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Conceptos para la Seguridad Hemisférica

Documentos

CONSEJO PERMANENTE DE LA
ORGANIZACIÓN DE LOS ESTADOS AMERICANOS

COMISIÓN DE SEGURIDAD HEMISFÉRICA

OEA/Ser.G
CP/CSH-301/00
8 mayo 2000
Original: español

 REUNIÓN ESPECIAL DE LA COMISIÓN DE SEGURIDAD HEMISFÉRICA
PARA CONTINUAR DESARROLLANDO LOS ENFOQUES COMUNES MÁS APROPIADOS QUE PERMITAN ABORDAR LOS DIVERSOS ASPECTOS DE
LA SEGURIDAD INTERNACIONAL EN EL HEMISFERIO
CELEBRADA EL 20 Y 21 DEL MARZO DE 2000

INFORME DE LA PRESIDENCIA

NOTA EXPLICATIVA

De conformidad con el mandato de la Asamblea General de la Organización de los Estados Americanos (OEA) contenido en la resolución AG/RES. 1643 (XXIX-O/99), la Comisión de Seguridad Hemisférica celebró, los días 20 y 21 de marzo de 2000, una Reunión Especial para continuar desarrollando los enfoques comunes más apropiados que permitan abordar los diversos aspectos de la seguridad internacional en el hemisferio El Presidente de la Comisión, el Embajador Flavio Darío Espinal, Representante Permanente de la República Dominicana ante la OEA presentó este Informe al terminar la Reunión Especial e invitó a las delegaciones a someter comentarios escritos sobre lo mismo.

Se han recibido de las Misiones Permanentes respectivas ante la OEA solicitudes de enmienda a las síntesis de las presentaciones de las delegaciones de Argentina, Brasil, Canadá, El Salvador, Jamaica y México. El Presidente se complace en presentar a los miembros de la Comisión este Informe revisado que contiene las enmiendas según solicitadas.

El presente Informe contiene asimismo, el Resumen del Presidente que se circuló en la sesión de Clausura de la Reunión Especial, así como las intervenciones hechas por las delegaciones en la Reunión, las cuales fueron entregadas posteriormente, por escrito, a la Presidencia.

INFORME DE LA PRESIDENCIA

I. RESUMEN

Esta sesión especial de la Comisión de Seguridad Hemisférica (CSH) fue una continuación del ejercicio iniciado por la Comisión en abril de 1999 en cumplimiento de los mandatos en materia de seguridad emanados del Plan de Acción de la Cumbre de Jefes de Estado y de Gobierno de las Américas, celebrada en Santiago, Chile, los días 18-19 de abril de 1998. De acuerdo a estos mandatos, la Organización de los Estados Americanos (OEA) debe, a través de la CSH, realizar un análisis sobre el significado, alcance y proyección de los conceptos de seguridad en el Hemisferio con el propósito de desarrollar los enfoques comunes más apropiados, así como de identificar las formas de revitalizar y fortalecer las instituciones del Sistema Interamericano relacionados con los distintos aspectos de la seguridad hemisférica. La sesión de la CSH de abril de 1999 estuvo dedicada a examinar los conceptos de seguridad, mientras que esta sesión estuvo dedicada a considerar dos grandes temas: uno, el estudio de los problemas y riesgos para la paz y la seguridad en el Hemisferio, así como la prevención y resolución de conflictos; y dos, la identificación de las formas de revitalizar y fortalecer el sistema interamericano (instrumentos, instituciones, procesos, acuerdos y mecanismos) relacionado con la seguridad. Ambas sesiones forman parte de los trabajos preparatorios para la celebración de una Conferencia Especial de Seguridad por mandato de la Cumbre de Santiago.

Uno de los aspectos considerados por las delegaciones fue el de las premisas sobre las cuales debe basarse una reformulación del concepto de seguridad en el Hemisferio. Entre dichas premisas se mencionó, de manera casi unánime, la necesidad de reconocer las vinculaciones estrechas entre seguridad, desarrollo y consolidación de la democracia, así como la relación histórica entre paz y democracia.

En cuanto al tema de las amenazas a la seguridad en el Hemisferio, hubo bastante coincidencia entre las delegaciones en el sentido de que los principales problemas en materia de seguridad que enfrentan los Estados americanos al umbral del siglo XXI no provienen de posibles amenazas militares externas, sino de nuevos y complejos fenómenos como el narcotráfico, el tráfico ilícito de armas, la criminalidad transnacional por parte de actores no estatales, con su secuela de violencia, inseguridad y desestabilización de las instituciones políticas. En cuanto a los pequeños Estados insulares, las amenazas a la seguridad incluyen también los desastres naturales, el transbordo de desechos nucleares por las aguas del mar Caribe, la vulnerabilidad frente a la globalización económica, entre otros. A pesar de coincidencias de enfoques, sin embargo, se hicieron llamados en favor de una mayor precisión conceptual y cuidadosas definiciones en este campo

En torno al tema de las nuevas amenazas, algunas delegaciones pusieron de manifiesto de que la OEA ha ido dando respuestas eficaces a algunas de éstas, como lo demuestra la aprobación del Mecanismos de Evaluación Multilateral (MEM) en el marco de la Comisión Interamericano de Control del Abuso de Drogas (CICAD), la adopción de dos Convenciones Interamericanas en materia de armas, la creación del Comité Interamericano contra el Terrorismo, entre otras iniciativas.

En cuanto a las posibilidades de conflictos entre Estados, se señaló que a pesar de los avances alcanzados en el Hemisferio en esta materia en las últimas décadas, se consideró importante mantener los esfuerzos para prevenirlos, hacer uso sistemático de los mecanismos existentes para la superación de controversias y renovar las capacidades del sistema interamericano en este ámbito específico.

En lo que se refiere a los instrumentos, las delegaciones pusieron de relieve la falta de universalidad en la participación de los Estados miembros en instrumentos como el TIAR y el Pacto de Bogotá, a diferencia de la Carta de la OEA en la cual, lógicamente, hay una participación de todos los Estados miembros. A raíz de esta constatación, muchas delegaciones se expresaron en el sentido de que los nuevos acuerdos, instrumentos o instituciones que puedan adoptarse en un futuro deben contar con la más amplia participación posible de los Estados miembros. Además de esos señalamientos en cuanto a las limitaciones del TIAR y el Pacto de Bogotá, algunas delegaciones mencionaron que los mismos habían quedado históricamente superados. En ese sentido se mencionaron tres alternativas posibles con relación a estos instrumentos: mantener el status quo, revisar como un todo el sistema actual de seguridad hemisférica o elaborar soluciones parciales al mismo que permitan adaptarlo a las nuevas circunstancias.

Varias delegaciones se refirieron a la necesidad de establecer vínculos más estrechos e intercambios de información más fluidos entre los procesos e instituciones continentales. En este mismo aspecto se generó la opinión ampliamente compartida de que el tratamiento y negociación de la temática de seguridad se debería concentrar en la OEA en el marco de la Comisión de Seguridad Hemisférica (CSH). Se consideró importante que en los esfuerzos de evaluación y reforma que lleva a cabo la CSH en esta materia, ésta recurra a diferentes órganos y unidades de la OEA que pudiesen ser relevantes como fuentes de consulta, especialmente el Comité Jurídico Interamericano, así como la Unidad para la Promoción de la Democracia (UPD), la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), entre otros.

En relación a la Junta Interamericana de Defensa (JID), se llevó a cabo un examen de sus atribuciones y las actividades a su cargo a partir de una presentación del Presidente de esa institución. Hubo delegaciones que plantearon la falta de un vínculo jurídico claro entre la JID y la OEA, por lo que se requerirá en el futuro resolver esta cuestión. Aunque algunas delegaciones propusieron que la CSH dedicara esfuerzos especiales a examinar la cuestión de la relación entre la JID y la OEA, hubo acuerdo en cuanto a proceder a desarrollar un enfoque compartido sobre los aspectos generales del sistema interamericano relacionado con la seguridad previo a proceder a resolver aspectos particulares del mismo.

Varias delegaciones se encargaron de exponer las características principales, los alcances y los principios contenidos en los acuerdos y mecanismos subregionales: tales como el Tratado Marco de Seguridad Democrática de Centro América, el Sistema Regional de Seguridad de los países del Caribe oriental y la Declaración Política de Mercosur, Chile y Bolivia como zona de paz. Hubo bastante coincidencia entre las delegaciones en el sentido de que los procesos subregionales, al igual que los bilaterales, deben ser vistos como factores que refuerzan el sistema de seguridad a nivel hemisférico. A su vez, los avances a nivel hemisférico pueden contribuir a reforzar los ámbitos bilaterales y subregionales. En este sentido, se hizo referencia a los aportes que han hecho las medidas de fomento de la confianza y de la seguridad adoptadas a nivel hemisférico en procesos bilaterales de negociación o resolución de conflictos entre diferentes Estados Por tales motivos, hubo coincidencia en cuanto a que los acuerdos y mecanismos subregionales y bilaterales no deben ser vistos como elementos de fragmentación, sino de apoyo y complementariedad del sistema hemisférico.

Hubo coincidencia en que la reunión fue una contribución importante al proceso de cumplimiento con los mandatos de la Cumbre de Santiago y de la Asamblea General en esta materia. Hubo coincidencia también de que es necesario seguir avanzando en el análisis y la búsqueda de consensos, para lo cual se consideró oportuno convocar otra reunión especial de la CSH durante la segunda mitad del año 2000.

Hubo coincidencia también de que la Conferencia Especial sobre Seguridad debe estar precedida de un trabajo preparatorio que permita construir los consensos y los acuerdos políticos necesarios sobre los diferentes aspectos que integran el sistema interamericano relacionado con la seguridad.

II. PROCEDIMIENTOS

  1. Inauguración
    1. Introducción
    2. El Presidente de la Comisión, el Embajador Flavio Darío Espinal, inauguró la reunión especial dedicada a la continuación del desarrollo de los enfoques comunes más apropiados que permitan abordar los diversos aspectos de la seguridad internacional en el Hemisferio. El Presidente recordó la historia del estudio del tema por la Organización de los Estados Americanos y las Cumbres de los Jefes de Estado y Gobierno de las Américas, y el origen del mandato a la Comisión.1

       

    3. Aprobación del Temario
    4. El Presidente sometió a consideración el Proyecto de Temario contenido en el documento CP/CSH-268/00 rev. 2. La Comisión de Seguridad Hemisférica (la Comisión) aprobó dicho Temario sin enmiendas.

       

    5. Metodología

El Presidente explicó la metodología de la reunión a seguirse los días 20 y 21, y sometió a consideración el Proyecto de Calendario contenido en el documento CP/CSH-267/00 rev. 1. La Comisión aprobó dicho Calendario sin enmiendas.

  1. Primera sesión de trabajo: Estudio de los problemas y riesgos para la paz y la seguridad en el Hemisferio, así como la prevención y resolución de conflictos

(a) Introducción

El Primer Vicepresidente de la Comisión, el Embajador Álvaro Moerzinger, presentó el punto 1 del Temario, recorriendo el desarrollo a nivel internacional de los conflictos, los cambios realizados en las distintas áreas y que han dado pie a una nueva concepción de la seguridad.2 Sugirió los enfoques que se deben tener en cuenta durante el debate de hoy, recordando que hace diez años que la OEA ha venido considerando este tema.

(b)    Debate general

La Delegación de México declaró que "la revitalización del sistema interamericano de seguridad colectiva, con vistas a su fortalecimiento, no es un tema nuevo en nuestra agenda", pero que "los cambios tan profundos ocurridos en la década pasada tanto en el ámbito regional, como en el escenario internacional, han brindado un interés renovado a este debate". Sugirió que hay que tener claridad respecto de los objetivos que los Estados quieren asignar a dicho sistema para poder fortalecer el mismo. Informó que México está convencido de que no están dadas las condiciones propicias para convocar una Conferencia Especial de Seguridad ni una tercera conferencia sobre medidas de fomento de la confianza. Opinó que el Tratado Interamericano de Asistencia Recíproca y la Junta Interamericana de Defensa han quedado superados por el contexto político y expresó su convicción que las instituciones interamericanas deben ser reflejo del avance de la democracia y del fortalecimiento del Estado de derecho en el hemisferio y finalizó diciendo que la Comisión debe ser el órgano principal de deliberación y de negociación de la agenda de la seguridad.

La Delegación de Brasil expresó que Brasil es partidario de un concepto más amplio de seguridad hemisférica, fundado no solamente en consideraciones militares, sino también políticas y sociales. La importancia de ese proceso renovador emana más de sus consecuencias sustanciales de largo plazo que de cualesquiera consideraciones de urgencia. Sugirió asimismo que se tenga en consideración en estos debates el concepto emergente de la seguridad humana como complemento cada vez más necesario de la definición del concepto de seguridad en el Hemisferio. Sostuvo, además, que cualquier labor de revisión del concepto de seguridad hemisférica debe partir de dos premisas básicas: las características específicas de los países de la región en materia de seguridad y la necesidad de conciliar las nuevas dimensiones del concepto de seguridad con la primacía de los principios básicos de las relaciones hemisféricas.

La Delegación de Argentina expresó que la seguridad a la que se debe aspirar es aquella que defienda valores esenciales de nuestras sociedades, tales como la democracia representativa, los derechos humanos, el desarrollo, y el bienestar de los pueblos. La Delegación declaró que la democracia y la integración regional, fortalecen también la paz y la seguridad, y ofreció como ejemplo, el MERCOSUR diciendo que éste permitió cambiar el paradigma de relación entre sus miembros de uno de rivalidad a una de asociación, donde las preocupaciones y riesgos son compartidos por todos los socios. La naturaleza democrática de los gobiernos del hemisferio ha reducido los riesgos de naturaleza militar, con su consecuente impacto en la definición del concepto de seguridad. Opinó que en las llamadas o "nuevas amenazas", deben distinguirse los aspectos de seguridad y de defensa y que cada país debe decidir, conforme sus propias características y legislación, cuáles son los medios idóneos para enfrentarlas. La Delegación sugirió que en algunos casos las FFAA podrán tener un papel y en otros no, según la naturaleza del problema. Agregó que los nuevos conceptos de seguridad, las amenazas no militares o "nuevas amenazas", el análisis de los instrumentos hemisféricos de seguridad, etc., deben ser enfocados desde una óptica política. Propuso que la CSH es el órgano apropiado para abordarlos y cuenta con el mandato de los Presidentes para hacerlo.

La Delegación de Antigua y Barbuda ofreció una síntesis de las preocupaciones especiales de seguridad de los pequeños Estados insulares, expresadas en la reunión de la CSH que se dedicó a la consideración de la materia el 29 de febrero de 2000: los efectos de la globalización económica, la vulnerabilidad financiera, el peso de la deuda, los desastres naturales, el transporte de sustancias peligrosos, el tráfico ilícito de drogas, y el aumento global de temperaturas. Planteó que la OEA puede jugar un papel importante en la formulación de respuestas apropiadas a estas amenazas.

La Delegación de El Salvador anotó que la complejidad del desafío de desarrollar el concepto de seguridad se debe a los antecedentes y la dificultad de lograr un consenso, así como al hecho de que se debe considerar la seguridad no sólo en el contexto regional sino también en el internacional, y tomar en cuenta la pobreza y el desarrollo nacional. La Delegación recordó asimismo que la condición esencial para lograr un efectivo régimen internacional de seguridad es que todos los Estados se sometan a reglas universales, iguales y vinculantes, y que sea en base a aquello que fortalezca la convivencia entre los Estados. Ello debe lograrse a través de una metodología flexible, dado que el tema no está maduro. Además, opinó que la Comisión tiene un papel importante en este proceso y ya ha logrado ciertos avances en esta materia que pueden servir como fundamento para la Conferencia Especial sobre Seguridad.

La Delegación de los Estados Unidos declaró que hay cuatro pilares indispensables de la seguridad: la democracia, la prosperidad, las buenas relaciones vecinales y la paz. Propuso que lo esencial del trabajo de la OEA es la formulación de principios comunes relacionados con la seguridad hemisférica, basados en las instituciones y procesos existentes del sistema interamericano. Identificó amenazas transnacionales y las respuestas multifacéticas correspondientes, y subrayó la importancia de reforzar los mecanismos de prevención y resolución de conflictos y de continuar el despliegue de medidas de fomento de la confianza y de la seguridad. Finalmente resaltó la importancia histórica de las instituciones y procesos que forman parte del sistema interamericano y la necesidad de construir el futuro basado en éstos. Apoyó también la convocatoria de la Conferencia Especial sobre Seguridad e instó a la Comisión a seguir trabajando en la preparación de ésta.

La Delegación de Chile declaró que este tiene que ser un ejercicio participativo e incluyente de conformación de consensos. Subrayó que es necesario identificar los medios idóneos para enfrentar las nuevas amenazas. Indicó que la reflexión sobre el tema debe incluir todas las áreas y partir del nivel nacional. Agregó que se debe definir el contenido del concepto de seguridad internacional para cada Estado, partiendo de los logros conseguidos ya por la OEA y las contribuciones de los mecanismos subregionales. Así se creará un consenso basado en el reconocimiento de la diversidad de las situaciones y respuestas de cada país que servirá parar revitalizar y renovar las instituciones relevantes y articular éstas con procesos globales, regionales y bilaterales sobre las mismas materias.

La Delegación de Canadá declaró que las estructuras de seguridad más antiguas del Hemisferio carecen de la generalidad y flexibilidad necesarias para hacer frente a la más amplia gama de problemas de seguridad que ha aflorado en los últimos años. Propuso que la coordinación central de las deliberaciones regionales referentes a cuestiones de seguridad esté a cargo de la OEA; que el producto final del análisis de la seguridad hemisférica sea un enunciado o una declaración de principios de seguridad; sostuvo que la relación estructural actualmente existente entre la OEA y la Junta Interamericana de Defensa debe ser modernizada, y que deben establecerse vínculos con otros procesos, especialmente el de la reunión de Ministros de Defensa de las Américas.

La Delegación de Jamaica declaró que las disputas de límites y territoriales son la fuente más probable de conflictos entre Estados en el Hemisferio, y que la OEA, en virtud de lo estipulado en su Carta, posee las facultades necesarias para el manejo de los temas relacionados con la prevención y resolución de estos conflictos. Destacó que hay que poner especial atención a aquellos factores externos que causaron o exacerban los problemas domésticos, tales como el narcotráfico, el tráfico ilícito de armas y las actividades criminales relacionadas con éstos, que representan una amenaza para la seguridad de los pequeños Estados insulares. Además, la Delegación resaltó el problema de la deportación forzada de criminales. También observó que el marco para un nuevo concepto de seguridad debe tomar en cuenta elementos sociales, políticos, económicos, ambientales y otros que se refieren a la seguridad humana.

La Delegación de Nicaragua declaró que el concepto de seguridad ha cambiado enormemente, pasando de un enfoque estrictamente militar a uno que incorpora elementos sociales, políticos, económicos y de desarrollo y sugirió que para responder a estos nuevos desafíos se deberían idear mecanismos apropiados. Anotó además que en este sentido ya se han hecho logros importantes.

La Delegación de Costa Rica manifestó que es preocupante que no todos los Estados miembros hayan ratificado el Pacto de Bogotá y que muchos no sean parte del TIAR. Coincide en que el sistema debe ser modificado para reflejar la nueva realidad que vive la región, reconociendo que a pesar de sus deficiencias, el sistema ha prestado muchos servicios importantes. Terminó diciendo que es necesario promover la excelente iniciativa de implementar mecanismos de alerta temprana.

La Delegación de Colombia declaró que el concepto de seguridad se ha ampliado para incluir la interdependencia, la cooperación económica y financiera y la promoción del desarrollo. Señaló que los conflictos actuales son más complejos que antes, y están basados en diferencias económicas, sociales y culturales. Para buscar la paz hay que hacer énfasis en el desarrollo, en el respeto de los derechos humanos y en estas tareas la OEA debe retomar el papel protagónico. La Delegación hizo un llamado para establecer un marco regulatorio para el funcionamiento del sistema de seguridad hemisférica. El Delegado dijo que los problemas del terrorismo, el tráfico ilícito de armas, y el narcotráfico contra los que tanto ha luchado el país, son de carácter transnacional y deberían ser enfrentados mediante un esfuerzo internacional en el que deben participar activamente otros miembros de la OEA. La Delegación propuso que esta cooperación debe ser concertada, debe respetar la autonomía y soberanía de cada país y debe realizarse a través de la OEA.

La Delegación de Uruguay también declaró que el concepto de seguridad se ha ampliado para incluir todo lo que pueda atentar contra la estabilidad de las naciones del hemisferio y la relación de éstas con el sistema internacional. Planteó que hay que definir si se quiere continuar con un sistema que es casi inoperante o hacer los ajustes requeridos para hacer que éste sea relevante y efectivo. Propuso seis elementos que se deben considerar para la reforma del sistema interamericano, incluyendo compatibilizar los intereses de los países grandes y chicos; crear medidas colectivas obligatorias; tener en cuenta la disparidad de fuerzas existente entre los Estados miembros; y reemplazar el TIAR por un instrumento que cuente con el consenso de todos.

La Delegación de Paraguay recordó que la constitución de Paraguay renuncia a la guerra y reconoce el papel fundamental del derecho internacional. Por esto, el presente debate debe basarse en la premisa que no hay seguridad sin democracia consolidada en cada uno de los Estados miembros y la promoción del desarrollo económico sostenible. Subrayó la gravedad de tres nuevas amenazas: la delincuencia internacional, los desastres naturales, y el narcotráfico.

La Delegación de México volvió a hacer uso de la palabra para expresar su preocupación por la opinión de Estados Unidos y Costa Rica en el sentido de que la migración ilegal integra la lista de las llamadas nuevas amenazas a la seguridad hemisférica. Declaró que la migración es un tema muy complejo que no puede ser tratado superficialmente. Subrayó que la mención a este fenómeno ilustra el cuidado que debe tenerse al definir el concepto de seguridad.

La Delegación de Bolivia declaró que el TIAR es un tratado de asistencia recíproca y no militar, basado en dos conceptos originales que son el de la consulta y el de la asistencia recíproca. Para enfrentar los nuevos problemas del hemisferio, en una atmósfera de democracia, es necesario rescatar los valores históricos del sistema interamericano, y enriquecerlos con nuevas ideas y medidas que promuevan el consenso en materia de seguridad entre los Estados miembros. En este sentido recordó una propuesta anterior de Bolivia de crear mecanismos de alerta temprana para la prevención de conflictos y reiteró que esperaba que en el futuro se lograse un acuerdo sobre los mismos.

La Delegación de Estados Unidos respondió a la preocupación de México sobre la migración ilegal y aclaró su posición.

La Delegación de Costa Rica también respondió y explicó que la migración masiva afecta la infraestructura de cualquier país.

La Delegación de Antigua y Barbuda expresó la posición de su país en cuanto al movimiento de criminales de una nación a otra, y considera que esto es una amenaza grave a la seguridad nacional.

La Delegación de El Salvador expresó que los Estados se están dando cuenta de que la migración constituye también un factor de desarrollo y que se debe actuar en concordancia con ello, así como respetar los derechos humanos de los migrantes.

El Presidente solicitó que las delegaciones que hicieron uso de la palabra hicieran llegar a la Secretaría su presentación por escrito y se levantó la sesión a la 1:00 p.m.

3. Segunda Sesión de Trabajo: Identificación de las formas de revitalizar y fortalecer el sistema interamericano relacionado con los distintos aspectos de la seguridad hemisférica, a través del análisis y la evaluación

Al comenzar la segunda sesión de trabajo a las 3:10 p.m., la Segunda Vicepresidenta, la Doctora Renata Wielgosz, presentó el punto 2 del Temario recordando la historia del mandato y uno de los objetivos de la reunión especial: la identificación de formas para revitalizar y fortalecer el sistema interamericano con respecto a la seguridad.3 Propuso una metodología para lograr esta meta que incluye una serie de preguntas que debería hacerse la Comisión, y unas ideas sobre las bases conceptuales de la discusión, los actores del sistema interamericano, las instituciones, procesos, instrumentos y mecanismos respectivos. Sugirió que las propuestas que se hagan en esta Reunión serán el fundamento para la renovación de los enfoques para el tratamiento de temas de seguridad dentro del sistema interamericano.

(a) Instrumentos hemisféricos que guardan relación con la paz y la seguridad

La Delegación de Argentina ofreció unas observaciones sobre la utilidad y relevancia de los tres instrumentos básicos hemisféricos: declaró que las Cartas de la OEA y de las Naciones Unidas consagran un concepto de la paz y la seguridad internacionales que se basa en conflictos interestatales, esencialmente de naturaleza militar. Hoy sin embargo, el concepto de seguridad tiene en forma creciente a contemplar amenazas, entre otras, de tipo social, económico, social, ecológico, político (al régimen democrático), humanitario, etc. El delegado dijo que el TIAR, en su versión enmendada, si bien contiene menciones preambulares a los ideales democráticos, derechos humanos, el bienestar de los pueblos, etc., continuaba siendo un instrumento aplicable al caso de agresiones armadas por lo que difícilmente podría ser relevante para enfrentar amenazas no militares. El Pacto de Bogotá se refiere también a la solución de controversias entre Estados que por su naturaleza puedan poner en peligro la paz y la seguridad internacionales. El delegado reiteró que la Comisión es el único órgano con el mandato para abordar el estudio de estos temas y proponer el camino a seguirse.

La Delegación de Uruguay declaró que por falta de participación activa de los Estados que han ratificado el TIAR y el Pacto de Bogotá, estos instrumentos se han dejado de aplicar, y que la ausencia de un sustento legal entre la Carta de la OEA y estos dos instrumentos, no da a la OEA la autoridad para que éstos se cumplan. Sugirió que la Comisión debe considerar la opción de nuevos instrumentos que sean relevantes a todos los Estados de la OEA y la posibilidad de hacer un estudio del vínculo jurídico entre el TIAR y la Carta.

La Delegación de Brasil expresó su concordancia con las ideas expresadas por las delegaciones de Argentina y Uruguay. Solicitó que la Secretaría General prepare un cuadro comparativo de las ratificaciones del TIAR, del Pacto de Bogotá y de la participación en la JID.4

La Secretaría Jurídica leyó las listas de los Estados que han firmado y/o ratificado el TIAR y el Pacto de Bogotá, y los que son miembros de la JID, según aparecen en los documentos presentados, CP/CSH-278/00, CP/CSH-279/00 y CP/CSH-264/00 rev. 1.

La Delegación de los Estados Unidos anotó que las amenazas de hoy son distintas a las de la Segunda Guerra Mundial, y que por lo tanto la respuesta de los Estados a los problemas actuales debe ser multidisciplinaria, combinando elementos civiles y militares, sin olvidar que la clave para la seguridad sostenible es la estabilidad social y económica y la consolidación de la democracia.

La Delegación de Canadá hizo notar a la Comisión que el Tratado de Río no es un documento incluyente. Actualmente, muchos Estados miembros de la OEA no son partes de dicho Tratado, ni es probable que lleguen a serlo. Respondiendo a la sugerencia de varias otras delegaciones de que se considere la posibilidad de revisar el Tratado de Río, la Delegación de Canadá señaló que en esa labor seguirían quedando al margen muchos Estados miembros de la OEA; sería preferible, en cambio, una declaración general de principios de seguridad que reflejara las realidades actuales, porque abarcaría a todos los Estados miembros. 

(b) Instituciones y procesos

El Director de la Junta Interamericana de Defensa (JID), el Mayor General John Thompson, hizo una presentación sobre el papel asesor de la JID en temas militares dentro del sistema interamericano. Recordó la historia de la Junta destacando la recomendación hecha a los gobiernos en 1951 de cooperar en la organización de un sistema de intercambio de información apropiada dentro de la Junta. Asimismo, hizo referencia al mandato de la Asamblea General de la OEA de 1993 para que la Junta diera asesoría técnica-militar directamente a la Organización. Sobre la relación entre la Junta y la OEA, recordó que la Junta obtiene sus recursos financieros de la OEA, suministra información y experiencia técnica cuando le es solicitada, y está sujeta a los mandatos de la Organización. Además, recordó que la Junta realiza actividades en cuatro áreas: preparación para desastres naturales y mitigación, desminado, medidas de fomento de la confianza y de la seguridad, y educación para la paz. Sugirió que a pesar de los cambios radicales en la seguridad internacional la Junta tiene un papel que desempeñar en el sistema interamericano, y señaló como un nuevo campo de actividad la protección del medio ambiente y la promoción de los derechos humanos.

La Delegación de Trinidad y Tobago instó a la Comisión a aprovechar la experiencia de la Junta y propuso el establecimiento de un sub-grupo de trabajo con el mandato de formular términos de referencia para el funcionamiento de la Junta.

La Delegación de El Salvador felicitó a la JID por sus actividades en labores de desminado y de respuesta a desastres naturales. En respuesta a las preguntas formuladas por la Delegación de El Salvador , el Director de la JID respondió que hay un número de estudiantes y profesores civiles en el Colegio Interamericano de Defensa.

En respuesta a la pregunta de la Delegación de Uruguay, el Director de la JID dijo que la percepción de algunos Estados Miembros de que no hay un vínculo jurídico entre la OEA y la JID le resta capacidad a la Junta para apoyar las acciones de la Organización.

En respuesta a la pregunta de la Delegación de Argentina sobre si la JID había solicitado el asesoramiento de órganos del sistema como la CIDH para el tratamiento de temas específicos, el Director de la JID dijo que la Junta trata de usar los recursos que ofrecen la ciudad de Washington, D.C. y los organismos de la OEA para estudiar diversos temas, entre los cuales se cuenta el de los derechos humanos.

En respuesta a la pregunta de la Delegación de Colombia el Director de la JID declaró que para vigorizar el sistema de seguridad interamericano lo primero es incrementar el diálogo y la cooperación entre los Estados que forman parte de dicho sistema, y agregó que con el paso del tiempo espera que la Comisión pueda ver en la Junta una institución con la cual pueda trabajar y en la cual pueda confiar.

La Delegación de México observó que la JID no puede atribuirse mandatos diferentes a los que le ha dado la Asamblea General de la OEA y que no hay un vínculo jurídico claro entre la Junta y la Organización, citando el documento preparado por la Subsecretaría de Asuntos Jurídicos de la OEA (CP/CSH-264/00 rev. 1). En respuesta, el Director de la Junta dijo que en muchos de los Estados de este Hemisferio las fuerzas armadas ayudan en la protección del medio ambiente y que la JID trabaja en este mismo tipo de situación así como en el campo de derechos humanos a través de la capacitación de los miembros de las fuerzas armadas. En relación con el vínculo jurídico entre la JID y la OEA, indicó que éste se manifiesta a través de la dependencia presupuestal de la Junta con respecto a la Organización.

La Delegación de Bolivia expresó su preocupación por la vacilación por definir el vínculo entre la JID y la OEA, y planteó que ha llegado el momento de definir un vínculo jurídico no ambiguo.

La Delegación de los Estados Unidos reconoció los esfuerzos de la Junta para incrementar la seguridad del Hemisferio y propuso que la Carta de Junta debe expandirse para incluir las relaciones civiles-militares y que la Comisión debe elaborar formas innovadoras (como el Programa de Desminado) en las que la Junta pudiera ayudar a los Estados Miembros.

La Delegación de Canadá declaró que sean cuales fueren los vínculos jurídicos actuales entre la OEA y la Junta Interamericana de Defensa, es evidente que existe un problema continuo de percepciones referentes a la responsabilidad, que será necesario enfrentar. Sugirió una Presidencia rotativa de la Junta Interamericana de Defensa dependiente de la Presidencia de la Comisión, simplemente como un posible mecanismo de resolución del problema de la responsabilidad. Luego dio a conocer su apoyo a la propuesta formulada por la Delegación de Trinidad y Tobago de formar un subgrupo de la Comisión en relación con la JID. También subrayó que los componentes del actual "sistema" de seguridad no funcionan satisfactoriamente, y que el problema no consiste en falta de funcionamiento, sino más bien en que éste no se realiza con la máxima eficiencia posible, por inexistencia de vínculos. Es preciso cubrir las brechas existentes entre los diversos procesos e instituciones para extraer los máximos beneficios posibles de un sistema que en conjunto, sería mayor, en definitiva, que la suma de sus partes.

La Delegación de Argentina sugirió que para el proceso de análisis de los riesgos no tradicionales sería útil contar con los aportes de los distintos órganos del sistema de la OEA con competencia en las materias que se traten, en particular los de naturaleza socio-económico.

La Delegación de Brasil declaró que no apoyará ninguna iniciativa que favorezca propuestas tendientes a introducir instancias militares en el sistema interamericano y propuso que no se altere la relación entre la OEA y la JID, que cumple satisfactoriamente su papel. No obstante, está dispuesta a discutir la atribución de nuevos cometidos a la Junta y no se opone a su transformación en un organismo especializado de la Organización.

La Delegación de Chile propuso que la Comisión debe enfocar su labor a partir de tres elementos: la evaluación de lo positivo, la conceptualización común, y los ajustes al sistema interamericano. Agregó que así se logrará fortalecer el poder de los gobiernos en la definición del concepto, los instrumentos, instituciones y procesos.

Las delegaciones de Costa Rica y Antigua y Barbuda expresaron su apoyo a la propuesta de Trinidad y Tobago sobre el establecimiento de un grupo de trabajo.

La Delegación de México en relación a la JID, declaró que la búsqueda de tareas para encomendar a ésta se plantea como si no se hubiera hecho nada en los últimos años, para hacer frente a una serie de problemas que afectan la seguridad de los Estados, como el narcotráfico, el tráfico de armas y el terrorismo, lo cual no es cierto. También declaró que en este momento México no puede acompañar la propuesta de la delegación de Trinidad y Tobago ya que es prematura y no especifica la labor que cumpliría.

La Delegación de Uruguay propuso que la Comisión es el foro para discutir la materia y sugirió que la Comisión elabore un estudio comparativo de las políticas de los Estados miembros.

La Delegación de Canadá ofreció una aclaración acerca de la propuesta de Trinidad y Tobago en el sentido de que el grupo de trabajo propuesto estudiaría sólo el vínculo entre la JID y la OEA y no asignaría nuevas funciones a la Junta.

La Presidencia indicó que se recogerá la propuesta y las respuestas a la misma, y será sometida a consideración de la Comisión en fecha posterior.

La Delegación de la República Dominicana expresó su apoyo a la perspectiva de Chile en el sentido de que hay que aclarar ciertos aspectos antes de llegar a la Conferencia Especial de Seguridad.

La Delegación de Chile propuso que hayan más reuniones de la Comisión para continuar la consideración de la materia, pero que no hace falta establecer un grupo de trabajo.

La Delegación de Trinidad y Tobago anotó que la presentación del Director de la JID ayudó a aclarar la relación entre la JID y la OEA.

Se levantó la sesión a las 5:30 p.m.

(c) Acuerdos, mecanismos y procesos subregionales de seguridad, tales como el Sistema Regional de Seguridad (RSS), el Tratado Marco de Seguridad Democrática en Centro América y la Declaración Política de Mercosur, Bolivia y Chile como Zona de Paz y su relación con otros acuerdos, instituciones y procesos de la seguridad hemisférica

Se resumió la Segunda Sesión de Trabajo a las 10:15 a.m., el 21 de marzo. El Presidente y ofreció la palabra a las delegaciones para hacer observaciones sobre el punto 2.c.

La Delegación de Ecuador recordó la historia del estudio del tema de seguridad hemisférica en la OEA y propuso que se avance en la definición de un nuevo concepto de seguridad para lo cual hay que tener en cuenta el ámbito económico, político, social, ambiental y militar, tanto a nivel doméstico como a nivel internacional. Con respecto al TIAR opinó que es inoperante y que la Comisión debe estudiar maneras de fortalecerlo o de crear un instrumento nuevo.

La Delegación de Argentina recordó que, si bien MERCOSUR era una asociación de carácter económico, ha tenido un efecto positivo en el campo social, cultural, político y de defensa entre sus miembros. La Delegación declaró que la transparencia es un elemento central en la relación de la Argentina con sus vecinos. Informó que en cumplimiento de lo recomendado por la Declaración de San Salvador sobre Medidas de Fomento de la Confianza y de la Seguridad, la Argentina y Chile han encomendado a CEPAL elaborar una metodología común para la medición del gasto de defensa. Informó también que la Declaración Política del MERCOSUR, Bolivia y Chile como Zona de paz (la Declaración Política): (i) refleja el estado de la situación óptima actual y (ii) describe un programa a futuro para fortalecer los vínculos entre sus miembros. Prevé que los mecanismos bilaterales de consulta deben articularse hacia la adopción de medidas de carácter subregional y a partir de ahí, hemisférico, con cuyo enfoque deben ser complementarias. Agregó que la Declaración Política da un apoyo específico a la Comisión. La Delegación sugirió que debe tenerse presente que en la última década se han registrado grandes avances en estos temas en el hemisferio.

La Delegación de El Salvador se refirió a la información sobre los acuerdos relacionados con la seguridad en los que participan los Estados, la contribución de dicha información al proceso de análisis de la seguridad hemisférica. En ese sentido presentó la experiencia subregional a partir del Tratado Marco de Seguridad Democrática en Centroamérica, que refleja una realidad política, jurídica e institucional existente en la región contenida en su propio modelo de seguridad. Destacó sus principios para atender los problemas de la seguridad humana, en materia de desastres naturales y de consideración de la pobreza extrema.

La Delegación de Nicaragua apoyó las observaciones de la Delegación de El Salvador en cuanto al Tratado Marco y destacó que se está avanzando hacia un nuevo concepto de seguridad que tiene componentes relevantes a la seguridad interna –violencia, corrupción, etc. Agregó que la seguridad humana está en el centro del Tratado Marco.

La Delegación de Antigua y Barbuda se refirió al Tratado del Sistema Regional de Seguridad de los Estados del Caribe oriental en términos de la cooperación con otros Estados del hemisferio. Recordó la historia del Tratado, subrayándolo como un ejemplo de la cooperación para la promoción de la seguridad de los Estados parte. Resaltó los elementos comunes y de aprendizaje mutuo con el Tratado Marco de Seguridad Democrática en Centroamérica y el reconocimiento en la sesiones de ayer, por parte de los miembros de la Comisión, de la necesidad de ampliar la definición del concepto de seguridad y tener un enfoque multidisciplinario.

La Delegación de Brasil declaró que la OEA a través de la Comisión se ha venido convirtiendo en el eje orientador, articulador y coordinador para la elaboración de esquemas que permitan abordar tanto las preocupaciones comunes del hemisferio como aquellas más específicas de cada subregión, razón por lo cual es el foro para adelantar actividades relacionadas con el fortalecimiento y la revitalización del sistema interamericano. Agregó que los acuerdos subregionales deben contribuir a fortalecer este esfuerzo hemisférico y no a debilitarlo.

La Delegación de Chile recordó que la Declaración Política representa una convergencia política sostenida que ha creado las condiciones apropiadas para implementar diversas medidas de fomento de la confianza y de la seguridad. Subrayó que el TIAR y el Pacto de Bogotá no son incluyentes ya que no todos los Estados están sujetos a sus disposiciones. Agregó que por eso la Comisión debe buscar con precisión los puntos comunes en temas de seguridad y con base en esto establecer los medios idóneos para responder tanto a las amenazas tradicionales como a las no tradicionales. Opinó que esta reunión especial está sentando las bases para definir el nuevo concepto de seguridad interamericana y para la eventual preparación de la Conferencia Especial.

La Delegación de Jamaica instó a la Comisión a tomar en cuenta los mecanismos regionales y subregionales en la consideración de la agenda de seguridad hemisférica. El Delegado hizo referencia a los puntos 2.a y 2.b del Temario y señaló que su posición con respecto a instrumentos, instituciones y procesos, es congruente con las posiciones expresadas en la reunión anterior de la Comisión. La Delegación indicó que se dará a la Secretaría un documento que contiene sus posiciones y solicitó que se incluya en las actas de la reunión.5

La Delegación de Bolivia subrayó que el TIAR y el Pacto de Bogotá tienen valor histórico y propuso que se lleven al estudio de los juristas de la región –el Comité Interamericano Jurídico (CJI)– antes de tomar la decisión de cambiarlos.

El Presidente de la Comisión informó que la Agenda del CJI incluye el tema de la seguridad y ofreció transmitir las ideas expresadas en esta reunión especial a la Presidencia del CJI.

La Delegación de Canadá se declaró sensible al deseo expresado por muchas otras delegaciones de que se mantengan los instrumentos existentes, pero señaló que es importante reconciliar los intereses de seguridad nacionales, subregionales y hemisféricos a través de algún tipo de marco omni-inclusivo y actualizado que sustituya a los instrumentos más antiguos. La Delegación sostuvo que una Declaración de Principios podría constituir un marco de ese tipo. También sostuvo que la OEA, a través de la Comisión, es el único foro apropiado para la realización de un estudio de los instrumentos, así como de las instituciones, los procesos y los mecanismos existentes, aunque ello no impide que la Comisión recabe dictámenes jurídicos de otros órganos de la OEA, como el Comité Jurídico Interamericano.

La Delegación de Argentina coincidió con lo expuesto por la Delegación de Canadá en cuanto al papel de la Comisión.

La Delegación de Chile propuso que en el segundo trimestre de este año la Comisión celebre otra reunión especial (con mayor participación de capitales) partiendo de las propuestas y observaciones de esta reunión.

La Delegación de México coincidió con el esquema planteado por la Delegación de Chile en cuanto a la celebración de otra reunión especial y a la necesidad de acelerar la discusión de estos temas. Anotó que la Comisión es el único foro en que están presentes todos los Estados de la región. Con relación a la propuesta de Bolivia, opinó que es necesario dar al CJI una orientación clara al encomendarle la realización de cualquier estudio sobre este tema.

La Delegación de Colombia se sumó a las palabras de las delegaciones de Chile y México en el sentido de que los nuevos factores deben incluirse en el concepto de seguridad hemisférica, y agregó que es necesario encontrar formas de mejorar la cooperación internacional para luchar contra las amenazas mencionadas durante estas sesiones, si bien tienen origen interno.

La Delegación de los Estados Unidos hizo referencia a los pasos a seguir para lograr la redefinición del concepto de seguridad y los mecanismos y foros adecuados. Propuso adoptar un enfoque multidisciplinario que incluya lo cívico-militar, los enfoques nacionales y subregionales, el aspecto cooperativo y un conjunto de principios comunes. Sugirió como paso inmediato la continuación de esta labor y recomendó que los mandatos de la resolución AG/RES. 1643 (XXI-O/99) respecto a la preparación de la Conferencia Especial deben ser reiterados. Finalmente, dijo que eventualmente podría considerarse la propuesta de Trinidad y Tobago sobre el establecimiento de un grupo de trabajo sobre el papel de la JID.

Se levantó la sesión a las 12:30 p.m.

4. Sesión de Clausura

La Reunión resumió a las 4:30 p.m. con la presentación del Informe y Resumen del Presidente sobre las deliberaciones realizadas durante la Primera y Segunda Sesiones de Trabajo. El Presidente invitó a las Delegaciones a someter sus comentarios escritos sobre el Informe a más tardar el 31 de marzo. El Presidente solicitó a las delegaciones que hicieron uso de la palabra durante la Reunión Especial que entregaran sus intervenciones por escrito para que fueran incorporadas al acta de los procedimientos.6

Se levantó la Reunión Especial a las 5:30 p.m.

28 de abril de 2000

Flavio Darío Espinal
Embajador, Representante Permanente
de la República Dominicana ante la OEA
Presidente, Comisión de Seguridad Hemisférica

 

ANEXO I

PALABRAS DE INTRODUCCIÓN7
(No disponibles electrónicamente)

1. Sesión de Apertura: Palabras del Presidente de la Comisión , El Embajador Flavio Darío Espinal

2. Primer Punto del Temario: Introducción por el Primer Vicepresidente de la Comisión, el Embajador Álvaro Moerzinger

3. Segundo Punto del Temario: Introducción por la Segunda Vicepresidenta, la Dra. Renata Wielgosz

 

ANEXO II

INTERVENCIONES HECHAS DURANTE LA REUNIÓN ESPECIAL8
(No disponibles electrónicamente)

  1. Delegation of Mexico, Ambassador Claude Heller, Permanent Representative
  2. Delegation of the United States, Ambassador Luis J. Lauredo, Permanent Representative
  3. Delegation of Chile, Ambassador Carlos Portales, Permanent Representative
  4. Delegation of Canada, Renata Wielgosz, Alternate Representative
  5. Delegation of Jamaica, Vilma McNish, Alternate Representative
  6. Delegation of Colombia, Jaime Casabianca, Alternate Representative
  7. Inter-American Defense Board, Major General John C. Thompson
  8. Delegation of Ecuador, Rafael Ventimilla, Alternate Representative
  9. Delegation of El Salvador, Ambassador Margarita Escobar, Permanent Representative
  10. Delegation of Antigua and Barbuda, Ambassador Lionel A. Hurst

 

ANEXO III

CUADRO COMPARATIVO DE RATIFICACIONES
(No disponibles electrónicamente)

(Preparado por el Departamento de Derecho Internacional
de la Subsecretaría de Asuntos Jurídicos)


NOTAS BIBLIOGRÁFICAS

  1. Anexo I.

  2. Anexo I.

  3. Anexo I.

  4. Anexo III.

  5. Anexo II.

  6. Anexo II.

  7. En el idioma en que se pronunciaron las palabras.

  8. Intervenciones entregados por escrito a la Secretaría están incluidas en este Anexo en el orden y idioma de presentación.

 

 

 

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