PALABRAS DEL DR. JUAN MENDEZ, PRESIDENTE DE LA COMISION INTERAMERICANA DE DERECHOS HUMANOS,  ANTE LA ASAMBLEA GENERAL DE LA OEA

 

EXPRESA PREOCUPACION POR EL ESTADO DE DERECHO Y LA DEMOCRACIA EN CUATRO PAISES DE LA REGION

 

Sra. Presidenta, Secretario General, Secretario General Adjunto, distinguidos Cancilleres y Representantes de los Estados:

 

Pido disculpas de antemano por el carácter telegráfico de este mensaje, y agradezco la oportunidad que le dan a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) de dirigirse a esta Asamblea General.

 

La CIDH esta preocupada por el estado de la democracia y del Estado de Derecho en el hemisferio.  Aunque hemos aprendido a defender la institucionalidad ante las amenazas golpistas, no conseguimos afirmar la independencia y contrapeso de los poderes, ni la credibilidad de los órganos de control.

 

La pobreza y la ineficiencia de los derechos económicos, sociales y culturales nos señalan un peligroso índice de exclusión social y política y agravan la vulnerabilidad de sectores y poblaciones históricamente olvidadas, como los pueblos indígenas, los afro descendientes, las mujeres y los niños.

 

La CIDH ha emprendido un estudio sobre el fenómeno del terrorismo en sus nuevas manifestaciones desde el 11 de septiembre, y sobre las respuestas de los Estados y su adecuación a los compromisos internacionales en material de derechos humanos.  Agradecemos profundamente las expresiones de apoyo de esta Asamblea a nuestra iniciativa.

 

Queremos referirnos a la situación de la democracia y los derechos humanos especialmente en cuatro países:

 

1.      Condenamos la inexistencia de libertad de expresión y asociación y de participación política en Cuba.  Abrigamos esperanzas de que la visita reciente del Presidente Carter produzca aperturas que permitan un dialogo franco sobre estos temas.

2.      Lamentamos la escasa voluntad de dialogo que exhiben diversos actores políticos en la crisis de Venezuela.  Exhortamos al Gobierno a abrir aun mas la estructura, la agenda, el formato y la composición de las mesas de dialogo.  Es imprescindible avanzar en la independencia e imparcialidad de la justicia y de los poderes creados para ejercer control sobre el Ejecutivo.

No vemos todavía muestras de que haya voluntad de investigar imparcialmente los hechos de violencia del 11 al 14 de abril, para que el espectro de la impunidad no contribuya a mellar aun mas la confianza en las instituciones, ni haga por ello todavía mas difícil el dialogo.  La CIDH ha efectuado una fructífera visita “in loco” a Venezuela.  En ella se logro un nivel de conversación con el Gobierno y se consulto a una amplísima gama de contactos en todos los sectores de la vida del país.  La CIDH se mantiene atenta para garantizar que quienes se acercaron a ella no sufran por ello consecuencias adversas.

Agradecemos la invitación del Presidente Chavez y del Vice Presidente Rangel a regresar a Venezuela con la frecuencia que consideremos necesaria, y estamos planeando nuevas visitas en las próximas semanas.

3.      La CIDH hizo recientemente una visita “in loco”  a Haití, y esta colaborando con la Misión Especial de la OEA y con sus cuerpos especializados.  Es urgente que el Gobierno del Presidente Aristide se aboque a la reforma profunda del Poder Judicial y proceda a un desarme para reestablecer el orden y la seguridad ciudadanas.

En Venezuela y en Haití, es urgente evitar un ulterior deterioro del ya precario Estado de Derecho.  Afortunadamente, la Carta Democrática Interamericana a menos de un año de su aprobación, ofrece mecanismos constructivos para prevenir tales deterioros.

4.      Ante la elección de un nuevo Gobierno en Colombia, la CIDH reitera la necesidad de romper el circulo vicioso de la impunidad para los crímenes de Derechos Humanos.  Especialmente es importante encarar decididamente la lucha contra el paramilitarismo y la ruptura de sus vínculos con algunos agentes del Estado.  Ello no solo es incompatible con la obligación, el  derecho y la voluntad expresada por el Gobierno y la sociedad colombianas, de erradicar la rebelión armada; es además condición jurídica y de eficacia de esa lucha.

Como en múltiples ocasiones, la CIDH condena con energía las violaciones al Derecho Internacional Humanitario cometidas por los grupos alzados en armas.

 

Agradecemos la cooperación recibida de los Estados durante el año transcurrido y reiteramos nuestra disposición a trabajar con sus gobiernos en la promoción y protección de los Derechos Humanos. 

 

Muchas Gracias.