3
de junio de 2001
AG/INF.260/01
San
José, Costa Rica
4 junio 2001
Original: inglés
CARTA
DEL EXCELENTÍSIMO SEÑOR JEAN-BERTRAND ARISTIDE PRESIDENTE DE
LA REPÚBLICA DE HAITÍ
AL EXCELENTÍSIMO SEÑOR ROBERTO ROJAS
MINISTRO DE RELACIONES EXTERIORES Y CULTO DE COSTA RICA
REPÚBLICA
DE HAITÍ
Jean-Bertrand
Aristide
Presidente
31
de mayo de 2001
Excelentísimo
señor Ministro Rojas:
Es
mi deseo extender a usted y a todos los participantes en el trigésimo
primer período ordinario de sesiones de la Asamblea General de
la Organización de los Estados Americanos un saludo personal y
presentarles un mensaje especial y una solicitud de la mayor
importancia. Me gustaría expresar mi agradecimiento a todas las
personas que participaron en las gestiones destinadas a hacer
posible la Misión Conjunta de la Organización de los Estados
Americanos y la Comunidad del Caribe, presidida por el
Secretario General César Gaviria y Dame Eugenia Charles. Mis
entrevistas con ellos han sido fructíferas y alentadoras.
La
actual difícil situación política en Haití ha tenido el
efecto de impedir el desarrollo del país y frustrar las
esperanzas de mis compatriotas sobre un futuro más próspero.
Es mi más ferviente deseo que, con la asistencia de la
comunidad internacional, Haití pronto supere esta difícil
circunstancia para avanzar en su progreso económico y social.
Con el anhelo de superar esta
situación, desearía destacar cinco elementos que estoy seguro
que podrían llevarnos a cumplir este objetivo. Exhorto a la
comunidad internacional a que brinde su apoyo a esta iniciativa
como un símbolo de su solidaridad con esta democracia naciente.
1.
Estoy en condiciones de informar a usted en este momento
que los senadores que ocupan los siete escaños en disputa han
renunciado, como prueba de su compromiso patriótico de superar
la controversia electoral en torno a las elecciones del 21 de
mayo de 2000.
2.
Me comprometo a nombrar un nuevo Consejo Electoral
Provisional (CEP) antes del 25 de junio de 2001. Este CEP estaría
integrado por nueve miembros designados por el Poder Ejecutivo y
el Judicial, los partidos políticos –incluidos Convergence Démocratique,
Fanmi Lavalas y otros– y las iglesias católica y protestante.
Respetaré
la integridad del nuevo CEP como entidad funcionalmente autónoma.
Resulta claro que, si alguno de los grupos señalados
no designara al miembro o miembros respectivos, el (los)
miembro(s) no designado(s) sería(n) elegido(s) de entre los
otros sectores mencionados.
3.
El nuevo CEP, tras consultas apropiadas, fijará la fecha
de las elecciones para cubrir las bancas del Senado que estaban
en disputa y procederá a organizar estas elecciones
oportunamente. Estoy convencido de que sería en el mejor interés
del país celebrar las elecciones para cubrir esas bancas antes
de fines de 2001, y promoveré este objetivo.
4.
El nuevo CEP también organizaría elecciones anticipadas
para sustituir a todos los miembros del Parlamento elegidos el
21 de mayo de 2000. De conformidad con la propuesta del Gobierno
descrita en la sesión del Consejo Permanente de la OEA
celebrada el 14 de marzo de 2001, los períodos de los
parlamentarios elegidos el 21 de mayo de 2000 se reducirían dos
años, a fin de regularizar el ciclo de renovación de las
bancas en el Parlamento haitiano, tal como lo dispone la
Constitución. Por último, el CEP organizaría las elecciones
complementarias que son necesarias para concretar el
establecimiento del Consejo Electoral Permanente.
5.
A fin de incrementar la confianza en estas medidas,
quisiera solicitar su apoyo para establecer una Misión Especial
OEA/CARICOM, cuyo mandato sería facilitar el diálogo con la
sociedad civil y los partidos políticos y fortalecer las
instituciones democráticas. Las funciones de la misión serían,
entre otras, la observación de la situación de los derechos
humanos y apoyo para el funcionamiento adecuado del proceso
electoral, incluidas la libertad de expresión y la garantía de
seguridad para todos los interesados.
Creo sinceramente que, como parte integral de
esta solución, la Organización de los Estados Americanos y la
Comunidad del Caribe deberían comprometerse a ayudar a
normalizar las relaciones entre Haití y las instituciones
financieras internacionales. El desembolso de la tan necesitada
asistencia financiera internacional permitirá el desarrollo
económico de Haití, lo que a su vez fortalecerá el proceso
democrático.
En
nombre de todos los haitianos, exhorto a ustedes a prestar apoyo
a estos cinco elementos y reconocerlos como una ponderada y
completa resolución de este impasse. Anticipo continuar nuestra
cooperación para lograr el progreso económico y social de Haití.
Muy
atentos saludos,
Jean-Bertrand Aristide
Excelentísimo
señor
Roberto Rojas L.
Ministro de Relaciones Exteriores y Culto de Costa Rica
Presidente de la Asamblea General
de la Organización
de los Estados Americanos
San José, Costa Rica
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