Contexto


COMUNICADO DE LA MISIÓN ESPECIAL DE LA OEA
SOBRE LOS RECIENTES SUCESOS EN HAITÍ

  25 de noviembre de 2002

La Misión Especial ha seguido de cerca los sucesos de los últimos diez días y presenta las siguientes observaciones sobre algunos puntos:

· La Misión se alegra por el hecho de que las negociaciones con el Gobierno de Haití condujeron el 15 de noviembre a una conclusión satisfactoria respecto de los cuatro primeros términos de referencia para la asistencia técnica al Gobierno en materia de elecciones, seguridad de las elecciones, profesionalización de la Policía y desarme. Toma nota con satisfacción de que, poco después, cinco de las entidades que deben designar representantes al Consejo Electoral Provisional (CEP) transmitieron al Presidente de la República los nombres de sus representantes, si bien a título condicional.

· La Misión constata que los eventos en Cap-Haïtien del 16 al 18 de noviembre se desarrollaron en general de manera democrática de ambas partes, con presencia policial adecuada para la situación, ofreciendo así un modelo alentador para el proceso democrático en Haití durante el período electoral próximo. Es importante mantener el respeto por la diversidad de opiniones políticas, incluso después de eventos y manifestaciones políticas, y que no haya represalias ni amenazas contra quienes participan en ellos o contra quienes cubren los acontecimientos para la prensa.

· La Misión se alarmó por los incidentes violentos en Petit-Goâve el 20 de noviembre y deplora que en esas circunstancias la Policía haya utilizado armas de fuego y se hayan producido heridos. Este incidente refuerza la necesidad de velar por la gestión y formación de la Policía Nacional de Haití, así como por los demás elementos de su profesionalización.

· La Misión se sorprendió de que en Gonaïves uno de los acusados, Amiot Métayer, que se escapó violentamente de la cárcel el 2 de agosto junto con otros 158 prisioneros, que en su mayoría siguen libres, haya podido, entre otras cosas, el 21 de noviembre de 2002, forzar a un número de periodistas a refugiarse, sin reacción conocida de las autoridades.



· Por último, la Misión toma nota de los hechos extraordinarios del 22 de noviembre en Port-au-Prince, donde las barricadas y los neumáticos incendiados, estratégicamente distribuidos, conmocionaron la vida de la capital de Haití. Las manifestaciones de apoyo, desde cierto punto de vista, están por cierto protegidas por las normas democráticas. No obstante, toda manifestación debe hacerse conforme a la ley y con pleno respeto de los derechos y la seguridad de las personas. A diferencia de los sucesos en Cap-Haïtien, hubo muy pocos policías presentes. Las autoridades no parecían hacer ningún esfuerzo por abrir las rutas ni aprehender a los responsables de los hechos ilegales.

Las convenciones de la OEA y la Carta Democrática se aplican por igual a todos los Estados Miembros y a cada individuo en los Estados Miembros. La Misión hace un llamado a la calma, a todos los haitianos y haitianas, y sobre todo a quienes ocupan cargos de responsabilidad, ya sea en el Gobierno, la oposición o la sociedad civil, a fin de asegurar que, en esta situación crítica, las rivalidades políticas, normales en toda democracia, no entrañen temor de violencia o intimidación de una y otra parte, y se evite provocar o responder a provocaciones.

La Misión está convencida de que en estos momentos la opción óptima para todos es la integración de un CEP confiable y eficaz a la brevedad posible, a fin de celebrar elecciones justas y honestas en 2003, y de esta forma estimular el desarrollo democrático, económico y social en el mejor interés del pueblo haitiano, con el libre apoyo de la comunidad internacional.

Referencia: HAI112502S