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Temas considerados por la Comisión

Programa de Educación para la Paz

Reunión de Expertos Gubernamentales para Diseñar un Proyecto de Programa de Educación para la Paz

REUNIÓN DE EXPERTOS PARA DISEÑAR
UN PROGRAMA DE EDUCACIÓN PARA
LA PAZ EN EL HEMISFERIO
14 y 15 de octubre de 1999
Cartagena de Indias, Colombia
OEA/Ser.K/XXIX
REPEP/doc.7/99
14 octubre 1999
Original: inglés

NACIONES UNIDAS UNIVERSIDAD PARA LA PAZ

(Ponencia presentada por la Universidad para la Paz)

UNIVERSIDAD PARA LA PAZ

27 de julio de 1999

Naciones Unidas

UNIVERSIDAD PARA LA PAZ

Contexto

La función relativa a la paz y a la seguridad de las Naciones Unidas nunca ha sido tan importante, ni tan compleja. Los recientes disturbios que tuvieron lugar en los Balcanes, en África, en Timor y en otras partes del mundo han puesto de manifiesto la función indispensable de las Naciones Unidas en la resolución de conflictos. También han demostrado la importancia de evitarlos.

Los conflictos no repercuten solo sobre las fuerzas militares involucradas en ellos. En realidad, su principales víctimas son, en gran medida, la población civil no combatiente, sobre todo las mujeres, los niños y los ancianos. Los costos humanos de los conflictos son inmensos y las heridas que infligen en las actitudes de las personas y en sus relaciones con los demás, cicatrizan mucho más lentamente que las heridas físicas.

Esto refuerza la necesidad de generar una “Cultura de la Paz” que pueda arraigar en las sociedades los valores, las actitudes y los vínculos del interés común, que transcienden las diferencias por las cuales surgen los conflictos.

La paz no es un concepto estático, sobre todo cuando el statu quo supone desigualdades, injusticias y una tiranía continuas. La paz es mucho más que la ausencia de guerra. Vivimos en un mundo de riquezas –y oportunidades— sin precedentes, pero en un mundo en el cual las graves desigualdades y desequilibrios continúan privando a grandes sectores de la población de los beneficios que nuestra civilización tecnológica hace ahora posibles. El hecho de que tengamos al mismo tiempo mayores concentraciones de la riqueza que nunca y más personas pobres y sufriendo privaciones es una paradoja insostenible que desafía la base moral de nuestra civilización, particularmente a medida que se ensancha la brecha entre los beneficiarios y las víctimas de la globalización. La corrección de las graves desigualdades y desequilibrios a los que esto da lugar es un requisito indispensable para la paz sostenida y sostenible y es el reto fundamental del siglo XXI.

Debemos, al mismo tiempo, ser realistas. El proceso de cambio que esto entraña es en sí una fuente de tensión y de conflicto potencial. Por consiguiente, para prevenir los conflictos y mantener la paz, es necesario aprender a manejar los procesos del cambio dinámico requerido para que todos tengan acceso a los beneficios que la globalización de nuestras economías ha hecho posible. Es por esto que la meta de lograr y mantener la paz y la seguridad debe tratar de conseguirse en la senda hacia un desarrollo que sea sostenible en términos económicos, ecológicos, sociales y humanos y que corrija los desequilibrios y las desigualdades que dan lugar a los conflictos.

En la senda hacia la paz es inevitable que sigan surgiendo conflictos, pero es mucho lo que puede aprenderse de las experiencias pasadas de las Naciones Unidas en sus operaciones de establecimiento y mantenimiento de la paz, que pueden ayudar a producir medios mejores y más eficaces de evitar y resolver conflictos futuros.

Es en este contexto que deberá proseguirse con la misión de la Universidad para la Paz, de manera tal de fortalecer y ampliar sus programas y capacidades para poder cumplir la misión para la cual fue establecida por la Asamblea General de las Naciones Unidas.

Antecedentes

La Universidad para la Paz fue establecida en cumplimiento de una resolución de la Asamblea General de las Naciones en diciembre de 1980 para proporcionar a la humanidad una institución internacional de educación superior para la paz con el objeto de fomentar entre todos los seres humanos el espíritu de comprensión, tolerancia y coexistencia pacífica, estimular la cooperación entre los pueblos y ayudar a aminorar los obstáculos y las amenazas a la paz y al progreso mundial, de conformidad con las nobles aspiraciones proclamadas en la Carta de las Naciones Unidas. Su sede se encuentra en su campus de 302 hectáreas ubicado en las afueras de San José, Costa Rica.

La Universidad goza de un status constitucional singular dentro de la familia de las Naciones Unidas, porque fue establecida por medio de un acuerdo internacional aprobado por la Asamblea General. Por consiguiente, existe fuera del marco normal de los requisitos de presentación de informes y rendición de cuentas que se aplica a la mayoría de los organismos y dependencias de las Naciones Unidas. Esto le concede un grado inusual de autonomía y flexibilidad en sus operaciones, y le permite servir de enlace entre representaciones gubernamentales y no gubernamentales al abordar cuestiones vinculadas con la paz y la seguridad. Si bien esta característica se ha utilizado hasta ahora solo en grado limitado, cobrará mucha mayor relevancia y valor en el período venidero, en el cual nuevas asociaciones y alianzas entre el sector público y el sector privado proporcionarán los medios más eficaces para hacer frente a la compleja temática de la paz y la seguridad. Además, la Universidad para la Paz es la única universidad verdaderamente internacional facultada para otorgar títulos a nivel de maestría y doctorado.

La Universidad para la Paz no recibe financiamiento del presupuesto de las Naciones Unidas y debe procurar sus fondos totalmente de contribuciones voluntarias. Desde sus inicios, la Universidad para la Paz ha recibido solamente financiamiento limitado de fuentes relativamente escasas y sus programas, necesariamente, han sido modestos en su magnitud y se han restringido principalmente a América Central y América del Sur.

El órgano gobernante de la Universidad de la Paz está integrado por un Consejo integrado por 15 miembros, nombrados por el Secretario General de las Naciones Unidas, en consulta con el Director General de la UNESCO. Dos de los miembros son seleccionados por el país donde se encuentra la Universidad, Costa Rica, y los demás son miembros ex officio representantes de las Naciones Unidas, la UNESCO y la Universidad de las Naciones Unidas. El funcionario ejecutivo de la Universidad es el Rector, que es nombrado por el Consejo. La mayoría de los programas y actividades de la Universidad se han desempeñado en su campus. Además, existe el Centro Internacional de Información e Investigación para la Paz, en Montevideo, Uruguay, y representantes de programas en otros seis países de América Central, así como en Brasil, Ecuador, Perú, Chile, la República Dominicana e Italia.

Nuevo Consejo y Administración

Recientemente, como parte de su programa continuo de reforma de las Naciones Unidas, Kofi Annan, Secretario General de las Naciones Unidas, con el respaldo y el asesoramiento de Federico Mayor, Director General de la UNESCO, y el aliento y el respaldo del Gobierno de Costa Rica, tomó medidas para reorganizar, fortalecer e internacionalizar más plenamente la Universidad para la Paz, a fin de que pueda hacer un aporte más eficaz a los programas de paz y seguridad de las Naciones Unidas y a las metas de la Carta. El Consejo fue reconstituido con miembros totalmente nuevos y la primera reunión del nuevo Consejo tuvo lugar en la sede de la UNESCO en París, los días 29 y 30 de marzo de 1999. En esta reunión fue elegido Presidente del Consejo Maurice Strong, de Canadá, quien asumió las responsabilidades adicionales de rector hasta el nombramiento de un nuevo rector, que según se prevé tendrá lugar en la próxima reunión del Consejo en San José, Costa Rica, los días 22 y 23 de noviembre de 1999. El Consejo también eligió a la Señora Elizabeth Odio, Vicepresidenta de Costa Rica, para ocupar el cargo de Vicepresidenta del Consejo. También fue nombrada para formar parte del Consejo la Embajadora Sonia Picado, segunda persona nombrada por Costa Rica. Se ha establecido un Comité Ejecutivo que ejercerá las funciones del Consejo hasta su próxima reunión, integrado por Maurice Strong como Presidente, Elizabeth Odio como Vicepresidenta, el Embajador Mohammed Sahnoun de Argelia, Nitin Desai, Subsecretario General de las Naciones Unidas y el profesor Dumitru Chitoran, Asesor Especial del Director General de la UNESCO, como miembros ex officio.

La nueva administración ha iniciado un proceso de revisión minuciosa de todos los programas, capacidades e instalaciones existentes de la Universidad para formular una nueva estrategia de largo plazo con sus respectivas propuestas de programas, presupuesto, planes de trabajo y administración, que serán presentados al Consejo en su reunión de noviembre. En esta reunión, el Consejo también considerará una alianza estratégica con el Consejo de la Tierra, una organización global no gubernamental fundada como resultado de la Cumbre para la Tierra celebrada en Río de Janeiro en junio de 1992, que también tiene sede en San José. Las metas y programas del Consejo de la Tierra tienen un grado significativo de interés común y se complementan con las metas y programas de la Universidad para la Paz; dicha alianza produciría a su vez beneficios significativos en cuanto a la programación y a la efectividad en función de los costos para cada organización.

Administración y finanzas

Uno de los impedimentos más serios en los últimos años para la capacidad de la Universidad para la Paz de cumplir su misión y satisfacer las expectativas para la cual fue establecida ha sido el desorden en sus prácticas administrativas, de personal y contabilidad y la falta de supervisión y rendición de cuentas. Hasta la reunión del Consejo recientemente constituido en marzo de 1999, no se habían realizado reuniones previas del Consejo desde 1994, en gran parte debido a limitaciones financieras. Desde 1993 no se preparaban estados financieros auditados, situación que es claramente inaceptable para un organismo de las Naciones Unidas cuya continuación hubiese puesto en tela de juicio la integridad y la viabilidad de la Universidad para la Paz. Las medidas tomadas por el Secretario General tienen por objeto rectificar esta situación y preparar a la Universidad para una nueva era de servicios a fin de respaldar las metas de paz y seguridad de las Naciones Unidas.

La nueva administración se ha concentrado inicialmente en reestructurar los procedimientos y las prácticas de administración, personal y contabilidad con el objeto de observar las normas profesionales internacionales más estrictas. Se ha encargado una auditoría independiente para actualizar los estados financieros de la Universidad. Y se está realizando un extenso examen de todos los programas, relaciones y prácticas actuales. Si bien la mayoría de las deficiencias principales se están rectificando, deberá pasar cierto tiempo para implementar plenamente los cambios exigidos para cumplir con las normas que se están fijando actualmente para la Universidad.

Programas actuales - Consisten brevemente en:

a) cultura para la paz y la democracia en América Central - Programa fomentado por los gobiernos centroamericanos que abarcan los países respectivos, en operación desde 1994. Se hace énfasis en la educación para la paz en diferentes sectores, en cooperación con organizaciones locales.

b) creación de consenso y resolución de conflictos en América Central - Programa iniciado en 1996 en cooperación con universidades locales dirigidas a líderes de la sociedad civil. Se han preparado módulos de capacitación.

c) los recursos naturales y la paz - En la actualidad, las actividades se limitan a impartir seis cursos internacionales breves (dos a tres semanas), como la continuación de los esfuerzos iniciados desde 1987.

d) doctorado en comunicaciones para la paz - Se ofrece conjuntamente con la Universidad de La Laguna en Tenerife, Islas Canarias, pero todos los cursos se imparten en la Universidad para la Paz. Es requisito esencial presentar una tesis de alta calidad. Veinticinco estudiantes están cursando actualmente este programa.

e) maestría en derechos humanos y educación para la paz - Un total de 26 estudiantes están asistiendo al curso de cinco trimestres, en el que se hace énfasis en la percepción de los derechos humanos, la condición jurídica, la mediación y el consenso. El título se otorga conjuntamente con la Universidad Nacional de Costa Rica.

f) Centro Internacional de Información e Investigación para la Paz - Con sede en Montevideo, Uruguay, tiene por objeto respaldar las comunicaciones con bancos de datos vinculados a los conflictos y a la paz.

g) Centro Gandhi de Comunicación y Producción Televisiva - Produce videos vinculados con los conflictos y la paz y es autosuficiente.

h) Radio Paz Internacional - Transmite programas en onda corta vinculados con la paz y materiales de clases teóricas (“Universidad del Aire”) que se escuchan en gran parte del mundo. Se estima que aproximadamente 100.000 personas escuchan las emisiones en cinco idiomas. Si bien se encuentra en la Universidad para la Paz y coopera estrechamente con ella, esta estación radioemisora capta sus propios recursos y da cuenta de sus actividades a su propia junta directiva.

i) CEDIPAZ - Opera como centro de documentación e información para la paz y como biblioteca de la Universidad para la Paz.

Si bien estos programas han dado a la Universidad cierta experiencia valiosa, no han alcanzado una escala significativa ni han tenido el alcance necesario para que la Universidad pueda cumplir su misión global.

Programas futuros:

Las prioridades programáticas iniciales se concentrarán en aquellas esferas en las que la experiencia adquirida y algunas de las nuevas y promisorias oportunidades que se están generando proporciona a la Universidad una ventaja comparativa significativa. A continuación se mencionan algunos de los programas que se están considerando:

(i) Cultura de la paz - Consiste en programas que contribuyan al desarrollo de una “cultura de la paz” basados en la experiencia adquirida por la Universidad en los programas que lanzó en América Central y el liderazgo y la cooperación de la UNESCO, que ha asumido la responsabilidad principal para la orientación y el desarrollo de este programa.

(ii) Función de ombudsman - Para la prevención y resolución de conflictos, particularmente con respecto a los conflictos transfronterizos que tienen que ver con el medio ambiente y los recursos naturales, para los cuales se aprovechará la experiencia de la Universidad para la Paz en sus programas de resolución de conflictos en América Central; la amplia labor realizada por el Consejo de la Tierra en el diseño de un programa de ombudsman y la vasta experiencia en recursos naturales de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza y sus Recursos Naturales (IUCN) y su red mundial de miembros profesionales, en el diseño y la implementación de esta iniciativa.

(iii) Medio ambiente, recursos naturales y paz - Programas de educación selectivos basados en los que existen actualmente en la Universidad en esta esfera, incluyendo programas emprendidos en cooperación con algunas de las principales universidades, con el objeto de otorgar títulos conjuntos a nivel de maestría y doctorado.

(iv) Parques de la paz - Si bien se han establecido numerosos parques de la paz en varios países del mundo y se están desarrollando o considerando otros, no existe un centro coordinador internacional para formular normas y criterios comunes e intercambiar experiencia, ni tampoco un centro de conocimientos y respaldo para el desarrollo de nuevos parques de la paz. Sin embargo, este tipo de parques son cada vez más reconocidos por su potencial de crear zonas de paz en áreas fronterizas delicadas y en proteger importantes recursos naturales o biológicos. La IUCN se unió a la Universidad de la Paz en la exploración de perspectivas de desarrollo conjunto de un programa que satisfaga esta necesidad.

(v) Los fundamentos morales y espirituales de la paz (paz interior) - Dado que la “paz comienza en la mente de los hombres (y las mujeres)” los valores, la ética y las cualidades espirituales que motivan a las personas al nivel más profundo son las fuentes de las actitudes y de la conducta que proporcionan los fundamentos de la paz. Existen indicaciones significativas de interés y respaldo para la creación de un programa en esta esfera en la Universidad para la Paz.

(vi) Los medios de comunicación y la paz - Los conflictos recientes en los Balcanes demostraron la influencia generalizada de los medios en dar forma a las actitudes que fomentan y sustentan los conflictos por un lado y promueven la paz por el otro. Radio Paz Internacional, filial de la Universidad para la Paz que se encuentra en el mismo campus, ya ha demostrado su valor como medio de comunicación en el fomento de la paz.

(vii) Desarrollo económico y paz - El vínculo entre el desarrollo económico y la preservación de la paz es de fundamental importancia. Los fallos económicos, el desempleo sostenido, las desigualdades económicas y la injusticia crean condiciones para la violencia y conflictos a nivel local, nacional e internacional. La preservación de la paz en el próximo siglo dependerá de que se logren perfiles más equitativos de desarrollo económico que fortalezcan la solidaridad, y reduzcan la pobreza, la igualdad y la exclusión así como las fuentes de conflicto.

(viii) Democracia y paz - Los acontecimientos recientes subrayaron la relación que existe entre la democracia y la paz. En un proceso de democratización la población está más dispuesta a aceptar nuevas iniciativas de resolución de conflictos, y pueden extraerse lecciones importantes de experiencias como las que tuvieron lugar en Africa e Indonesia, que podrían constituir un campo interesante de investigación para la Universidad para la Paz. Se están analizando estas perspectivas en cooperación con IDEA, el Instituto Internacional por la Democracia y la Asistencia Electoral con base en Estocolmo.

(ix) Investigadores invitados - Una iniciativa promisoria es el plan de la Universidad de invitar a personas de experiencia y reconocimiento excepcional en todo el mundo en los campos de la negociación, la investigación y la política de la paz, para realizar investigaciones y llevar a cabo otras actividades para la Universidad en forma temporal y según su disponibilidad. Estos investigadores invitados constituirán una lista de profesionales con aptitudes y experiencia vinculadas con la paz, a las que podrán recurrir las Naciones Unidas para las misiones y asignaciones relacionadas con la paz.

Además, los planes exigen hacer especial hincapié en la inclusión de jóvenes promisorios y talentosos como personal interno de respaldo y asistentes de cátedra en los programas y actividades de la Universidad.

(x) Se están examinando asimismo otros temas para programas, como la economía y la paz, el buen gobierno, las fuerzas armadas y la paz, la migración, los refugiados y la paz, los derechos humanos y la paz, los jóvenes y la paz, y las amenazas a la paz procedentes, por ejemplo, del crimen organizado.

Es evidente que sería poco realista esperar que la Universidad para la Paz inicie programas en todas estas esferas. Será tarea del Consejo, en su reunión del 22 y 23 de noviembre, determinar las prioridades con base en las áreas en las cuales la Universidad para la Paz pueda hacer las aportaciones más evidentes y valiosas según las prioridades de las Naciones Unidas, haciendo uso de su ventaja comparativa para añadir valor a la labor que realizan otras personas e instituciones en estas esferas, con sujeción a la disponibilidad de recursos financieros y de las capacidades requeridas para llevar a cabo dichas actividades de conformidad con las normas más estrictas de calidad y profesionalismo.

Se llevarán a cabo varios programas básicos en el campus de la Universidad en San José, como de costumbre en cooperación con otros organismos de las Naciones Unidas, universidades e institutos considerados los mejores en sus campos respectivos, mediante programas conjuntos e intercambio de profesores, teleconferencias interactivas y programación por Internet. Para estos fines se tiene previsto establecer las instalaciones más modernas de telecomunicaciones y conferencias. La mayoría de los programas, cursos y centros de proyectos de investigación se llevarán a cabo en cooperación con otras organizaciones existentes. En aquellos casos en los que no exista un centro de coordinación para programas en los cuales la Universidad para la Paz esté en condiciones de asumir el liderazgo, en cooperación con otras entidades, deberá estar preparada para hacerlo. Por ejemplo, la iniciativa de los parques de la paz se está emprendiendo en cooperación con la IUCN.

Existen pruebas alentadoras de que la Universidad podrá atraer a algunas de las personas más idóneas y respetadas en las esferas programáticas que está considerando y que podrá celebrar acuerdos y alianzas de cooperación con algunas de las universidades e institutos más prestigiosos del mundo. En consecuencia, la principal limitación al ritmo y a la extensión a los cuales se formularán y llevarán a cabo eficazmente los programas, será la disponibilidad de financiamiento. Se han obtenido ya montos moderados de financiamiento para dar los primeros pasos en la evaluación de los posibles programas. No obstante, el compromiso para iniciar cualquier programa deberá estar acompañado de seguridades respecto a la disponibilidad de los fondos necesarios para llevarlo a cabo y sobre una base que satisfaga las normas más estrictas de calidad.

Perspectivas a futuro

La constitución singular de la Universidad para la Paz dentro del marco de las Naciones Unidas, con el carácter y la flexibilidad operativa de una organización no gubernamental, la hace un vehículo particularmente útil para formular y demostrar nuevas modalidades de alianzas entre los sectores público y privado con el fin de servir y respaldar la misión de paz y seguridad de las Naciones Unidas. Si bien existen muchos otros institutos privados y nacionales que realizan labores de distinto tipo en materia de paz y seguridad, la Universidad para la Paz es la única establecida específicamente para ese propósito por las Naciones Unidas.

Si bien con el fin de la guerra fría se han aminorado los riesgos de una guerra nuclear mundial, es cada vez mayor el número de países que tienen o han tenido acceso a dicho armamento y, desde la reducción en la magnitud de las fuerzas armadas en muchos países, un gran número de armas pequeñas ha pasado a manos de civiles. Al mismo tiempo, los conflictos regionales y étnicos son cada vez más complejos y destructivos y es cada vez mayor el potencial de que emerjan nuevos conflictos o de que vuelvan a surgir viejas enemistades. Las realidades de la globalización y la interdependencia, que amplifican las consecuencias de los conflictos regionales en cualquier parte del mundo, refuerzan vigorosamente los imperativos de mantener la paz y de establecer las condiciones y la cultura que sienten las bases para la paz.

Esto subraya la importancia y el momento oportuno de la iniciativa que ha emprendido el Secretario General de las Naciones Unidas con el objeto de globalizar y fortalecer la Universidad para la Paz, así como de activar su potencial singular de iniciar el tipo de actividades educativas, de investigación, de capacitación y de otra índole en respaldo a la función de paz y seguridad de las Naciones Unidas y a las metas consagradas en la Carta.

 

 

 

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