TRIGÉSIMO PRIMER PERÍODO ORDINARIO DE SESIONES                     OEA/Ser.P

3 de junio de 2001                                                                                              AG/INF.264/01

San José, Costa Rica                                                                                         3 junio 2001

                                                                                                                        Original:  inglés

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

INFORME DEL SECRETARIO GENERAL SOBRE LA MISIÓN DE LA OEA

Y LA MISIÓN CONJUNTA OEA/CARICOM A HAITÍ

3 DE JUNIO DE 2001


INFORME DEL SECRETARIO GENERAL SOBRE LA MISIÓN DE LA OEA

Y LA MISIÓN CONJUNTA OEA/CARICOM A HAITÍ

3 DE JUNIO DE 2001

 

 

 

ANTECEDENTES

 

            En la sesión extraordinaria del Consejo Permanente celebrada el 13 de julio de 2000, el Jefe de la Misión de Observación Electoral (MOE) en Haití, Embajador Orlando Marville, hizo una presentación oral sobre los resultados de la MOE con respecto a las elecciones legislativas y municipales realizadas en Haití el 21 de mayo de 2000. En este informe, el Jefe de la Misión destacó las deficiencias y dificultades de las elecciones y mencionó, en particular, la metodología imperfecta utilizada por el Consejo Electoral Provisional en la adjudicación de escaños para ciertos miembros del Senado haitiano. En vista de que el CEP no corrigió las deficiencias identificadas, la MOE no observó la segunda ronda de elecciones legislativas y municipales, las cuales fueron boicoteadas por varios partidos políticos de Haití. Esto dio lugar a un impasse.

 

            Estas elecciones se consideraron esenciales para la consolidación democrática de Haití, un país que no había tenido un parlamento en funcionamiento desde enero de 1999. Como consecuencia, se retuvieron cientos de millones de dólares de asistencia muy necesaria para el desarrollo. Se consideró que la celebración de elecciones legislativas y municipales creíbles era una condición previa para que Haití continuara accediendo a la asistencia de la comunidad de donantes internacionales. En consecuencia, al no corregir las autoridades las deficiencias identificadas en las elecciones del 21 de mayo, se creó no solamente una crisis de legitimidad, sino un significativo impasse político en el país.

 

            Ante esas circunstancias, el Consejo Permanente, en la sesión extraordinaria celebrada el 4 de agosto de 2000, aprobó la resolución, CP/RES. 772 (1247/00) y decidió:

 

      “Aceptar la invitación del Gobierno de Haití y enviar con prontitud a ese país una misión encabezada por el Secretario General, con representación del Grupo de Amigos del Secretario General de las Naciones Unidas para identificar, con el Gobierno de Haití y otros sectores de la comunidad política y civil, las opciones y recomendaciones destinadas a resolver, con la mayor brevedad posible, dificultades como las que han surgido de las diferentes interpretaciones de la Ley Electoral, y a seguir fortaleciendo la democracia en ese país”.

 

            De conformidad con este mandato, el Secretario General, señor César Gaviria, y el Secretario General Adjunto, señor Luigi Einaudi, viajaron a Haití del 17 al 20 de agosto de 2000, acompañados por los Embajadores Representantes Permanentes ante de la OEA, de la Argentina, Excelentísimo señor Juan José Arcuri; de Chile, Excelentísimo señor Esteban  Tomic Errázuriz, y de Venezuela, Excelentísima señora Virginia Contreras. También acompañó al Secretario General y el Secretario General Adjunto de la OEA el Secretario General Adjunto de Relaciones Exteriores y Comunitarias de la Secretaría de la Comunidad del Caribe (CARICOM), Excelentísimo señor Albert Ramdin.


INFORME DE LA MISIÓN DE LA ORGANIZACIÓN DE LOS ESTADOS AMERICANOS

A HAITÍ

 

 

 

De agosto a noviembre de 2000

 

            El primer informe de la Misión consta en el documento CP/doc. 3349/00, de fecha 24 de agosto de 2000. En el mismo, el Secretario General indicó: “Hubo un reconocimiento unánime en que los serios desafíos que se enfrentan y la presencia de profundas divisiones políticas son la causa por la cual el avance a corto plazo resulta extremadamente difícil. Se reconoció que las elecciones celebradas el pasado 21 de mayo habían servido para exacerbar la actual crisis política y de las instituciones democráticas en ese país, en vez de comenzar a resolverla, como se había esperado.  Este sentido de una urgente necesidad de mantener un diálogo político ahora coexiste con las dudas acerca de si ese diálogo es posible o no”.

 

            Posteriormente, el Secretario General Adjunto Einaudi, en un intento de facilitar y promover un clima de diálogo, visitó Haití en tres ocasiones, entre el 15 de septiembre y el 23 de octubre de 2000. El 11 de octubre de 2000, el Secretario General Adjunto hizo una presentación oral al Consejo Permanente e indicó que las principales diferencias aún debían superarse y que el factor tiempo se estaba convirtiendo rápidamente en un enemigo común para todas las partes interesadas. Destacó que, a pesar de la ausencia de un acuerdo político sobre la forma de resolver las diferencias surgidas a raíz de las elecciones del 21 de mayo y de asegurar la legitimidad de la presidencia y el Senado, parecía claro que el calendario electoral vigente de celebrar elecciones el 26 de noviembre –a solamente seis semanas– igual iba a ser mantenido. 

 

            En la visita realizada del 13 al 23 de octubre, el Secretario General Adjunto tuvo éxito en promover y facilitar una serie de reuniones entre representantes de los partidos políticos y organizaciones de la sociedad civil en Haití.  En efecto, la nota distintiva de este diálogo inicial fue la presentación que hizo el Secretario General Adjunto en un documento titulado “Elementos de reflexión para un acuerdo nacional”, en torno al cual había significativo acuerdo de todas las partes involucradas sobre varios puntos de mismo.

 

            A pesar de estos esfuerzos, el Secretario General Adjunto, al presentar el segundo informe sobre la Misión de la OEA a Haití (CP/doc.3371/00, de fecha 9 de noviembre de 2000), observó que  “no hay un consenso lo suficientemente amplio para lograr el objetivo de la OEA, es decir, la negociación de un acuerdo nacional entre todas las partes que resuelva la crisis política y que lo haga de tal forma que pueda obtenerse apoyo de la comunidad internacional”.

 

            Luego continuaron las negociaciones, tanto dentro como fuera de Haití. Se celebraron reuniones con colaboradores de la OEA, específicamente con el Grupo de Amigos del Secretario General de las Naciones Unidas y con la CARICOM, en procura de corregir las deficiencias antes de la celebración de las elecciones presidenciales del 26 de noviembre. Lamentablemente, no se logró este objetivo y las elecciones presidenciales siguieron su curso sin que se corrigieran las deficiencias identificadas en las elecciones del 21 de mayo. La OEA no observó estas elecciones. El 27 de noviembre, la OEA emitió un comunicado de prensa que decía, entre otras cosas:

 

                        La decisión de las autoridades haitianas de llevar a cabo las elecciones el 26 de noviembre sin la existencia de dicho acuerdo permite la sucesión del presidente en el tiempo establecido por la Constitución de Haití, pero no altera la necesidad de asegurar una amplia representación política y participación ciudadana, críticas para el desarrollo de la democracia en Haití”.

 

           

De enero a marzo de 2001

 

            El 12 de enero de 2001, el Primer Ministro de Haití, Excelentísimo señor Jacques Édouard Alexis, visitó la sede de la OEA y se reunió con el Secretario General Adjunto Einaudi. El Primer Ministro Alexis vino a Washington a pedido del Presidente de la República de Haití, señor René Préval, y del Presidente-electo señor Jean-Bertrand Aristide, a fin de revitalizar el diálogo, con el apoyo de la OEA, con miras a lograr un consenso sobre los asuntos pendientes mencionados en el documento “Elementos de reflexión para un acuerdo nacional” (Éléments de réflexion). El Primer Ministro y el Secretario General Adjunto examinaron el trabajo realizado por la Misión de la OEA en Haití, de conformidad con el mandato contenido en la resolución del Consejo Permanente CP/RES. 772. Durante la reunión, el Secretario General Adjunto destacó que era de primordial importancia para la estabilidad de Haití que hubiera una amplia representación política y participación de la ciudadanía. Al señalar el consenso alcanzado sobre estos puntos durante la misión a Haití realizada del 13 al 21 de octubre de 2000, el Embajador Einaudi expresó su gran preocupación sobre la necesidad de mejorar la seguridad de todos los haitianos. Asimismo, expresó su opinión de que el documento “Elementos de reflexión”, presentado al Fanmi Lavalas y a Convergence Démocratique durante esa visita, podría servir de base para renovar el diálogo, particularmente si el Gobierno haitiano ponía en práctica los puntos señalados por el Presidente-electo Aristide en su carta del 27 de diciembre al Presidente de los Estados Unidos.

 

            Luego el Secretario General Adjunto visitó Haití, del 6 al 10 de febrero de 2001, para representar al Secretario General en la ceremonia de transmisión de mando del nuevo Presidente de Haití, que tuvo lugar el 7 de febrero. Durante esta visita, el Embajador Einaudi aprovechó la oportunidad para mantener las líneas de comunicación abiertas a todas las partes interesadas, con miras a determinar la medida en que se habían cumplido las condiciones para que la OEA continuara identificando, junto con el Gobierno y otros sectores de la comunidad política y la sociedad civil de Haití, las opciones y recomendaciones para solucionar el actual impasse político en ese país. Asimismo, se aprovechó la oportunidad para evaluar las posibilidades de poner en marcha otras medidas que se podrían considerar apropiadas para fortalecer más la democracia en Haití, de conformidad con la resolución CP/RES. 772, y con los ocho compromisos expresados en diciembre de 2000 por el Presidente-electo, según se mencionó anteriormente. El Embajador Einaudi volvió a visitar Haití del 8 al 10 de marzo de 2001.

 

            La información correspondiente a estas visitas del Secretario General Adjunto figura en el tercer informe de la Misión de la OEA a Haití (CP/doc.3419/01 corr. 2), de fecha 13 de enero de 2001. En este informe se concluyó que Haití “ha dado ciertos pasos definitivos, pero mucho resta por hacer. Los pasos dados hasta la fecha no llegan a asegurar el fortalecimiento de la democracia en Haití”. Además, en el informe se hizo referencia a que se habían recibido indicaciones del Presidente Aristide de que el Ministro de Relaciones Exteriores, Joseph Philippe Antonio, asistiría a una sesión del Consejo Permanente programada para el 14 de marzo de 2001 y presentaría una propuesta para crear una comisión especial de la OEA para apoyar la democracia en Haití. En el informe también se sugirió que, en caso de que se estableciera esta Comisión a solicitud del Gobierno de Haití, sería prudente concentrar esfuerzos, por lo menos al principio, en dar nuevos pasos relacionados con el diálogo político, quizá utilizando un formato similar al que se llevó a cabo con el Procedimiento de Diálogo en Perú, en el cual participaron el gobierno, la oposición y la sociedad civil, con la OEA en calidad de observador. Además, el informe señaló que, para que el proceso del diálogo fuera fructífero, la OEA requeriría la colaboración, en áreas críticas, de las Naciones Unidas, de las instituciones financieras internacionales y de miembros de la comunidad internacional.

 

            En el discurso pronunciado el 14 de marzo, el Ministro de Relaciones Exteriores de Haití solicitó el apoyo del Consejo Permanente para establecer una comisión especial de la OEA sobre Haití. Luego de considerar esta solicitud, el Consejo Permanente aprobó la resolución CP/RES. 786 (1267/01) corr. 1, en la cual resolvió:

 

1.         “Expresar la convicción de que la solución de la crisis surgida a raíz de las elecciones del 21 de mayo de 2000 es fundamental para la democracia y el respeto de los derechos humanos en Haití.

 

2.         Solicitar al Secretario General que realice las consultas necesarias con el Gobierno de Haití y otros sectores de la comunidad política y la sociedad civil, teniendo en cuenta la exposición del Ministro de Relaciones Exteriores y Culto de Haití, sobre la posibilidad de un diálogo para resolver la crisis surgida a raíz de las elecciones del 21 de mayo de 2000 y el fortalecimiento de la democracia y el respeto de los derechos humanos en Haití.

 

 

 
3.         Encomendar al Secretario General que presente al Consejo Permanente, a más tardar el 2 de mayo de 2001, un informe sobre sus consultas y, si procede, proponer otras medidas que pudieran contribuir al fortalecimiento del proceso democrático en Haití”.

 

 

De abril a mayo de 2001

 

            A pedido del Secretario General, el Secretario General Adjunto visitó nuevamente Haití, del 2 al 4 de abril, para evaluar qué acción tangible había sido tomada por las autoridades y la comunidad política en general, en cumplimiento de los compromisos que se habían asumido y de las promesas hechas por el Ministro de Relaciones Exteriores en la sesión del Consejo Permanente del 14 de marzo. La visita y las consultas de seguimiento tuvieron lugar al mismo tiempo que se llevaban a cabo los preparativos de la Tercera Cumbre de las Américas en Québec, Canadá, del 18 al 22 de abril de 2001. En ese momento, muchos Estados Miembros expresaron su creciente preocupación por las continuas dificultades políticas de Haití y las posibles repercusiones para la democracia en el Hemisferio.

 

            En la ciudad de Québec, tanto el Secretario General como el Secretario General Adjunto se reunieron con las autoridades de Haití, quienes a su vez estuvieron en contacto con los líderes del Hemisferio, en especial con los de la CARICOM. Se realizaron amplias consultas en esta oportunidad y se examinaron varias opciones para resolver el impasse político. Al clausurar la Tercera Cumbre de las Américas, el Primer Ministro Chrétien de Canadá manifestó que el caso de Haití había sido un tema de particular interés de los Jefes de Estado y de Gobierno. Reconoció los esfuerzos realizados por el Presidente Aristide para resolver los problemas que continúan limitado el desarrollo democrático, político, económico y social de su país, así como los esfuerzos de otros partidos políticos de Haití y otros sectores de la vida política, en forma particular los miembros de la sociedad civil.  En esta ocasión el Primer Ministro manifestó lo siguiente:

 

 

 
“Para facilitar el logro de estas metas hemos solicitado al Secretario General de la OEA, señor César Gaviria, que trabaje con la CARICOM, que mantenga consultas, que visite Port-au-Prince en el futuro cercano y que informe sobre sus observaciones a la OEA antes de la celebración del próximo período ordinario de sesiones de la Asamblea General, y que asegure el seguimiento adecuado”.

 

            El 25 de abril, el Secretario General informó al Consejo Permanente sobre esta decisión, indicando que el informe solicitado para el 2 de mayo se presentaría a la Asamblea General una vez hubiera concluido sus consultas.

 

 

INICIATIVA CONJUNTA OEA/CARICOM SOBRE HAITÍ

 

            El 9 de mayo de 2001, como una respuesta directa a la solicitud formulada por el Primer Ministro Jean Chrétien, el Primer Ministro de Barbados, señor Owen Arthur, Presidente de la Conferencia de Jefes de Gobierno de la Comunidad del Caribe (CARICOM), y el Secretario General de la OEA acordaron aunar los esfuerzos de ambas instituciones en una Misión Conjunta encabezada por el Secretario General de la OEA y la ex Primera Ministra del Commonwealth de Dominica, Dame Eugenia Charles. 

 

            Con este propósito, visitó Haití del 10 al 13 de mayo una misión conjunta exploratoria compuesta por los Secretarios Generales Adjuntos de la OEA y la CARICOM, acompañados por asesores del Centro Carter. Se mantuvieron prolongadas consultas con el Presidente Aristide, con representantes de su partido Fanmi Lavalas, con representantes de Convergence Démocratique, con representantes de la sociedad civil y con representantes locales del Grupo de Amigos del Secretario General de las Naciones Unidas. También se recibió a representantes de otros grupos y partidos políticos.

 

            Al concluir la misión exploratoria, los Embajadores Einaudi y Ramdin señalaron que no habían logrado producir condiciones indicativas de que se vislumbraba una solución. Dado el mandato de la Misión, la gravedad de la situación y la posición de varios Estados Miembros y del Presidente de la Conferencia de Jefes de Estado de la CARICOM, el Secretario General y la ex Primera Ministra Dame Eugenia Charles viajaron a Haití del 29 al 31 de mayo y se reunieron con el Presidente Aristide, los principales partidos políticos y una amplia gama de representantes de la sociedad civil.

 

            La misión expresó una gran preocupación por la falta de confianza mutua y la falta de un clima de negociaciones en el que se pueda resolver la crisis política que asfixia al país.

 

            El Presidente Aristide entregó a la misión una carta dirigida al Presidente del Trigésimo Primer Período Ordinario de Sesiones de la Asamblea General en la que presentaba las medidas que está adoptando para acabar con la crisis y solicitar el apoyo internacional.

 

            A su salida de Haití, el Secretario General indicó que la comunidad internacional debería aumentar su participación y recalcar a aquellos involucrados en el proceso la necesidad de alcanzar un acuerdo lo más pronto posible. La presión internacional sobre el gobierno para que corrija serias irregularidades ha servido de ayuda, pero las perspectivas para el pueblo haitiano serán en todos sus aspectos demasiado desalentadoras si se aísla al país de la comunidad financiera internacional. Destacó la necesidad de fortalecer los esfuerzos de mediación entre OEA-CARICOM y de contar con la participación amistosa de algunos países que tienen una influencia decisiva en Haití. Se espera que el cumplimiento de los anuncios del Presidente Aristide allane el camino para un proceso de negociaciones, con nuestra facilitación, que tenga por objeto superar la crisis y fortalecer las instituciones democráticas, el respeto de los derechos humanos y la justicia.

 

Los haitianos son las principales víctimas de esta polarización que afecta a todos los sectores de la sociedad nacional. Esta carga impide al país embarcarse en el crecimiento económico y desarrollo social que todos sus ciudadanos desean y necesitan con tanta urgencia.

PL05021S01