestión de la seguridad en varios ámbitos supone una división coherente de las tareas, funciones y responsabilidades entre los diferentes ámbitos. Si bien las iniciativas que se adopten en cualquiera de estos ámbitos constituyen una serie de actividades y plataformas de acción diferenciadas, no son iniciativas autónomas. Más bien, deberían considerarse actividades interactivas e interdependientes, formuladas sobre la base de una conceptualización holística e integrada de las soluciones y los planes de acción adjuntos que se han definido.

 En la medida en que las iniciativas internas serán una de las principales bases del enfoque de varios ámbitos necesario para la gestión de la seguridad, entonces, una preocupación inmediata será abordar la situación interna existente. La gestión eficaz a este nivel requiere conocimientos especializados, instituciones, tecnología y financiamiento – en otras palabras, capacidad – junto con una política claramente definida.

 Bajo el concepto tradicional de la seguridad, las bases institucionales de la gestión estaban comprensiblemente restringidas al ejército y la clase diplomática. Además, por su propia naturaleza, requería un proceso de adopción de decisiones sumamente cerrado y un espíritu de confidencialidad. Si bien estas consideraciones continúan siendo pertinentes para el componente tradicional de la seguridad expandida, no lo son tanto en cuanto a las nuevas preocupaciones de seguridad. Debe procurarse un enfoque institucional totalmente novedoso. Conllevará una expansión considerable de las instituciones que ya desempeñan un papel, que deberá concordar con la gama de áreas sectoriales de seguridad que han ido surgiendo. También supondrá un proceso coherente de coordinación interinstitucional entre los diferentes sectores y organismos de seguridad. Fundamentalmente, también se basará en una participación más amplia, incluyendo actores no estatales en el proceso de gestión.

 Pero, aparte de la cuestión institucional, el punto central de la gestión de la nueva seguridad que se precisa tiene que ver con el tema de la capacidad de los pequeños Estados en su sentido más amplio. La pequeñez está axiomáticamente relacionada con capacidad limitada. Desde el punto de vista de la nueva seguridad, el alcance, extensión e intensidad de los requisitos de capacidad aumentan exponencialmente en proporción con la seguridad compuesta de las amenazas que se deben gestionar. Por lo tanto, se convierte en una cuestión de equipar en un grado mínimo a los pequeños Estados del Caribe en las áreas de financiamiento, conocimientos especializados, capacidad reglamentaria y legislativa adecuada y tecnología de la información, para que puedan abordar con mayor credibilidad los nuevos desafíos de seguridad. Puesto que deben hacer frente a una escasez grave de recursos, las contribuciones externas tienen una importancia fundamental en este sentido.

 Por lo tanto, si la gestión unilateral en el ámbito nacional es, en última instancia, insuficiente – incluso cuando continúa siendo una parte necesaria del proceso – entonces la gobernanza multilateral desempeña un papel importante. Con este propósito, desde el punto de vista estratégico, la gobernanza regional de la nueva seguridad se convierte en algo indispensable en el contexto del Caribe. En otras palabras, el próximo nivel de la gestión de seguridad deberá basarse en el ámbito regional.

 Cuando se intenta desarrollar un modelo de gestión que funcione sobre una base regional, primero se deben abordar y solucionar dos cuestiones fundamentales. La primera está relacionada con su alcance participativo – otra manera de decir: ¿qué Estados del Caribe deberían participar? En cierto modo, la respuesta a esta pregunta se da a entender en el enfoque de la OEA sobre las preocupaciones especiales de seguridad de los "pequeños Estados Insulares". Esto corresponde a una estrecha delimitación específica para el Caribe, la cual facilita una concepción clara y coherente de los intereses de seguridad comunes y compartidos con respecto a los Estados involucrados.

 La segunda preocupación vital está relacionada con las fronteras de la nueva seguridad sobre la que estamos hablando. La esencia multidimensional del fenómeno abarca, aparte de la seguridad tradicional, nuevas cuestiones relacionadas con preocupaciones de carácter político, económico, ambiental y social, incluida la pobreza, el azote de las drogas y, en relación con esta última, las tasas ascendentes de la delincuencia asociada con el comercio de drogas. A mi parecer, la amenaza del VIH/SIDA debe elevarse a la categoría de principales preocupaciones de seguridad para los pequeños Estados del Caribe. Se ha alcanzado un consenso internacional de que representa una amenaza para la seguridad mundial, y los Estados del Caribe se ven gravemente afectados en este sentido.

 Cuando no hay un consenso estable respecto a toda la gama de cuestiones que esta concepción multisectorial debe abarcar de manera realista, la mayor preocupación guarda una estrecha relación con el tema de la gestión.

 Desde esta perspectiva, por lo tanto, el argumento es a favor de un marco de gestión, en primer lugar, que se limite a sí mismo a una serie breve de preocupaciones fundamentales de seguridad no tradicionales. Dicho de otra manera, el argumento es a favor de un proceso de priorización. Las tres preocupaciones que parecen distinguirse por si mismas son las drogas y las actividades delictivas relacionadas, el VIH/SIDA y el medio ambiente y, en consideraciones posteriores, las cuestiones ambientales más urgentes, tales como los desastres naturales y el cambio climático.

 Un enfoque regional para la seguridad del Caribe no es nada nuevo. El Sistema de Seguridad Regional se estableció en 1982 con el propósito expreso de abordar las preocupaciones tradicionales de seguridad de algunos de los países más pequeños del Caribe. Es verdad que no fue una iniciativa que abarcara todo el Caribe, ni en el sentido conceptual ni en el práctico, ya que los principales Estados de Guyana, Trinidad y Tobago, y Jamaica – no eran miembros. No obstante, su clara importancia en la coyuntura actual es que sirve de precedente para la gobernanza regional de la seguridad.

Varios factores importantes justifican el desarrollo de un marco de gobernanza regional en el Caribe. En primer lugar, se encuentra el factor flagrante de una capacidad interna inadecuada. En segundo lugar, existen una identidad y unos elementos comunes en los problemas de seguridad que están relacionados con su categoría de pequeños Estados. En tercer lugar, la historia y el principio de regionalismo han caracterizado las relaciones entre los países del Caribe. Cuarto, la gobernanza regional podría ayudar de manera práctica a abordar las serias amenazas a la soberanía de los Estados del Caribe que provienen de tantas fuentes y direcciones – sean los barones de la droga, las instituciones económicas mundiales, la tecnología de la información (IT). Una quinta justificación – y trascendental – está relacionada con la implicación vital e indispensable de los Estados Unidos en la seguridad del Caribe, con el peligro de que los países en particular se vean abrumados con el poder abrumador de esta superpotencia.

 El imperativo de la gobernanza regional de la nueva seguridad no ha recibido, hasta hace relativamente poco, con toda franqueza, la atención especial y coordinada que merece por parte de los principales responsables de la formulación de políticas en el Caribe. Esto, en esencia, es el principal desafío en la formulación de políticas de seguridad en el Caribe en el actual escenario mundial.

 No obstante, habiendo mencionado esta falta de políticas, la realidad es que, desde el punto de vista conceptual, la nueva seguridad se encuentra en una etapa de desarrollo relativamente temprana. En este sentido, no hay un consenso claro, ni entre la comunidad académica. Y puesto que la claridad conceptual es un requisito previo indispensable para la formulación de políticas y el desarrollo de actividades y programas, entonces esta gran brecha es menor medida el resultado de la falta de políticas y en mayor medida consecuencia de la dificultad de comprender plenamente el concepto de este complejo fenómeno. El hecho es que incluso en los contextos avanzados de los grandes Estados, hay un debate permanente sobre las políticas óptimas y las respuestas operacionales para la nueva seguridad.

 Otra ventaja fundamental de la gobernanza regional en el escenario de la nueva seguridad está relacionada con el dilema de la soberanía. Los pequeños Estados han sido históricamente especialmente vulnerables al cercenamiento de sus derechos de soberanía tradicionales. Pero la situación se ha visto agravada con la política económica de la globalización.

 El desafío que representa para la soberanía se basa sobre diversas consideraciones: las realidades de interdependencia y globalización, la presencia omnipresente y revolucionaría de la tecnología de la información, la tendencia hacia la creación de bloques mega-económicos regionales, un humanitarismo universal emergente. En particular, respecto a los pequeños países en desarrollo, otros dos factores desempeñan un papel: primero, la usurpación de las políticas autoritarias por las instituciones económicas mundiales, y, segundo, las nuevas amenazas de seguridad con las que se enfrentan. El impacto acumulado de estos factores para los pequeños Estados ha sido la caída de las fronteras nacionales a efectos de menoscabar su autonomía en la formulación de políticas y, en última instancia, poner en duda su soberanía

 Los pequeños países del Caribe deben ser particularmente cautelosos en la forma en que enfocan esta cuestión fundamental. La soberanía está siendo claramente reconceptualizada de forma gradual, tanto si nos gusta como no, para adaptarla a las condiciones, la dinámica y los imperativos cambiantes del contexto contemporáneo. Estos países deben observar la gobernanza regional de la nueva seguridad como una manera práctica y pragmática de optar por una idea de soberanía regional compartida entre ellos mismos, lo cual significa la integración de soberanías nacionales individuales en áreas definidas con miras a fortalecer su capacidad de funcionar con cierto nivel de credibilidad y soportar la presión y las amenazas de cualquier tipo.

 Si bien el enfoque regional representa una mejor gestión de la nueva seguridad con respecto a la gestión unilateral en el ámbito interno, éste debe observarse como el punto central de un multilateralismo general de la gobernanza de la seguridad. En este sentido, una cuestión principal está relacionada con el papel de los Estados Unidos en este proceso. La verdad es que Estados Unidos está inextricablemente interesado en la seguridad del Caribe. Estados Unidos es, sin duda alguna, el aspecto más importante de la realidad hemisférica – así es, les guste o no a los países del Caribe. En estos momentos, además, es la única superpotencia mundial. Y, en la medida que tiene un interés estratégico identificable en cualquiera de las preocupaciones de seguridad a las que se enfrentan los países del Caribe – como, por ejemplo, en el área del tráfico de drogas – deberá ser incluido de forma decisiva en el proceso de gestión.

 La Cumbre del Caribe y Estados Unidos de mayo de 1997 proporciona, en parte, el modelo de integración y gestión de las políticas de seguridad que los países del Caribe deberían mantener en relación con la participación de los Estados Unidos. El diálogo a nivel de cumbre, con un temario substancialmente influenciado por los países del Caribe, indica lo que puede lograrse cuando estos países actúan de forma conjunta. Tanto en la Declaración de Principios de Bridgetown como en el Plan de Acción, se destaca el principio rector de la acción coordinada y de la cooperación. Fundamentalmente, también estableció el mecanismo institucional de consultas anuales Caribe/ Estados Unidos al alto nivel de Ministros de Relaciones Exteriores/Secretario de Estado. El argumento aquí no es que este proceso resuelva de forma irrevocable todos los problemas de las relaciones Caribe/Estados Unidos. En vez de eso, es un paso hacia delante definido y necesario, y una gran mejora si uno tiene en cuenta el proceso bilateral desigual e incluso la postura americana de abandono o de intervención selectiva solamente cuando se ven afectados sus intereses. Lo que es necesario en la parte del Caribe es asegurar el mantenimiento del proceso de diálogo institucional, para profundizarlo con el tiempo y demostrar un nivel de madurez, preparación y política unida que fomentará un mayor respeto hacia estos países por parte de Estados Unidos.

 De conformidad con la anterior propuesta de que la gobernanza en varios ámbitos implica una división clara de las tareas, funciones y responsabilidades entre los diferentes ámbitos, el nivel regional de la gestión de la nueva seguridad deberá utilizarse como el marco principal para algunas actividades claramente definidas. En primer lugar, deberá ser el punto central absoluto de formulación de políticas de seguridad, con miras a desarrollar una política regional integrada sobre nueva seguridad. Segundo, deberá estar presente en la principal arena para la ejecución práctica de las decisiones de seguridad. Tercero, el nivel regional deberá ser la base principal de la cooperación Caribe/Estados Unidos necesaria en esta área. En este sentido, y en cuarto lugar, deberá además constituir el punto principal de negociación de la cooperación en materia de seguridad teniendo en cuenta los intereses extra-caribeños – tanto los Estados como las instituciones. Quinto, el marco regional es indispensable para algunas tareas operacionales definidas: cooperación policial, inteligencia, aduanas, organismos de inmigración, empresas regionales de capacitación en materia de nueva seguridad, así como el desarrollo de un sistema de bases de datos que incluya la recolección y difusión de información y datos.

 Más allá de la gobernanza regional fundamental, se prevé un proceso multilateral más amplio como un aspecto complementario integral de la gestión de seguridad en general. Este nivel multilateral se basa en algunas de las propiedades inherentes del nuevo panorama de seguridad y en la necesidad indispensable de una gobernanza amplia y global. Las cuestiones de seguridad mundial, tales como las relativas al medio amiente y las drogas, se administran de una manera más adecuada y eficaz desde el punto de vista global. Además, para los pequeños países, que tienen serias limitaciones de capacidad, incluso las iniciativas regionales no serán suficientes para abordar ciertas cuestiones. El nivel mundial asume una mayor importancia en este sentido. Es a este nivel que la cuestión de la capacidad puede abordarse de una manera más fácil en cuanto a la generación de recursos técnicos, financieros y otro tipo de apoyo para las iniciativas internas y regionales.

 Respecto a este nivel de gobernanza de la seguridad, cuando fuere posible, la arena institucional preferida para los pequeños Estados del Caribe serán las Naciones Unidas, respaldada en la actualidad por la organización hemisférica, la OEA, compartiendo las tareas de una forma estructurada y coherente. Las Naciones Unidas es de lejos la organización universal más representativa, donde las voces de los pequeños países son escuchadas y se actúa en base a éstas. Su alcance de interés substantivo es el de mayor alcance posible. Además, ha sido el foro que ha abordado de forma coordinada problemas tales como el medio ambiente y en el que se garantiza a los pequeños Estados que los resultados van a tener en consideración sus intereses específicos.

 En lo que respecta a las bases institucionales de la gobernanza de varios niveles, es necesario abordar diversas cuestiones fundamentales. Primero, este proceso de gestión plantea lógicamente preocupaciones significativas respecto a las condiciones. Será, por lo tanto, necesario establecer un mecanismo institucional de coordinación a nivel regional. Segundo, de manera similar a otras áreas sectoriales del regionalismo caribeño, dentro del contexto de la CARICOM, los Estados caribeños deberán considerar la creación formal de una Comisión Ministerial de Seguridad para fines de adopción de decisiones políticas y operacionales. Tercero, los procesos de adopción de decisiones a todos los niveles deberán tener en consideración la autonomía nacional general dentro del marco más amplio de la cooperación de varios ámbitos en materia de seguridad.

 La gestión de la nueva seguridad en el Caribe no será una empresa fácil. De hecho, debido a la falta de una comprensión conceptual aceptada, es demasiado temprano para ser categórico respecto a la fórmula y modelo operativo óptimos para una gestión eficaz del nuevo escenario de seguridad. Deberán realizarse análisis más rigurosos sobre los temas pertinentes, así como intercambios académicos y políticos más sólidos. Asimismo, no hay duda alguna de que nuestra comprensión preliminar del caso exige, por lo menos, algunas acciones claras.

 Primero, a nivel interno, es indispensable una reestructuración institucional considerable del proceso de gestión de seguridad. En segundo lugar, deben adoptarse decisiones respecto a la coordinación de las políticas de seguridad en el ámbito regional del Caribe. Tercero, el mecanismo institucional regional de gobernanza que lo acompañará deberá tener deliberadamente por objeto la credibilidad de la coordinación de políticas. Y cuarto, los países del Caribe deben mantener su campaña diplomática sobre el excepcionalismo de los pequeños Estados en general, y más específicamente en el ámbito de la seguridad.

ANEXO II

Presentaciones de enfoques para abordar las preocupaciones especiales
de seguridad de los pequeños Estados Insulares:

  1. Desarrollo Sostenible y Turismo – medio ambiente, desastres naturales y gestión de los recursos naturales: Representante Permanente de Antigua y Barbuda ante la OEA, Embajador Lionel A.Hurst
  2. Salud, tráfico ilícito de drogas y actividades delictivas relacionadas: Representante Permanente de Barbados ante la OEA, Embajador Michael King
  3. Democracia: Representante Permanente de Guyana ante la OEA, Embajador Odeen Ishmael
  4.  

Discurso del Embajador Lionel A. Hurst
Representante Permanente de Antigua y Barbuda ante la OEA

"Consideración de enfoques para de abordar las preocupaciones especiales de seguridad de los pequeños Estados Insulares: Desarrollo Sostenible y Turismo – Medio Ambiente, Desastres Naturales y Gestión de Recursos"

Nos complace empezar esta discusión con el modelo presentado hoy por el Profesor Ferguson, incluyendo los puntos principales de un modelo similar que varios expertos propusieron hace ya casi una década. La premisa básica en la que se fundamentan estos modelos es la visión multidimensional de la seguridad. Ayer, mientras participaba en la Asamblea de Delegados de la Junta Interamericana de Defensa, aprendí que este modelo no está limitado a los pequeños Estados Insulares. El Coronel Santaliza, de las Fuerzas Armadas de Chile, presentó un informe que recomiendo a todas las delegaciones aquí presentes.

 El nuevo modelo de seguridad

 De una manera similar a la del Profesor Ferguson, el coronel chileno planteó que los Estados de este Hemisferio se enfrentan a desafíos de seguridad que no podrán solucionarse con la aplicación de la fuerza militar. Sin embargo, la idea tradicional de la seguridad, es decir, la defensa del territorio ante las amenazas externas, continua siendo el paradigma dominante. Se requiere un cambio. La necesidad de cambiar el paradigma parece más aparente para los pequeños y vulnerables que para los grandes e invencibles. Para los pequeños Estados del Caribe, la seguridad económica y la seguridad ambiental son atributos primordiales – o pilares – en el modelo conceptual del Profesor Ferguson.

 Hoy, se me ha pedido hablar sobre el desarrollo sostenible y el turismo, mostrar el vínculo entre ambos y procurar explicar la forma en que nuestra seguridad está relacionada con la gestión de nuestros recursos naturales, incluido nuestro medio ambiente, y con la amenaza de seguridad que representan los desastres naturales. El antiguo paradigma tradicional de que las fuerzas armadas son el organismo responsable de la defensa también debe yuxtaponerse frente la postura moderna no tradicional de que las fuerzas armadas son un elemento más que proporciona conocimientos especializados en la gestión de los desastres naturales y en la gestión de los recursos naturales, y uno de los muchos actores que procuran proteger el medio ambiente.

 Definición: Seguridad económica

Primero, sin embargo, dos definiciones. Cuando nos referimos a la ‘seguridad económica’, no queremos insinuar una serie incambiable de variables y una situación fija en las relaciones económicas del Estado. Más bien, queremos sugerir una capacidad de vender y adquirir productos en el mercado internacional, y la libertad de hacer eso de una forma consecuente con el derecho internacional y libre de los mandatos de los grupos de Estados poderosos.

 Dado el carácter reglamentario del comercio mundial, en bienes y servicios, el pequeño Estado Insular quiere asegurarse de que las nuevas reglas no se imponen de una forma que pretende evitar que nuestras empresas vendan sus productos y servicios, o compren productos, o establezcan relaciones, negando a las pequeñas empresas el acceso a los instrumentos y mercados indispensables, y fácilmente disponibles para sus colegas más grandes. Dicho de otra manera, si el nivel de producción es el único factor que impide que los productos lleguen al mercado, entonces, el tamaño pequeño impide al pequeño Estado Insular ejercer uno de los derechos básicos de la soberanía y, por lo tanto, pone en peligro su seguridad económica.

Además, si las economías basadas en los servicios de los pequeños Estados Insulares no pueden vender sus servicios debido a las iniciativas de los Estados ricos que les impiden actuar libremente, entonces nuestra seguridad económica también corre peligro. Hago referencia a la iniciativa de la OCDE denominada ‘competencia fiscal perjudicial’, y los intentos de impedir nuestra entrada en el servicio bancario extraterritorial que en su día era del ámbito exclusivo de los pequeños Estados europeos.

 Definición: Seguridad ambiental

 La segunda parte de la ecuación que requiere una definición es la ‘seguridad ambiental’. Para que el pequeño Estado Insular pueda continuar existiendo como estado, sus escasos recursos deben mejorarse, no degradarse. Un medio ambiente natural y estable es un requisito para la supervivencia. Por ejemplo, para los Estados Insulares, dada la importancia de sus zonas costeras y recursos marinos, cualquier vandalismo que menoscabe la capacidad del pequeño Estado Insular de utilizar estos valiosísimos recursos constituirá una disminución de su seguridad y, por lo tanto, una interferencia con la soberanía del Estado. El vandalismo ambiental que pone en peligro un clima predecible, que aumenta excesivamente las temperaturas ambientales, que calienta la atmósfera de la Tierra y sus corrientes oceánicas, que aumenta la actividad de los huracanes, que destruye los arrecifes protegidos y diezma las áreas de reproducción de los peces, se considera un deterioro de nuestra seguridad ambiental.

 Calentamiento de la Tierra

 Antes de continuar, permítanme hacer una afirmación que mi delegación ha reiterado hasta la saciedad. El calentamiento de la Tierra es la mayor amenaza para la seguridad a la que se enfrenta la civilización americana. El vertido indiscriminado de 30 millones de toneladas de dióxido de carbono, otros gases de efecto invernadero y materias particulares en los cielos de nuestro planeta cada año es moralmente más injusto que el comercio de esclavos y el trabajo humano forzado que le siguió durante más de 200 años.

 El comercio de combustibles fósiles es un negocio de $4.000 millones de dólares al día. Esto es una cantidad de poder espantosa, que ha influido en la formulación de políticas en los Estados más ricos. Sabotear el Protocolo de Kyoto de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático es como firmar la sentencia de muerte para los Estados más vulnerables.

 La civilización americana debe encontrar rápidamente fuentes de energía no contaminantes, económicas y abundantes a las que pueda acceder todo el mundo. Mientras tanto, debemos limitar nuestras emisiones de gases nocivos, sabiendo que se precisarán 70 años para que los gases de efecto invernadero que emitimos hoy dejen de ser perjudiciales.

 Desarrollo sostenible y turismo

 En el verano de 1994, la primera Conferencia Mundial sobre el Desarrollo Sostenible de los Pequeños Estados Insulares en Desarrollo se celebró en Barbados, bajo los auspicios de las Naciones Unidas.

 Lo que se ha conseguido con el Plan de Acción emanado de la Conferencia de Barbados es que el desarrollo sostenible es la ambición de utilizar los recursos naturales hoy sin destruir la capacidad de las futuras generaciones de depender en los mismos. El turismo podría ser, por lo tanto, uno de los mejores métodos para el desarrollo sostenible. Si los recursos naturales de la isla se preservan indefinidamente, entonces se puede depender del turismo para siempre. Por otro lado, si esta generación consume o destruye los recursos naturales de los que depende el turismo, acabaremos efectivamente con la vida de esa industria ya que el atractivo indispensable de la industria son los recursos naturales de la isla.

 Nuestra seguridad está ligada a la gestión de nuestros recursos naturales, incluido el medio ambiente, y el fino hilo que los conecta puede cortarse con el simple acto de intentar vender el servicio del que dependemos. Es una paradoja. No hay solución militar para este desafío. Sin embargo, en nuestra pequeña isla hemos visto como una alianza estratégica entre los actores civiles y militares puede mejorar considerablemente nuestra capacidad de responder de forma eficaz ante muchos desafíos.

 Por ejemplo, nuestro pequeño Servicio de Guardacostas vigila nuestra zona costera, evitando que los pescadores saquen langostas pequeñas de su hábitat, preservando de ese modo un recurso natural del que depende la industria del turismo. Nuestro ejército patrulla las playas por la noche, evitando que las empresas de construcción sin escrúpulos saquen arena de las playas.

 La seguridad económica y la seguridad ambiental del pequeño Estado Insular guardan, por lo tanto, una relación inextricable con la industria del turismo, y estamos obligados inexorablemente a desarrollar una política de desarrollo sostenible.

 Fiebre aftosa

 Anoche, conecté con una estación de radio que emite programas de entrevistas desde el Caribe. La isla de la que procedía la transmisión depende del turismo para su sostenimiento económico. La discusión era sobre la fiebre aftosa en Europa. Según el veterinario, si esta enfermedad aparece en la isla, el turismo probablemente desaparecería durante un año. El gobierno del principal mercado del que provienen los turistas de esa isla, dijo, es probable que prohíba a sus ciudadanos visitar esa isla a efectos de prevenir que vuelvan a su país con las esporas o virus en sus zapatos o vestimenta y arriesgando de esta manera la infección de ganado en ese estado grande. Esto es aterrador.

 Los ciudadanos de un pequeño Estado Insular, en cuarentena y aislados del resto del mundo, ¿cómo podrán alimentarse, vestirse, educarse a sí mismos si ya no pueden vender su único producto, su único servicio, al resto del mundo? ¿Cómo? Y en eso reside nuestro nuevo desafío en materia de seguridad.

 Desastres naturales

 Quisiera finalizar abordando el componente de la gestión de los desastres naturales en la matriz de seguridad de los pequeños Estados Insulares, y ubicándolo directamente dentro del modelo que han presentado el Profesor Ferguson, sus predecesores y el Coronel Santaliza.

 Los años 90 han sido testimonio de una nueva agresividad de la naturaleza contra los pequeños Estados Insulares más vulnerables del Caribe. Mi propia isla, ha sido azotada por cinco huracanes importantes en los últimos cinco años. Entre 1920 y 1940, un período de 20 años, el Caribe ha sido testimonio de 70 tormentas y huracanes, o un promedio de 3,5 tormentas y huracanes por año. Entre 1940 y 1980, un período de cuarenta años, 196 tormentas y huracanes azotaron la región; el promedio subió a 5 por año. Durante la última década, hemos sido testimonio de 13 tormentas y huracanes cada año de promedio. Esperamos que esta tendencia continúe.

 ¿Pueden los gobiernos proteger mejor las vidas de los ciudadanos de los pequeños Estados Insulares frente a los caprichos de la naturaleza? ¿que sean menos inciertas y en gran manera mejoradas? ¿Podemos mejorar nuestra seguridad ante el aumento de los desastres naturales? Esa es la cuestión. Según el modelo del Profesor Ferguson, sí podemos. Tomemos el invierno, por ejemplo, es un período de temperaturas extremas durante el cual no crecen alimentos en los hemisferios del norte y del sur. Pero esas regiones han aprendido a planificar la producción y almacenamiento de alimentos durante ese período anual predecible.

 Nuestros oficiales civiles y militares han establecido una alianza estratégica que tiene por objeto ese mismo tipo de planificación anticipada para huracanes, sequías, inundaciones y otros fenómenos naturales. Nuestro ejército, que tiene experiencia en la preparación y respuesta de huracanes cuenta con un plan detallado que adopta en el momento en que se nos advierte que un huracán se está arremolinando en el Océano Atlántico. Cuando la preparación para el desastre es óptima, los resultados de la gestión de sus efectos también son óptimos.

 Si bien un huracán no se presta a una solución militar, hemos encontrado maneras de integrar nuestra fuerza militar en la gestión de desastres, expandiendo su mandato más allá de la idea tradicional de defensa del territorio.

 No obstante, los huracanes interrumpen nuestra capacidad de vender nuestro servicio. Por consiguiente, hemos propuesto la creación de un fondo previo y posterior a los desastres que se utilizará para ayudar a los estados más pequeños a responder con eficacia ante los desafíos que plantea este nuevo fenómeno. Solicitamos el apoyo de todas las delegaciones a esta iniciativa, la cual se ha incluido en el Plan de Acción de la Cumbre de Québec. El borrador de la Cumbre solicita un estudio, pero nosotros no procuramos la realización de un estudio, sino la implementación del Fondo.

 Conclusión

 Mi delegación opina que el desarrollo sostenible y el turismo guardan una estrecha relación con nuestra seguridad. Estamos convencidos de que la gestión de nuestra escasa base de recursos, incluido nuestro medio ambiente, asegurará que nuestros estados pequeños y vulnerables pueden prosperar en el futuro o mientras el sistema de nación-estado sobreviva. Las amenazas a nuestra supervivencia como estados soberanos no provienen de vecinos hostiles o conquistadores imperialistas. Nuestra soberanía se ve amenazada por sistemas ingeniados por otros actores inocentes, los cuales en su mayoría parecen ignorar que ponen en peligro nuestra libertad mientras disfrutan de las ventajas de la civilización.

 Si la civilización americana no cambia su curso, nuestras pequeñas islas padecerán el mismo destino que los canarios en la mina de carbón, a pesar de haber advertido en voz alta del peligro. Esperamos no convertirnos en las víctimas del éxito de los grandes estados. Esperamos que, contrariamente al Faraón, los responsables de adoptar decisiones en los Estados poderosos no endurezcan sus corazones. Esperamos que no se dejen deslumbrar por sus propias acciones y, que con la fuerza de Samson, eliminen los pilares que actualmente tienen la capacidad de destruir, poniendo en peligro a los pequeños y a los grandes Estados por igual. Gracias.

 

Discurso del Embajador Michael King
Representante Permanente de Barbados ante la OEA

 Sra. Presidenta:

 Voy a limitar mis comentarios a las preocupaciones de seguridad de los pequeños Estados Insulares relacionadas con el VIH/SIDA, el tráfico ilícito de drogas y las actividades delictivas relacionadas con el mismo.

 La seguridad hoy en día ya no puede observarse estrictamente desde el punto de vista de la preservación de la integridad territorial y la defensa de la soberanía nacional. Las amenazas y desafíos multidimensionales a los intereses nacionales en este período posterior a la Guerra Fría, requiere una perspectiva de seguridad nacional, regional, hemisférica e internacional más amplia y una respuesta eficaz y coordinada a las facetas múltiples de la seguridad a las que se enfrenta la comunidad de naciones. Dos áreas que son motivo de preocupación están relacionadas con la epidemia del VIH/SIDA que se está propagando en todo el mundo y el comercio ilícito de drogas y las actividades delictivas que guardan una estrecha relación con éste.

 El Gobierno de Barbados considera que la epidemia del HIV/SIDA tiene el potencial, si se deja de controlar, de destruir la civilización humana de la forma que la conocemos y, por lo tanto, es un asunto de máxima preocupación en materia de seguridad. De forma más inmediata, para Barbados, el impacto socio-económico del HIV/SIDA es de una importancia fundamental debido a la elevada tasa de mortalidad dentro del grupo de población entre los 26 y 40 años de edad.

 Reconociendo el posible impacto negativo que esta enfermedad mortal puede tener en las esferas económica, social, psicológica y de desarrollo de las actividades del Estado, Barbados ha tomado la iniciativa de abordar esta amenaza al más alto nivel político por medio del liderazgo directo y la coordinación de la Oficina del Primer Ministro.

 El Gobierno de Barbados ha asignado millones de dólares al lanzamiento de una batalla sostenible contra esta enfermedad devastadora con la esperanza de reducir la tasa de mortalidad en los próximos tres años.

 Si no logramos vencer o por lo menos reducir el impacto de esta enfermedad las consecuencias serán de gran alcance y devastadoras, especialmente para los pequeños Estados en el Hemisferio y en el mundo en general.

 Entre estas consecuencias se encuentran:

  1. Nuestro desarrollo nacional a largo plazo podría verse obstaculizado debido a una reducción proyectada en nuestra base de empleo productivo y el deterioro de la salud entre nuestros trabajadores;
  2. Nuestros costos de salud aumentarán, desviando de ese modo los escasos recursos financieros de otras formas fundamentales de desarrollo;
  3. Nuestra atracción como destino turístico podría verse comprometida;
  4. Nuestra estructura social, y la estabilidad y prosperidad económicas sin interrupción podrían verse gravemente amenazadas y esto podría crear malestar social e inestabilidad política; y
  5. Nuestro recurso más valioso – los hombres y mujeres productivos de hoy y los líderes del mañana – se destruiría en detrimento de nuestro estado-nación.

 Barbados es muy consciente de estas consecuencias e insta a todos los Estados a que consideren esta epidemia como una preocupación especial de seguridad que merece respuestas serias.

 Es imperativo que la atención que se preste a la amenaza del VIH/SIDA en este Hemisferio sea global y sostenida. No debemos permitir ser objeto de críticas por prestar atención esporádica a esta amenaza, dedicándole nuestra atención cuando se celebra una conferencia internacional y dejándole de prestar atención después de concluir las deliberaciones. Para hacer frente a esta epidemia, es indispensable un firme liderazgo y voluntad política, respaldados por programas de acción multilaterales e internacionales. Cuando colaboramos con nuestros socios internacionales debemos explorar todos los canales de apoyo técnico y financiero en las áreas de vigilancia epidemiológica, estudios de conducta e impacto económico, y explorar la adquisición de drogas en grandes cantidades para toda la región a efectos de reducir el costo del tratamiento.

 Otra preocupación de seguridad, que requiere nuestra atención, es el trágico ilícito de drogas. Voy a utilizar una cita de "Drogas y seguridad en una soberanía en estado de sitio" del Profesor Ivelaw Griffith "nada representa una mayor amenaza para la sociedad civil ... como el problema de las drogas, y nada ejemplifica mejor la impotencia de los gobiernos. Es un peligro que tiene varias dimensiones. En la base se encuentra la destrucción humana que conlleva la adicción a las drogas y la corrupción de individuos y sistemas por los enormes alicientes del comercio ilícito en sociedades relativamente pobres".

 Como todos sabemos, el tráfico ilícito de drogas y su relación con las actividades delictivas, la violencia armada, el tráfico de armas, la corrupción, la revolución armada, el terrorismo, la extorsión, los asesinatos relacionados con el narcotráfico y el lavado de dinero – entre otras amenazas – no son preocupaciones nuevas.

 Todos los Estados del Hemisferio – pequeños y grandes, poderosos y débiles – se han visto afectados por este flagelo, unos en mayor o menor medida que otros. Actualmente todos reconocemos firmemente que el comercio de las drogas no respeta las fronteras nacionales o la soberanía. En una amenaza internacional con características y consecuencias hemisféricas y regionales que justifican esfuerzos multilaterales de cooperación, coordinados y sostenidos. Ningún estado puede luchar solo esta guerra.

 Barbados aplaude la extraordinaria labor de la CICAD en abordar esta preocupación y promete su continuado apoyo a la Comisión en la medida que se esfuerza para asistir en la erradicación de la amenaza que representa para nuestra estabilidad, paz y seguridad en el Hemisferio. La evaluación que concluyó recientemente, y encabezada por la CICAD, es un ejemplo excelente de un esfuerzo multilateral, el cual es fundamental si queremos imponernos en nuestra lucha contra el comercio ilícito de drogas, la violencia y otras actividades delictivas consecuencia del mismo.

No puede haber ninguna duda de que para los Estados pequeños y más vulnerables del Hemisferio, la amenaza que representa el tráfico ilícito de drogas plantea desafíos y riesgos que podrían inundar su capacidad de respuesta y crear más presión sobre sus recursos limitados.

 En Barbados somos muy conscientes del impacto negativo que tienen el tráfico ilícito de drogas y las actividades delictivas relacionadas con el mismo en los pequeños Estados en desarrollo como el nuestro. Las áreas de especial preocupación incluyen:

    1. Deterioro de las ventajas económicas, sociales y políticas logradas durante años;
    2. Destrucción del tejido social de la sociedad;
    3. Destrucción de nuestro recurso productivo básico – nuestra población joven;
    4. Deterioro del clima de inversión del que dependen muchos pequeños Estados, y el cual, por cierto, se encuentra ahora amenazado por un frente totalmente diferente – la OECD;
    5. Desvío de recursos financieros para los programas y mecanismos de demanda y oferta, reduciendo de ese modo los fondos para otros aspectos del desarrollo nacional;
    6. Corrupción de los funcionarios públicos y la consecuente amenaza que representa para la democracia, la buena gestión de gobierno y la estabilidad;
    7. Creación de inestabilidad económica debido a la entrada de los productos del comercio de drogas y de las actividades de lavado de activos;
    8. La manifestación de un síndrome de dependencia entre nuestra juventud, apoyado por el 'dinero rápido' procedente del tráfico de drogas, alimentado por los retorcijones de la pobreza y por los elevados niveles de desempleo; y
    9. Deterioro del respecto de la ley y el orden público y la posibilidad de un desmoronamiento de la sociedad civil.

 Mientras que estas preocupaciones no se limitan de ninguna manera a los pequeños Estados, éstos son menos capaces de enfrentarse a estos desafíos debido a su falta de recursos y a su inherente vulnerabilidad y volatilidad.

 El tiempo no espera a nadie – y por extensión a ninguna nación – y por lo tanto es necesario que todos los Estados actúen ahora.

 Debemos esforzarnos en el desarrollo de un enfoque coordinado y de cooperación para abordar las amenazas multidimensionales y transnacionales que continúan causando estragos en nuestras sociedades y obstaculizando el desarrollo sostenible, la paz, la prosperidad y la supervivencia de nuestras naciones.

 Ningún recurso natural puede compararse con el recurso común más valioso de todos nuestros países – nuestra gente. Sin ella, ninguna nación puede nunca esperar hacer realidad su visión y objetivos estratégicos. El VIH/SIDA, las drogas ilícitas y las actividades delictivas relacionadas con las mismas representan una grave amenaza para este recurso.

 Por lo tanto, es fundamental asegurarnos que de nuestras deliberaciones de hoy surgen iniciativas decisivas y constructivas.

 Gracias, Señora Presidenta.

 

Discurso del Embajador Odeen Ishmael
Representante Permanente de Guyana ante la OEA

Señora Presidenta,

Nos reunimos hoy aquí en Washington para examinar las preocupaciones de seguridad de los pequeños estados en desarrollo. En mi breve presentación, deseo abordar algunas cuestiones que afectan el desarrollo de la democracia en los pequeños Estados de este Hemisferio, y en particular en los de la región del Caribe.

Estoy de acuerdo en que los pequeños Estados del Caribe se enfrentan a graves amenazas de seguridad relacionadas con el tráfico de estupefacientes, la entrada de armas pequeñas (incluso sofisticadas) de contrabando, tasas de delincuencia en ascenso y la deportación de extranjeros delincuentes de los países desarrollados. Pero lo que debemos tener siempre en cuenta es que, en estos países, todas estas amenazas a la seguridad nacional también representan serias amenazas para la democracia. La delincuencia debilita a la sociedad, creando una situación de inestabilidad que puede conducir a la caída de los gobiernos democráticos.

Pero hay otras cuestiones que afectan a la seguridad de los pequeños Estados en desarrollo. En la región del Caribe, las cuestiones económicas se han convertido en preocupaciones importantes. Durante varios años, hemos estado destacando la cuestión del banano en la medida que afecta de manera particular al Caribe Oriental, y no creo que haya nadie en esta audiencia que no conozca los problemas económicos que está generando en las islas afectadas.

Lo que debe entenderse es que la cuestión del banano es solamente uno de los temas que preocupan a la región. El mercado de arroz de Guyana está siendo motivo de preocupación debido a la caída de los precios del mercado. Y nuestra bauxita no ha logrado alcanzar precios del todo favorables. El efecto de todo esto es que los ingresos de muchos agricultores de arroz han descendido bruscamente y el desarrollo ha disminuido en las comunidades que dependen de la industria de la bauxita. A estas preocupaciones se les agrega el hecho de que el precio del oro – otra de nuestras exportaciones – en el mercado mundial también ha descendido. Muchos trabajadores en las industrias mineras de la bauxita y el oro han perdido su empleo y a esto se le han sumado los problemas sociales en las comunidades donde se encuentran estas industrias.

Esta claro que es necesario diversificar. Uno de los principales problemas en las sociedades tradicionales del Caribe es que, históricamente, la gente se ha resistido a la diversificación. Las personas que durante generaciones se han dedicado a una actividad económica particular, han desarrollado capacidades generalmente sólo para esa actividad económica, y se muestran indecisas a la hora de cambiar a una nueva ocupación. Por lo tanto, los gobiernos deben dedicar más esfuerzos en la educación y capacitación de nuestros trabajadores, y además crear incentivos para atraer a estos trabajadores hacia nuevas áreas del sector económico.

Lamentablemente, algunas iniciativas de diversificación han sido negativas. Ya estamos oyendo comentarios sobre personas que se ven privadas de sus medios de vida porque la caída del banano se está diversificando hacia el cultivo de marihuana. La marihuana tiene unos precios más lucrativos que el banano, y estos precios mismos actúan como un estupefaciente que fomenta este tipo de agricultura. A la larga, el resultado de todo esto es la pérdida de valores sociales, parece que la delincuencia se remunera, y las instituciones democráticas, alimentadas y construidas durante generaciones, de repente se ven cada vez más afectadas por el soborno y la corrupción. Las bases de la democracia son por lo tanto debilitadas y el equilibrio de esa democracia se convierte en un objetivo fácil para esas fuerzas que no tienen respeto alguno por las normas democráticas.

Este Hemisferio está concluyendo las preparaciones para la Tercera Cumbre de las Américas que se celebrará en la Ciudad de Québec, Canadá, el próximo mes. Las primeras dos Cumbres presentaron Planes de Acción, que de haber sido ejecutados habrían impulsado a todos nuestros países a un plano de desarrollo económico más elevado. La meta principal de las Cumbres anteriores era aliviar la pobreza. Pero el hecho es que, desde la celebración de esas Cumbre, nuestro hemisferio está experimentando un nivel más alto de pobreza. Además, los pequeños Estados en desarrollo continúan teniendo problemas en el desarrollo de su infraestructura, su base industrial y su nivel de productividad. A pesar de todo esto, se espera que compitan al mismo nivel con los Estados más grandes y más desarrollados en el Área de Libre Comercio de las Américas, que se espera que entre en funcionamiento en 2005. Si los pequeños Estados y economías no reciben una inyección de asistencia económica para desarrollar su infraestructura, su base social y sus niveles de productividad, éstos desaparecerán en el marco de un acuerdo de libre comercio. Aumentará el malestar social y esto representará una gran amenaza para los gobiernos democráticos en esos Estados. Las agitaciones de carácter antidemocrático en estos pequeños Estados y economías también se convertirán en una preocupación de seguridad para los Estados y las economías más grandes y desarrolladas de este Hemisferio.

 Esta es la razón por la cual debemos continuar solicitando el establecimiento de un Fondo Regional para la integración en el proceso del ALCA, a efectos de asistir a los estados y economías más pequeños. Este Fondo, que toma como modelo el fondo de desarrollo de la Unión Europea para sus propias economías débiles, promoverá el desarrollo dentro de las pequeñas economías de este Hemisferio y las hará económicamente más competitivas. Se desarrollarán economías más estables y sólidas y, como bien sabemos, las economías estables y sólidas ayudan a establecer democracias estables y sólidas.

 Pero incluso en la medida que nuestros pequeños estados y economías intentan desarrollarse económicamente por sí solos, existen fuerzas políticas que se aprovechan de las divisiones actuales entre esos estados para debilitar la gobernanza democrática. En mi país, así como en otros países en desarrollo de este Hemisferio, existen fuerzas del viejo orden de autoritarismo y despotismo que aún no están preparadas para aceptar la voluntad de la gente y las normas democráticas. Lo que no pueden ganar en las urnas electorales intentan arrebatarlo creando el malestar en las calles, tal y como se observó después de las recientes elecciones del 19 de marzo. Estas fuerzas utilizan el terrorismo descarado en sus diferentes formas y pisotean los derechos humanos y la dignidad de aquellos que no comparten sus ideas. Y encima de todo eso, hacen demandas excesivas al gobierno elegido por la mayoría de los ciudadanos. Yo digo esto: Ningún grupo debería utilizar su cultura, historia, religión, raíces étnicas o situación económica como excusa para pisotear los derechos humanos y hacer demandas poco razonables dentro de la misma sociedad.

 Mi país necesita la solidaridad de todas las naciones de este Hemisferio para apoyar nuestro proceso democrático y condenar todo los actos realizados por las fuerzas antidemocráticas, que tienen por objeto presionar a nuestra democracia en etapa crecimiento. Aquí no se plantea la cuestión de la interferencia en los asuntos internos de país. Si la democracia se interrumpe en mi país todo este Hemisferio se verá afectado de una forma u otra. Si bien todos nosotros en este Hemisferio defendemos el principio de no-interferencia, también deberíamos defender firmemente el principio de no-interferencia en nuestras relaciones internacionales. Tal y como indiqué en el Consejo Permanente ayer, ningún Estado Miembro de este Hemisferio puede mostrarse indiferente hacia los métodos ilícitos que están utilizando las fuerzas antidemocráticas para deteriorar al gobierno libremente elegido de Guyana.

 En la medida que consideramos las preocupaciones de seguridad de los pequeños Estados de este Hemisferio, debemos recordar siempre que las presiones sobre la democracia en algunos de estos Estados tendrán sin duda alguna un efecto negativo en la estabilidad regional y hemisférica. Por consiguiente, todas las fuerzas democráticas en nuestros países deben trabajar conjuntamente para promover, defender y fortalecer la democracia.

 Gracias.

ANEXO III

DISCURSOS DE LAS DELEGACIONES

1. Misión Permanente de El Salvador ante la OEA

 

DISCURSO PRONUNCIADO POR LA DELEGACION DE
EL SALVADOR EN LA REUNION DE LA COMISION DE SEGURIDAD HEMISFERICA
CONSAGRADA A LAS PREOCUPACIONES ESPECIALES DE SEGURIDAD
DE LOS PEQUEÑOS ESTADOS INSULARES

WASHINGTON, D.C., 30 DE MARZO DE 2001

 Señora Presidenta :

  • Los riesgos, amenazas y desafíos a que deben hacer frente los pequeños Estados insulares no se resuelven con mera ayuda presupuestaria, Sus preocupaciones especiales de seguridad demandan ante todo la voluntad política de los otros Estados del Hemisferio. Aún así, ha de reconocerse que existen imponderables.
  • A partir de dicha voluntad política de acción, podrán fortalecerse los mecanismos de colaboración entre nuestros Estados que reflejen con mayor profundidad la gravitación que cada vez más las preocupaciones especiales aludidas tienen en la agenda interamericana.
  • Es cuestión, pues, de sensibilidad, concientización, visión y criterio pragmático de que nuestros países están interrelacionados, a corto o largo plazo, directo o indirectamente, pero en todo caso de manera creciente.
  • Como se recuerda, los pequeños Estados insulares han impulsado la temática de sus preocupaciones especiales en la Organización en general, y en esta Comisión, en particular, desde hace muchos años, inclusive desde antes de que la última alcanzase un carácter permanente.
  • Así las cosas, la problemática ha sido objeto de relatorias, informes, estudios académicos, resoluciones, sesiones especiales y de la Reunión de alto nivel a la que nuestro país sirvió orgullosamente de sede, en febrero de 1998.
  • Tres años después, como cada año, hacemos este día un balance de lo actuado, con la intención de cimentar los cursos de acción que se concuerden como más convenientes, puesto que, como los antecedentes que hemos citado permiten constatar, se cuenta con un camino recorrido.
  • Los pequeños Estados insulares no están pidiendo que otros resuelvan las preocupaciones especiales de seguridad de ellos. Requieren, eso sí, del esfuerzo cooperativo de sus socios en el proceso de Cumbres de las Américas para identificar respuestas y fortalecer acciones orientadas a atender problemas que son de todos, en última instancia, puesto que inclusive otros actores regionales y extra-regionales, estatales y no estatales, tienen su propia responsabilidad y/o incidencia en las preocupaciones especiales que nos ocupan.
  • Las preocupaciones económicas, ambientales, políticas y sociales de los pequeños Estados insulares son muy concretas, según se desprende de las exposiciones y de los antecedentes conocidos. Dichas preocupaciones no responden a ningún ejercicio puramente intelectual, y las sienten y sufren en carne propia en un grado tal que para otros Estados miembros es difícil dimensionar, dadas las asimetrías de exensión territorial, población y recursos existentes.
  • Sabemos, y conviene reiterarlo, que las Declaraciones de Santiago y San Salvador sobre Medidas de Fomento de la Confianza y de la Seguridad consagran lo propio a fin de apoyar los esfuerzos de los pequeños Estados para atender sus preocupaciones especiales de seguridad. Los límites de ese ejercicio parecen evidenciarse.
  • Generar mayor conciencia y comprensión es lo que procura entonces esta reunión, desde el punto de vista político. Mas los destinatarios directos de algunas de las preocupaciones, ya sea políticas, económicas, sociales o ambientales de los pequeños Estados insulares pueden no encontrarse representados en esta sala.
  • En tanto centroamericanos, nos identificamos con ellos porque somos también del grupo de las economías más pequeñas. Por eso apoyamos la aplicación creciente, de la manera más adecuada y según las necesidades y condiciones de que se trate según los Estados en particular, de apoyo colectivo para atender las preocupaciones especiales de seguridad de los pequeños Estados insulares.
  • Recordamos que durante la reunión de Alto Nivel de 1998 la representación de Antigua y Barbuda, así como otras delegaciones, aludieron a los efectos de los desastres naturales, el cambio climático y la contaminación del Mar Caribe en la seguridad de los pequeños Estados insulares, incitando a la OEA a estudiar mecanismos concretos de solidaridad para esos efectos. Los desarrollos posteriores en esos campos confirman la gravedad de las consecuencias de esos problemas si no se atienden.
  • Lo citamos ya que de eso se trata: cooperación es lo que permitirá dar respuestas multivariadas a problemas multidimensionales en el Hemisferio.
  • Es satisfactorio constatar la interacción con los organismos internacionales en el tema que nos congrega hoy, y la naturaleza operativa de las medidas y mecanismos para fomentar la seguridad de los pequeños Estados. La coordinación, palabra clave, es la tarea permanente e inevitable. Estamos seguros que en función de sus intereses los pequeños Estados continuarán provocandola.
  • La II reunión de alto nivel sobre las preocupaciones especiales de seguridad de los pequeños Estados insulares es la cita que nos espera. Debemos prepararle resultados concretos.

 

Anexo IV

 PRESENTACIONES DE LA SECRETARÍA GENERAL

  1. Actividades de la Secretaría General en respuesta a las Preocupaciones Especiales de Seguridad de los Pequeños Estados Insulares – Oficina del Secretario General
  2. Propuestas para aumentar la sensibilización sobre las Preocupaciones Especiales de Seguridad de los Pequeños Estados Insulares – Departamento de Información Pública

 

Presentación de la Secretaría General,
Coordinador para Asuntos de Seguridad Hemisférica

Es un honor para mi hacer parte y contribuir a esta importante sesión de la Comisión de Seguridad Hemisférica dedicada a analizar los avances y retos frente a las preocupaciones especiales de seguridad de los pequeños Estados insulares, según fueron identificadas en la Reunión de Alto Nivel, celebrada en San Salvador en febrero de 1998, y en la Sesión Especial de la Comisión de Seguridad Hemisférica celebrada en octubre de 1996.

 En esta ocasión me dirijo a Ustedes para hacer una breve presentación del informe actualizado de las actividades realizadas por la Secretaría General, durante el año 2000, en respuesta a las preocupaciones especiales de seguridad de los pequeños Estados insulares. Este Informe revisa las medidas y actividades ejecutadas por los diversos órganos, organismos y entidades del sistema interamericano, en cumplimiento del mandato de la resolución AG/RES. 1744 (XXX-O/00), que encomienda "a la Secretaría General que continúe desarrollando una acción apropiada para atender las preocupaciones especiales de seguridad de los pequeños Estados insulares, incluidas las identificadas en la Reunión de Alto Nivel sobre las Preocupaciones Especiales de Seguridad de los Pequeños Estados Insulares, celebrada en San Salvador en febrero de 1998, y en la Sesión Especial de la Comisión de Seguridad Hemisférica celebrada en octubre de 1996."

 Como es de mi conocimiento que todos ustedes ya cuentan con una copia en papel de dicho Informe y, en aras de la brevedad, voy a limitar mi presentación ha hacer un breve resumen de las actividades más significativas ejecutadas por los órganos, organismos y entidades de la Secretaría General. Al mismo tiempo, quisiera informarle a los delegados presentes que si tuvieran alguna pregunta específica sobre actividades de un área en particular, contamos con la presencia de representantes de la Unidad de Comercio, de la Unidad de Desarrollo Sostenible y Medio Ambiente, de la Comisión Interamericana de Puertos, de la UPD, de CICAD y de la Agencia Interamericana para la Cooperación y el Desarrollo.

Las actividades descritas en el presente informe están organizadas por tema: aspectos económicos, el medio ambiente y los desastres naturales, seguridad portuaria, promoción de la democracia, cooperación para la erradicación del narcotráfico y el abuso de drogas, y el desarrollo y la cooperación técnica.

1. En referencia al vínculo entre el comercio, el desarrollo económico y la seguridad, uno de los principales mandatos la Unidad de Comercio consiste en ayudar a las economías más pequeñas a realizar su desarrollo económico y reforzar su capacidad y sus recursos en la esfera del comercio exterior. Para ello se llevan a cabo distintas actividades, como el otorgamiento de respaldo a los grupos de negociación y comités especiales del Área de Libre Comercio de las Américas (ALCA), actividades de asistencia técnica vinculadas con el comercio, seminarios vinculados con el ALCA y cursos de capacitación para funcionarios de los países más pequeños del ALCA.

2. Con respecto a la protección contra condiciones ambientales adversas y los desastres ecológicos, la Secretaría General, a través de la Unidad de Desarrollo Sostenible y Medio Ambiente (UDSMA), ha elaborado y puesto en marcha una serie de programas de asistencia técnica en las esferas de la mitigación de peligros naturales y la adaptación al cambio climático mundial, para lo cual ha logrado obtener financiamiento externo.

El objetivo del respaldo técnico de la SG/OEA en materia de peligros naturales consiste en evitar o reducir al mínimo los desastres, a través de medidas de intervención en materia de planificación del desarrollo y formulación de proyectos, para reducir la vulnerabilidad frente a esos peligros. Ello se logra a través de asistencia en materia de formulación de políticas, evaluación de peligros y vulnerabilidad, capacitación en técnicas de mitigación de desastres y formulación de medidas de mitigación para proyectos de inversiones en materia de desarrollo. En general, las actividades se realizan en el marco de programas de cooperación técnica en curso, a nivel nacional o regional, con colaboración de instituciones nacionales o regionales. Es importante resaltar la creación de un Diálogo Interamericano para la Reducción de Desastres, en respuesta a la iniciativa de la Cumbre sobre Desarrollo Sostenible de promover un intercambio de ideas en todos los niveles, sobre temas vinculados con la reducción de desastres y el desarrollo. Dicha iniciativa ha obtenido financiamiento externo de la USAID, la Comunidad Europea y el PNUD.

3. En lo que respecta al fortalecimiento y mejoramiento de la seguridad portuaria, la Comisión Interamericana de Puertos (CIP), fue creada por la Asamblea General de la OEA en 1998. Esta Comisión tiene como objetivo principal servir de foro interamericano permanente de los Estados miembros de la Organización para el fortalecimiento de la cooperación en el área de desarrollo portuario, con la participación y colaboración activas del sector privado. Durante el año 2000 se realizaron diversas actividades y cursos dirigidos al fortalecimiento y mejoramiento de la seguridad portuaria, con particular incidencia en los pequeños Estados insulares. Además se crearon el Comité Técnico en Seguridad Portuaria y el Comité Técnico en Control de la Navegación y Protección del Medio Ambiente

4. Con relación al tema de respaldo a las instituciones democráticas, la Unidad para la Promoción de la Democracia (UPD) se mantuvo en contacto con la Secretaría de CARICOM, especialmente en relación con el "Programa de apoyo a la democracia y al buen gobierno en el Caribe". Además, existió una estrecha coordinación con CARICOM tras las dificultades que sobrevinieron en Haití como consecuencia de las elecciones parlamentarias y municipales del 21 de mayo y en relación con la aplicación de la resolución CP/RES. 772, en la que el Consejo Permanente dispuso el envío de una misión de alto nivel a Haití para identificar con las autoridades y otros sectores de la comunidad recomendaciones tendientes a resolver los problemas.

La UPD brindó también asistencia a los pequeños Estados del Caribe en los ámbitos de descentralización, gobierno local y participación ciudadana; redacción de proyectos de leyes; modernización de sistemas electorales y registros civiles; reforma constitucional; y asistencia a través de misiones de observación electoral.

5. En cumplimiento del mandato de cooperación para la erradicación del narcotráfico y el abuso de drogas, la CICAD desarrolló, durante el año 2000, varias siguientes entre las que se encuentran:

 

  • Prestó ayuda a las Comisiones Nacionales de Drogas de cinco países insulares para diseñar y modernizar los Planes Nacionales Antidrogas;
  • Continuó con su programa de capacitación de profesionales y técnicos involucrados en el tratamiento y rehabilitación de toxicómanos en el Caribe de habla inglesa;
  • Organizó un seminario en Miami en octubre del 2000 sobre el problema creciente de drogas, pandillas y violencia;
  • Desarrolló el Proyecto de Control de Precursores Químicos en el Caribe, que se inició en octubre de 1999, con el objetivo de fortalecer los sistemas nacionales de control de químicos y mejorar la coordinación y cooperación entre las agencias responsables del control de sustancias químicas en la región;
  • Realizó un seminario de concientización sobre el Reglamento Modelo para el Control del Tráfico Internacional de Armas de Fuego, sus Partes y Componentes y Municiones para América Central y el Caribe en Fort-de-France, Martinique en mayo de 2000;
  • Inició, en junio de 2000, la coordinación para realizar el proyecto regional de desarrollo alternativo "Producción Orgánica de Banano y Manejo Integrada de Plagas que atacan al Banano y al Plátano en el Caribe", el cual se implementará durante el año 2001 en las islas de Dominica, Santa Lucia y Jamaica;
  • Brindó asistencia técnica a las Comisiones Nacionales Antidrogas a través del Observatorio Interamericano sobre Drogas y organizó talleres nacionales en Jamaica, Belice, Antigua y Barbuda y Suriname;
  • Apoyó a los miembros caribeños del Grupo de Expertos Gubernamentales que participaron en el Mecanismo de Evaluación Multilateral a participar plenamente en todas las reuniones del Grupo.

Finalmente, es conveniente mencionar que para el 2001, la CICAD ha decidido llevar adelante actividades en las áreas de prevención, tratamiento, rehabilitación, control de químicos, desarrollo alternativo, información y estadísticas, seguridad portuaria y cooperación marítima antidrogas, en los países del Caribe.

6. Para finalizar, en referencia al tema de desarrollo y cooperación técnica en los pequeños estados insulares, cabe resaltar que el FEMCIDI sigue constituyendo el principal instrumento de financiamiento directo en el marco del CIDI en relación con los proyectos de cooperación técnica. En el 2001, la Secretaría General recibió y procesó 316 solicitudes de proyectos por un monto agregado de US$53,1 millones. Conforme a sus responsabilidades estatutarias la Secretaría elaboró una propuesta de programación que abarcó 92 proyectos. Las Comisiones Especializadas no Permanentes (CENPES) del CIDI se reunieron en Washington entre el 24 y el 26 de octubre de 2000 y recomendaron la aprobación de 69 de los 92 proyectos. La Junta Directiva de la Agencia Interamericana agregó 14 proyectos adicionales a fin de lograr un adecuado equilibrio regional y temático en la distribución de fondos.

Muchas gracias señor Presidente y señores Delegados.

 

Nuevos Desafíos de Seguridad que afectan al Hemisferio: Promoción de la sensibilización pública
por Eduardo Del Buey, Director
Oficina de Relaciones Externas y Departamento de Información Pública
Secretaría General de la OEA

Nuevos desafíos de seguridad que afectan al Hemisferio: Promoción de la sensibilización pública

1. Productos e iniciativas

A efectos de promover la sensibilización pública sobre los nuevos desafíos de seguridad a los que se enfrenta el Hemisferio, el Departamento de Información Pública propone las siguientes iniciativas:

  • Alentar a la Comisión a cambiar su nombre a Nuevos Desafíos de Seguridad que afectan al Hemisferio, promoviendo de este modo la participación de los Estados que no son ni islas ni tan pequeños (universalizar el tema, universalizar la participación)
  • Producir una serie de programas de radio en español e inglés durante el período comprendido entre 2001 y 2002, auspiciado por la radio de la OEA, utilizando a los Jefes de las Misiones Permanentes y/o miembros del personal especializados, funcionarios de la Secretaría General de la OEA, e invitados del sector académico y de los grupos de expertos tanto en Washington como en las regiones, con miras a debatir estos temas, y servir de base para las actividades locales en el ámbito nacional;
  • Incluir este tema en nuestra serie de conferencias prevista en la Universidad de Georgetown este otoño y en la Universidad de George Washington en 2001;
  • Uno o varios programas de televisión que se transmitirán por la Web en inglés y español, similares a los anteriormente mencionados para la radio;
  • La creación de un sitio especial en la red que contenga información y documentación sobre este tema, y canales de conversa de vez en cuando, con enlaces a otros sitios en la red relacionados con los temas bajo consideración.
  • Redacción de varios artículos de opinión para distribuir entre los medios del Hemisferio;
  • Una hoja de datos para los medios que se incluirá en nuestra carpeta de materiales de prensa;
  • Artículos esporádicos para la versión impresa de Noticias de la OEA;
  • Un artículo para la revista Américas;
  • Artículos de ciudadanos de los pequeños Estados Insulares sobre temas de seguridad a los que se enfrentan los pequeños Estados Insulares para publicarlos en nuestra versión electrónica de Noticias de la OEA;
  • La creación de un Grupo de Comunicaciones sobre Preocupaciones Nuevas de Seguridad, incluido un grupo regional representativo formado por miembros del personal de las Misiones Permanentes y del Departamento de Información Pública.
    1. 2. Procesos

Para llegar a las audiencias, sin embargo, la asistencia proactiva de las Misiones Permanentes y sus colegas en casa será fundamental. El personal de las Misiones Permanente que trabaje en el Grupo de Comunicaciones sobre Preocupaciones Nuevas de Seguridad deberá:

  • Asegurar que sus colegas en los Ministerios de Relaciones promueven de forma activa la programación que el Departamento de Información Pública de la OEA preparará con la radio local, las estaciones de televisión y otros medios de comunicación, universidades y grupos de expertos, la sociedad civil y los grupos con base en la comunidad, para asegurar que nuestro mensaje llega a una audiencia lo más extensa posible;
  • Asegurar que los colegas e instituciones en casa organizan actividades y eventos de seguimiento de las iniciativas del Departamento de Información Pública de la OEA (por ejemplo, que el campus local de la universidad celebre una conferencia local para discutir los temas que se plantean en los programas difundidos, etc.);
  • Proporcionar listas de contactos de especialistas en el Hemisferio que tienen conocimientos especializados en una o varias de las cuestiones bajo consideración, y trabajar con el Departamento de Información Pública para atraer su participación.

 


1. Seguridad Hemisférica: Seguridad de los Pequeños Estados: Informe del Grupo del Commonwealth, documento AG/doc.2838/92 add.2, 12 de mayo de 1992.

2. Informe Final de la Reunión de Alto Nivel sobre las Preocupaciones Especiales de Seguridad de los Pequeños Estados Insulares, documento SEPEIN/doc.9/98.

3. Anexo I, así como el Informe del Relator de la Comisión de Seguridad Hemisférica, Reunión del 29 de febrero de 2000, documento CP/CSH-284/00, y el Documento de Antecedentes "El imperativo de una nueva gestión de la seguridad", documento CP/CSH/INF. 7/01.

4. Cooperación para la Seguridad en el Hemisferio, AG/RES. 1744 (XXX-O/00), parágrafo resolutivo 4.

5. Anexo II.

6. Anexo IV, y el Informe sobre las actividades realizadas por al Secretaría General en respuesta a las preocupaciones especiales de seguridad de los pequeños Estados Insulares, documento CP/CSH-375/01.

7. Anexo IV.

 

 

 

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