SEGUNDO
INFORME DE LA MISIÓN DE LA ORGANIZACIÓN
DE LOS ESTADOS AMERICANOS A HAITÍ
27 de octubre de 2000
Introducción
De conformidad con la resolución CP/RES. 772
(1247/00) del Consejo Permanente, del 4 de agosto de 2000, el Secretario General de la
OEA, César Gaviria, encabezó una misión a Haití del 17 al 20 de agosto de 2000. Fue
acompañado por tres miembros del Consejo Permanente en representación del Grupo de
Amigos de Haití del Secretario General de las Naciones Unidas: el Embajador de la
Argentina, Juan José Arcuri; el Embajador de Chile, Esteban Tomic Errázuriz; y la
Embajadora de Venezuela, Virginia Contreras; el Secretario General Adjunto de la Comunidad
del Caribe (CARICOM), Embajador Albert Ramdin; y el Secretario General Adjunto de la OEA,
Luigi R. Einaudi. El informe del Secretario General figura en el documento CP/doc.3349/00,
de fecha 24 de agosto de 2000, y fue presentado personalmente por éste al Consejo
Permanente el 5 de septiembre de 2000. La conclusión más importante de la misión fue
que era urgente entablar un diálogo para tratar los problemas generados por las
elecciones locales y parlamentarias del 21 de mayo; mejorar las perspectivas de las
futuras elecciones presidenciales y senatoriales; y, en general, fortalecer la democracia.
Actividades de la Misión, 15 de septiembre
12 de octubre de 2000
Del 15 al 16 de septiembre de 2000, el
Secretario General Adjunto Einaudi realizó una visita de consulta de 24 horas a Haití,
durante la cual se reunió con el Presidente Préval, el Ministro de Relaciones Exteriores
Longchamp y el jefe de La Fanmi Lavalas, el ex Presidente Aristide. Convencido a
raíz de esas conversaciones de que estas autoridades estaban dispuestas a mostrar cierta
flexibilidad en una serie de puntos de interés para el diálogo, el Secretario General
Adjunto volvió a Haití del 21 al 29 de septiembre de 2000. En esa oportunidad, el
Presidente Préval habló por televisión e hizo una enérgica declaración acogiendo la
presencia de la OEA, haciendo un llamado al diálogo entre los partidos políticos y
comprometiéndose a implementar los resultados del diálogo.
Durante esa visita, el Secretario General Adjunto
se reunió con un diverso grupo de ciudadanos haitianos, con partidos políticos y con
integrantes de la sociedad civil. Con la esperanza de llegar a un acuerdo, se concentró
en los partidos políticos, y en particular Fanmi Lavalas y el grupo más
importante de partidos de la oposición, Convergence Démocratique. Durante una
semana se reunió alternadamente con los líderes de Convergence y de Lavalas.
En muchas de las reuniones, el Secretario General Adjunto fue acompañado por los
representantes especiales de CARICOM (el ex Ministro Charles Maynard de Dominica), del
Secretario General de las Naciones Unidas (Embajador Alfredo Cabral) y de los Gobiernos de
Canadá y los Estados Unidos (Embajadores David Lee y Donald Steinberg, respectivamente),
así como Embajadores de Estados Miembros y Estados Observadores Permanentes ante la OEA y
el Director de la Oficina de la Secretaría General de la OEA en Haití, Embajador Denneth
Modeste.
El 29 de septiembre el Secretario General Adjunto
partió de Haití sin haberse llegado a un acuerdo, incluso sin haber podido concertar un
diálogo cara a cara entre los partidos. Dicho esto, todos los partidos estuvieron de
acuerdo en la importancia vital del diálogo y la necesidad de continuarlo. El Gobierno y Fanmi
Lavalas reiteraron algunas señales de flexibilidad, la oposición comenzó a definir
sus posiciones, y comenzó a surgir un marco posible para la negociación en torno a lo
que podría en general calificarse como el problema de la libertad y, más concretamente,
el problema de cómo superar las dificultades electorales pasadas y asegurar el éxito de
las futuras elecciones. Cuando el Secretario General Adjunto partió de Haití el 29 de
septiembre, manifestó que todas las partes involucradas habían hecho "una pausa
para reflexionar".
En los días siguientes, durante la XIX Reunión
del GRIC, celebrada en Québec, Canadá, del 1 al 3 de octubre de 2000, y en Washington,
D.C., altos funcionarios de la OEA se reunieron informalmente con diversas delegaciones
haitianas y con delegaciones diplomáticas; el Secretario General Adjunto realizó
consultas con las Naciones Unidas, CARICOM e integrantes del poder ejecutivo y legislativo
de los Estados Unidos, y asistió a una Reunión Informal de Donantes sobre Haití
convocada por el Banco Mundial el 5 de octubre de 2000. En el ínterin, en Haití la Convergence
había seguido refinando sus posiciones por escrito y Fanmi Lavalas había indicado
su disposición de hacerlo también. A la vez, el Consejo Electoral Provisional prorrogó
del 2 de octubre al 9 de octubre de 2000 la fecha de inscripción para las elecciones de
presidente y senadores programadas para el 26 de noviembre.
El 11 de octubre de 2000, el Secretario General
Adjunto de la OEA presentó un informe verbal al Consejo Permanente señalando que aún
había serias diferencias que superar y que el transcurso del tiempo se estaba
convirtiendo rápidamente en el enemigo común de todos los interesados. Subrayó que, a
falta de un acuerdo político sobre cómo resolver las diferencias ocasionadas por las
elecciones del 21 de mayo y cómo asegurar la legitimidad de las elecciones para
presidente y senadores, parecía claro que se mantendría el calendario actual de las
elecciones, con la votación el 26 de noviembre, dentro de sólo seis semanas. Destacó
que, aunque hubiera un acuerdo, las disposiciones del mismo tendrían que aplicarse de
conformidad con la Constitución de Haití, que dispone que el presidente actual entregue
el poder y tome posesión el nuevo gobierno el 7 de febrero de 2001.
El Secretario General Adjunto aclaró que, aunque
no sabía si las fuerzas políticas de Haití podrían llegar a un acuerdo, el Consejo
Permanente debía estar consciente de que si las partes llegaban en efecto a un acuerdo
sobre cómo enfrentar los muy diferentes problemas suscitados por el 21 de mayo y el 26 de
noviembre, ese acuerdo inevitablemente tendría importantes repercusiones para la OEA y
sus Estados Miembros.
Sugirió que habría necesidad de formular y
dirigir un mecanismo de seguimiento para acompañar los esfuerzos emprendidos por los
diversos sectores de la sociedad haitiana, quizá tomando como modelo las gestiones que el
Secretario General y el Ministro de Relaciones Exteriores del Canadá habían realizado en
el Perú con un secretario permanente y una pequeña misión. También sugirió que sería
necesario prepararse para prestar algún tipo de apoyo técnico y de observación para un
nuevo Consejo Electoral. Subrayó que no habría acuerdo sin un nuevo Consejo Electoral,
lo que a su vez requeriría el apoyo de la comunidad internacional para aumentar la
confianza de todos los interesados en que los acuerdos a que se llegue serían cumplidos.
El Secretario General Adjunto advirtió que las
dificultades políticas actuales ocurrieron en medio de una depresión económica y
tensiones sociales que hacen cada vez más difícil la vida en ese país. En su opinión,
la OEA se ha convertido en el eje de los esfuerzos internacionales para ayudar a Haití, y
mucho depende de lo que haga la Organización.
Actividades de la Misión, 13 al 27 de octubre de
2000
En vista del progreso que aparentemente se
registraba en Haití y con los diversos contactos en Washington, y también debido a la
presión del tiempo, el Secretario General Adjunto regresó a Haití el 13 de octubre para
continuar las consultas.
Del 13 al 16 de octubre, volvió a la
"diplomacia de intermediación" entre Convergence Démocratique y el
partido Fanmi Lavalas. En el curso de esos cuatro días, el Secretario General
Adjunto recibió documentos de cada parte exponiendo sus posiciones en torno a las medidas
que consideraban necesarias para restituir la normalidad a la situación política del
país.
Durante este período, el Secretario General
Adjunto también se reunió con representantes del sector empresarial para solicitarles
que prestaran su apoyo a un acuerdo nacional. Ellos, a su vez, argumentaron a favor de una
mayor participación de la comunidad internacional por medio de la prestación de
asistencia como estímulo para el acuerdo político. También se reunió con el Presidente
Préval.
El lunes 16 de octubre de 2000, el Secretario
General Adjunto envió una carta al Presidente Préval y a los dirigentes de Fanmi
Lavalas y de los partidos que integran Convergence Démocratique para pedirles
que designaran representantes para encontrarse en una reunión. Se solicitó a los
invitados que vinieran preparados para discutir los siete puntos del temario, a saber:
seguridad; los resultados de las elecciones del 21 de mayo; las condiciones de las
elecciones programadas para el 26 de noviembre; la reestructuración del Consejo Electoral
Provisional; medidas para fortalecer la democracia; el papel de la comunidad
internacional; y cualquier otro punto de interés para los participantes. Este temario se
basó en los puntos que figuran en las comunicaciones escritas recibidas anteriormente de Convergence
y Fanmi Lavalas.
Los invitados respondieron en forma positiva. Fanmi
Lavalas, en correspondencia recibida de su líder, Jean-Bertrand Aristide, designó
una delegación con cinco integrantes. Igualmente, Convergence mandó una
notificación formal de que enviaría una delegación un poco más grande. El Gobierno
respondió enviando como observadores al Primer Ministro Jacques Edouard Alexis y el Jefe
de Gabinete del Presidente, señor Guy Fleury.
La primera sesión cara a cara tuvo lugar el
martes 17 de octubre de 2000 a mediodía. Fue la primera vez que el partido mayoritario Fanmi
Lavalas se sentaba con miembros de la oposición y viceversa. En opinión del
Secretario General Adjunto de la OEA, la discusión fue constructiva y disciplinada. Los
miembros de la comunidad internacional que estaban presentes también consideraron que el
respeto mutuo había sido evidente tanto en las presentaciones alternadas iniciales como
en los comentarios de ambas partes. Al término de la reunión, fue evidente que se había
empezado a romper el hielo. Sin embargo, también quedó claro que subsistían las
diferencias anteriores.
En las dos sesiones celebradas el martes 17, el
Secretario General Adjunto de la OEA terminó el examen de todos los temas junto con las
partes. Abrigaba la esperanza de que, una vez considerados los distintos temas como un
todo, sería posible formular un conjunto de medidas que pudiera llevar a un acuerdo. No
obstante, incluso después de finalizar el examen de todos los temas, resultó muy
difícil avanzar a fin de formular soluciones alternativas para problemas particulares.
El 19 de octubre, para puntualizar la discusión y
evitar el impasse inminente, el Secretario General Adjunto de la OEA distribuyó un
documento titulado "Elementos de reflexión para un acuerdo nacional" (Anexo I).
El documento se presentó de conformidad con el mandato del Consejo Permanente contenido
en la resolución CP/RES. 772 (1247/00), en la que se encomendó, inter alia, a la
Misión que identificara "las opciones y recomendaciones destinadas a resolver, a la
mayor brevedad posible, dificultades como las que han surgido de las diferentes
interpretaciones de la Ley Electoral y para seguir fortaleciendo la democracia en ese
país". En el documento se formularon 24 opciones y recomendaciones para resolver
problemas en cinco categorías: seguridad, las elecciones del 21 de mayo, las elecciones
del 26 de noviembre, el Consejo Electoral Provisional y las medidas para resguardar la
democracia. Cuatro puntos adicionales se referían al apoyo que la comunidad internacional
podría brindar a un acuerdo nacional.
Las respuestas escritas de ambas partes revelaron
dos áreas de acuerdo muy sustancial con las propuestas formuladas en el documento de la
OEA; dos áreas de desacuerdo muy sustancial; un área en que había más acuerdo del
esperado; y una sexta que claramente dependía de las otras.
La primera de las dos áreas de acuerdo era la
importancia de la seguridad. Tanto la delegación de Fanmi Lavalas como la de Convergence
aceptaron en forma íntegra cuatro de los puntos enumerados bajo "seguridad"
en el documento de la OEA. La segunda área de acuerdo muy sustancial fue la de medidas
para fortalecer la democracia, que incluían puntos sobre protección de la libertad de
información y de la prensa y los derechos y la seguridad de los partidos políticos y la
sociedad civil.
Las dos áreas de desacuerdo muy sustancial se
referían a las elecciones del 21 de mayo y las programadas para el 26 de noviembre.
Esencialmente, Fanmi Lavalas quería decisiones para celebrar las próximas
elecciones de presidente y senadores con un cronograma definido que permitiera la toma de
posesión del nuevo Presidente el 7 de febrero de 2001, mientras que Convergence
quería decisiones sobre la suerte (y la anulación) de las elecciones del 21 de mayo.
El área en que sorprendentemente hubo más
acuerdo del esperado fue la necesidad de un nuevo Consejo Electoral con amplia
representación política. No obstante, el desacuerdo causado por el peso relativo que
debía otorgarse a las elecciones anteriores y a las futuras claramente repercutió en la
discusión sobre el Consejo Electoral.
El punto final que dependía de los otros fue la
cuestión de la comunidad internacional. Evidentemente, su papel dependería de que
hubiera acuerdo entre las propias partes haitianas.
El viernes 20 de octubre de tarde, el Secretario
General Adjunto suspendió, sine die, la quinta sesión del encuentro cara a cara,
a las cuales habían asistido no sólo las dos delegaciones de los partidos políticos
sino también el Primer Ministro y el Jefe de Gabinete del Presidente. El sábado 21 de
octubre, después de una reunión final con el Presidente Préval, el Secretario General
Adjunto partió de Haití.
Posteriormente el Secretario General Adjunto
recibió dos cartas, ambas para distribución al Consejo Permanente de la Organización.
En las dos se agradece al Secretario General Adjunto y a la OEA por sus esfuerzos y se
expresan puntos de vista basados en las discusiones. La primera (Anexo II), de fecha 20 de
octubre de 2000, está firmada por el jefe de Fanmi Lavalas, Jean-Bertand Aristide.
Contiene seis compromisos referentes a las bancas del Senado en disputa, el Consejo
Electoral Provisional (CEP) y el financiamiento de los partidos políticos. En ella
también se expresan una serie de esperanzas y conclusiones, con el deseo de que las
elecciones futuras se celebren en presencia de observadores nacionales e internacionales.
La segunda carta (Anexo III) es de Convergence
Démocratique. Fechada el 21 de octubre de 2000, está firmada por los líderes de los
seis principales partidos y grupos de la Convergence Organisation du Peuple en
Lutte (OPL), Espace de Concertation, Rassemblement des Démocrates Nationaux Progressistes
(RDNP, Mouvement Patriotique pour le Sauvetage National (MPSN), Parti Démocratique
Haitien (PADEMH) y Mouvement Chrétien pour une Nouvelle Haiti (MOCHRENA). En
la carta se cubren muchos puntos similares, pero se observa que Convergence había
participado en el diálogo a pesar de que ni el Gobierno ni Fanmi Lavalas había
cumplido una serie de sus condiciones previas.
A modo de conclusiones
1. Se ha registrado apreciable progreso en la
definición de problemas, la identificación de áreas de acuerdo y desacuerdo y el
rompimiento de por lo menos algunas barreras entre las personas. Estos avances alientan a
pensar que, con más esfuerzo, sería posible lograr progreso adicional.
2. A la fecha de preparar este documento, sin
embargo, no hay un consenso lo suficientemente amplio para lograr el objetivo de la OEA,
es decir, la negociación de un acuerdo nacional entre todas las partes que resuelva la
crisis política y que lo haga de tal forma que pueda obtenerse apoyo de la comunidad
internacional.
3. El actual calendario para las elecciones y el
proceso electoral continúan sin cambio por falta de acuerdo para proceder de otra forma.
No obstante, las partes han expresado sus intenciones de continuar sus esfuerzos para
resolver la crisis. Desde un punto de vista práctico, sin embargo, el tiempo es un
enemigo crítico. Una indicación inquietante de la polarización política es que ni un
representante de los partidos más importantes figura entre los siete que se han inscrito
como candidatos para las elecciones presidenciales (una lista que sí incluye al ex
Presidente Aristide). Es evidente que no queda mucho tiempo para llegar a un acuerdo que
incluya un candidato de los principales partidos de la oposición para la presidencia,
aunque es de esperar que sí se llegue a un acuerdo en ese sentido.
4. Si la evolución del consenso permite a los
haitianos llegar a un acuerdo, esto a su vez impondrá a la comunidad internacional
considerable presión de prestar apoyo. Las expectativas serán más altas precisamente en
las dos áreas en torno a las cuales los partidos ya han llegado a algún tipo de acuerdo,
por lo menos en principio. Estas dos áreas son seguridad y fortalecimiento de la
democracia. Existe gran potencial de apoyo de parte de la comunidad internacional en esas
dos áreas, pero principalmente a largo plazo. Algún apoyo técnico y de observación
electoral eficaz podría, sin embargo, ser prestado más rápidamente.
5. La Secretaría General de la OEA, fiel a sus
obligaciones a los Estados Miembros conforme a la Carta, continuará utilizando todos los
instrumentos a su disposición para asistir a Haití en sus esfuerzos para fortalecer las
instituciones democráticas.
Agradecimientos
La Misión de la OEA a Haití aprovecha la
oportunidad para agradecer una vez más a los Estados Miembros y otras organizaciones
internacionales por su muy sustancial apoyo. Extendemos un agradecimiento muy especial a
Argentina, Canadá, Chile, Estados Unidos, Trinidad y Tobago y Venezuela, cuyos gobiernos
contribuyeron con recursos y personal basado en Haití y fuera del país.
En las críticas cinco sesiones celebradas cara a
cara entre el 17 y 21 de octubre, la presencia de los Embajadores de Canadá, Francia y
Estados Unidos en Haití, y del Jefe de la Oficina de las Naciones Unidas en ese país,
representó simbólicamente la preocupación de los países mencionados y de la Unión
Europea, y constituyó símbolo visible de la unidad de la comunidad internacional, dentro
de la cual cabe destacar Argentina, Chile y Venezuela, que estuvieron activos tanto como
integrantes del Grupo de Amigos de Haití del Secretario General de las Naciones Unidas y
como miembros de la Organización de los Estados Americanos.
También deseamos expresar un agradecimiento muy
especial a la Comunidad del Caribe (CARICOM) por acompañarnos en este proceso.
Por último, la Misión desea agradecer al
Gobierno de Haití, a los partidos políticos y a los representantes de la sociedad civil
que participaron en estos intercambios.
ANEXO I
Original: francés
Port-au-Prince, 20 de octubre de 2000
Excelentísimo señor
Embajador Luigi Einaudi
Secretario General Adjunto de la OEA
Port-au-Prince
Haití
Señor Embajador:
Fanmi Lavalas quisiera agradecerle por haber
orientado las negociaciones conforme a la resolución del Consejo Permanente CP/RES. 722
(1247/00), del 4 de agosto de 2000. Siempre dispuesta a reunirse en la mesa de diálogo, y
a la luz de las propuestas formuladas por los partidos políticos y la OEA en el curso de
esta semana, la Organización Fanmi Lavalas
- Se compromete a:
- Respetar la voluntad de los votantes y buscar, junto con la
oposición, una solución política y legal a las controversias surgidas de las elecciones
del 21 de mayo, en particular las bancas del Senado en disputa;
- Alentar a las autoridades del Estado a establecer una comisión de
evaluación encargada de examinar las bancas del Senado en disputa. Esta comisión
examinaría la problemática del método de cálculo utilizado en las elecciones
senatoriales del 21 de mayo. Las soluciones a que llegue no deben violar ni la
Constitución ni las leyes de la República;
- Participar en las elecciones del próximo 26 de noviembre con el
actual Consejo Electoral Provisional, o con un CEP que incluya a los ciudadanos y
ciudadanas propuestos por la oposición política, Fanmi Lavalas y las autoridades del
Estado;
- Promover el financiamiento de las actividades electorales de los
partidos políticos reconocidos que presenten candidatos a las elecciones:
- Contribuir al clima de paz y seguridad fomentando la tolerancia, la
moderación y el respeto mutuo;
- Promover todas las medidas que tiendan a fortalecer la democracia.
- Espera que:
- El Ejecutivo garantice la conducta profesional de la policía, que
deberá brindar protección durante las elecciones y las actividades electorales con la
más absoluta neutralidad;
- El Ejecutivo establezca un mecanismo que permita la cooperación de
los partidos políticos para ayudar a la policía a mantener su neutralidad;
- El Ejecutivo inicie un programa de educación cívica para la
seguridad y la paz;
- Los partidos políticos contribuyan al clima de paz y seguridad
fomentando la tolerancia, la moderación y el respeto mutuo;
- Los partidos políticos se comprometan a no incitar a la violencia
y a tomar medidas contra sus partidarios si éstos recurren a la violencia;
- Todos los partidos políticos tengan acceso equitativo a los medios
de comunicación del Estado.
Esperando que las elecciones del 26 de noviembre
próximo se celebren con la presencia de observadores nacionales e internacionales,
aprovecho la oportunidad para expresar al señor Embajador las seguridades de mi más alta
y distinguida consideración.
Jean-Bertrand Aristide
ANEXO III
Original: francés
CONVERGENCIA DEMOCRÁTICA
Port-au-Prince, 21 de octubre de 2000
Embajador Luigi Einaudi
Secretario General Adjunto de la OEA
Washington, D.C.
Señor Secretario General Adjunto:
La Convergencia Democrática (Convergence
Démocratique) desea agradecerle los esfuerzos desplegados por usted para fomentar el
diálogo entre haitianos a fin de resolver la crónica crisis política y socioeconómica
que enfrenta Haití. Esta crisis hipoteca el futuro del país y amenaza la estabilidad de
la región. Ha sido agravada por el golpe de estado electoral del 21 de mayo de 2000
llevado a cabo por la administración Lavalas. Abrigábamos la esperanza de que este
diálogo que se inició, si bien con alguna dificultad, gracias a sus buenos oficios,
hubiera permitido llegar a un consenso sobre la forma de proceder para salir de la crisis.
A fin de respaldar sus infatigables esfuerzos, los
partidos políticos y grupos que son miembros de la Convergencia Democrática han
demostrado, como sin duda estará de acuerdo, señor Secretario General Adjunto, buena
voluntad y espíritu creativo y abierto para salir de la crisis. Hemos aceptado participar
en el diálogo a pesar de:
- el rechazo de la administración Lavalas de considerar nuestras
legítimas condiciones como indicio de su deseo de un diálogo verdadero;
- el rechazo del presidente del partido Fanmi Lavalas, ex presidente
Jean-Bertrand Aristide, de participar directamente en el diálogo con los líderes de la
oposición;
- el envío por parte del partido Fanmi Lavalas del ex presidente
Jean-Bertrand Aristide de representantes sin mandato, incapaces de adoptar decisiones
concretas;
- el rechazo del Presidente René Préval de participar en el
diálogo, contentándose con enviar observadores, mientras que la mayoría de las
decisiones a adoptar para salir de la crisis exige la participación activa del ejecutivo.
Desearíamos que tuviera a bien comunicar al
Consejo Permanente de la OEA esta síntesis de nuestras posiciones, que les fueran
expresadas formalmente en ocasión de nuestras diversas reuniones.
A fin de solucionar la crisis, los partidos y
grupos políticos de la Convergencia Democrática se comprometen a:
- confiar a un nuevo CEP, integrado de forma digna de crédito, la
suerte de las elecciones disputadas del 21 de mayo de 2000;
- participar en las elecciones para Presidente y para todos los
demás cargos a proveer, realizadas por un nuevo CEP digno de crédito, con garantías de
seguridad;
- participar en la formación de un CEP creíble según una fórmula
de consenso;
- participar en el fortalecimiento de la democracia en cooperación
con los otros partidos políticos, la sociedad civil, los poderes públicos y la comunidad
internacional;
- no recurrir a la violencia y tomar medidas para prevenirla y
sancionar a sus partidarios si éstos recurren a la violencia;
- participar en la información y educación cívica;
- cooperar con los actores nacionales y la comunidad internacional
para la celebración de elecciones creíbles, la búsqueda de gobernancia y estabilidad
del país, su desarrollo socioeconómico, su modernización y su verdadera
democratización.
Esperábamos que Fanmi Lavalas hubiera suscrito
compromisos similares.
Para que haya elecciones creíbles el ejecutivo
debe comprometerse a lo siguiente:
- aceptar que el CEP se integre conforme al consenso que surja del
diálogo;
- confiar a un nuevo CEP digno de crédito la tarea de determinar la
suerte de las elecciones disputadas del 21 de mayo de 2000;
- aceptar y respetar la independencia decisiones del nuevo CEP que se
establezca y aceptar y respetar sus decisiones;
- garantizar la conducta apolítica de la policía y el sistema
judicial, en particular durante la contienda electoral, y aceptar las medidas que hemos
propuesto para asegurar la neutralidad indispensable de los agentes asignados a la
seguridad;
- crear una comisión mixta que cuente con los medios de decisión y
de coerción para asegurar acceso equitativo a los medios de comunicación del Estado a
todos los participantes en la contienda electoral;
- respetar los derechos de los partidos políticos;
- no utilizar los fondos y los materiales del Estado para fines
políticos;
- respetar la neutralidad del Estado y hacer respetar el deber de los
funcionarios públicos de abstenerse de hacer campaña electoral.
Esperamos que, a fin de salir de la crisis, la
comunidad internacional pudiera comprometerse a proporcionar asistencia técnica al
proceso electoral y a prestar apoyo a los que están a cargo de la seguridad pública.
Deseamos igualmente que la comunidad internacional preste apoyo especial a Haití para el
seguimiento de un eventual acuerdo.
Desgraciadamente hemos comprobado que Fanmi
Lavalas insiste en sus "errores" y persiste en no aceptar lo que constituye el
problema principal que ha agravado la crisis, a saber, la impugnación de los resultados
de la elección del 21 de mayo de 2000 y la total pérdida de credibilidad del CEP. Fanmi
Lavalas, contra todo sentido común, ha dado marcha atrás en las tímidas concesiones que
parecía dispuesto a discutir.
Creemos que con sólo la celebración de
elecciones libres y creíbles lo antes posible Haití puede salir de la crisis. En nuestra
opinión, para celebrar nuevas elecciones creíbles, es preciso inspirar confianza en los
votantes asegurándoles que habrá una verdadera competencia, que sus votos serán en
efecto computados y que todo el proceso se desarrollará con la mayor garantía de
seguridad.
La conducta de Fanmi Lavalas y de la
administración en el poder, el desdén que muestran hacia los partidos de la oposición,
su temor de involucrar a la sociedad civil en la búsqueda de una solución, su negativa
de iniciar verdaderas conversaciones en torno a genuinos problemas, todo ello constituye
prueba de su falta de voluntad de encontrar una solución negociada a esta crisis.
A pesar de que su mediación se ha visto
interrumpida, seguimos decididos a encontrar una solución negociada de la crisis.
Pensamos que los esfuerzos de la comunidad internacional deben proseguirse y que su
impacto puede ayudar a finalmente encontrar, con todos los demócratas, una solución
feliz para Haití y los haitianos.
Aprovecho la oportunidad para reiterar a Vuestra
Excelencia las seguridades de mi más alta y distinguida consideración.
Gérard Pierre Charles Victor Benoit Marcel
Pereira
OPL ESPACE DE RDNP
CONCERTATION
Reynold George Clark Parent Luc Mesadieu
MPSN PADEMH MOCHRENA
cc: Miembros del Consejo Permanente de la
Organización de los Estados Americanos
Secretario General de las Naciones Unidas
Embajadores de países amigos