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2.2 Aspectos socioeconómicos

La población total de la Provincia de Napo se ha estimado en aproximadamente 152 000 habitantes en 1986; en la Intendencia de Putumayo se han estimado 116 000 habitantes para el mismo año. Un 27% de la población vive en áreas urbanas, y el 73% restante en zonas rurales. Predomina la población masculina (53% en Napo y 54% en Putumayo), en lo que se diferencian de Colombia y Ecuador en su totalidad, ya que en ambos países la población femenina es mayoritaria.

La región muestra en las últimas décadas un rápido crecimiento de la población, superior a los promedios nacionales, (11.7% anual en Putumayo y 7.7% anual en Napo), motivado principalmente por la actividad petrolera.

Un alto porcentaje de la población es muy joven, lo que implica la necesidad de contar con servicios especiales para su buen desarrollo, particularmente en los aspectos de salud, nutrición, educación y recreación.

En la región no se observa mucha presión en la busca de empleo. Sin embargo, algunos grupos, especialmente los bachilleres, al terminar sus estudios básicos no encuentran ocupación ni la posibilidad de continuar en la Universidad o en otros centros de educación.

La población indígena se estima en unos 43 000 habitantes, de los cuales alrededor del 70% residen en Napo. Los principales grupos étnicos son los quichuas, los huarorani, los cofán, los siona-secoya, los kansa-inga, los guayquer, los paices y los katios. En general, tanto Colombia como Ecuador no han reconocido la diversidad cultural existente en la región, tendiendo a implantar una cultura homogénea en todo el territorio. Los escasos servicios que se le proporcionan, rara vez consideran sus características especiales, como en el caso de la titulación de las tierras, en que es difícil que se reconozcan sus áreas tradicionales de caza, pesca y recolección.

En los últimos anos, la aparición de actividades guerrilleras en Putumayo ha provocado un estado de militarización de la Intendencia que ha tenido repercusión en la población indígena. En efecto, se ha restringido su movilidad, ha sido objeto de medidas policiales y se le han confiscado sus armas de fuego, instrumentos indispensables para su subsistencia, creando un ambiente de inseguridad entre ellos que los incita a abandonar definitivamente sus territorios para instalarse en Ecuador, donde encuentran menor presión colonizadora y menos conflictos.

El área del Proyecto es una extensa región con abundantes recursos naturales, especialmente petroleros, que generan una importante riqueza para ambos países. Sin embargo, los principales indicadores sociales y económicos muestran que la situación está por debajo de los promedios nacionales. Se notan deficiencias serias en los sectores educación, salud, vivienda, infraestructura sanitaria - especialmente en materia de tratamiento del agua potable - y alcantarillado.

Aunque la acción de las compañías petroleras, que comenzó en 1963 en Colombia y en 1967 en Ecuador, ha traído beneficios directos e indirectos para la región, su actividad se orienta fundamentalmente hacia los campos relacionados directamente con la explotación de hidrocarburos, por lo que el crecimiento no ha sido equilibrado ni sectorial, ni geográficamente.

Existen serias limitaciones en la infraestructura, especialmente en la de transporte, ya que los caminos se interrumpen durante buena parte del año, por derrumbes e inundaciones, debido a sus especificaciones técnicas inadecuadas. En la llanura amazónica, el transporte de carga y pasajeros se realiza en buena medida por medios fluviales, principalmente por los ríos Putumayo, San Miguel, Aguarico y Napo; sin embargo, las instalaciones portuarias son mínimas, dificultando la movilización de los pasajeros, y especialmente de la carga.

La deficiente conexión vial del área del Plan con el resto de los dos países, y las grandes distancias han hecho del transporte aéreo un servicio indispensable para la población. En Napo, el servicio aéreo regular se realiza solamente desde Quito, desde donde hay unos 17 vuelos semanales a Lago Agrio, Coca y Tarapoa. Además se realizan vuelos internos a través de pequeñas empresas privadas en aviones pequeños y avionetas. Las compañías petroleras, por su parte, mantienen vuelos intra y extrarregionales con más de 20 frecuencias semanales. En Putumayo, hay 10 vuelos semanales desde Bogotá a Puerto Asís, y servicios diarios desde Puerto Asís a Leguizamo y Cali, con 'aviones DC3 o similares.

Las limitaciones en las telecomunicaciones son restricciones serias para las actividades económicas. En la Provincia del Napo, en 1986 existían solamente 16 poblaciones con servicio telefónico, quedando sin ningún servicio extensas zonas que incluyen cuatro capitales cantonales.

En la Intendencia de Putumayo existen 4 líneas de télex, 503 líneas telefónicas locales» 28 canales de larga distancia, 7 canales automáticos y 12 teléfonos remotos.

Los servicios postales son también sumamente limitados.

El servicio de energía eléctrica se realiza, en su mayor parte a través de sistemas eléctricos menores, inconexos entre sí. El servicio se presta por pocas horas al día, y la capacidad de generación instalada es baja. Solo la parte alta colombiana, conformada por el valle de Sibundoy y sus alrededores, está servida por la red nacional colombiana y tiene energía durante todo el día.

Las principales actividades económicas del área son la exploración, explotación, procesamiento y transporte de hidrocarburos, y la producción agropecuaria y forestal. En los últimos años el cultivo de la coca ha desplazado algunos cultivos tradicionales, especialmente en la Intendencia de Putumayo.

En 1984, la producción petrolera del Ecuador, que se origina casi en su totalidad en la Provincia del Napo, significó el 16% del PIB del país. Las exportaciones de petróleo y derivados alcanzaron en ese ano el 70% del total nacional.

En Colombia, la producción petrolera reviste una importancia bastante menor que en el sector ecuatoriano. Sin embargo, la producción se ha mantenido en los últimos años en un volumen de 17 000 barriles diarios; ese volumen de producción podrá mantenerse por lo menos hasta el fin del siglo, de acuerdo con las exploraciones realizadas.

No obstante la importancia del sector petrolero en los dos países, la principal fuente de ingresos de la población rural es la actividad agropecuaria.

En Napo existe un acentuado predominio de los cultivos comerciales: café (62,4% de la superficie cosechada) y palma africana (7, 6%), mientras que en Putumayo se destacan el maíz (45, 9%) y el plátano (40, 8%) que son utilizados para el autoconsumo. El total del área cosechada en la región se estimó en 1985 en 68 000 ha, con 47 000 ha en la Provincia del Napo y 21 000 ha en la Intendencia de Putumayo. A nivel de toda la región, el principal cultivo en extensión es el café con 29 458 ha (43, 1%), seguido del maíz con 13 336 ha (19, 5%), plátano con 11 100 ha (16, 7%) y palma africana con 3 600 ha (5, 3%).

En cuanto a la distribución de los cultivos, las jurisdicciones con mayor producción son Lago Agrio, Orellana, Shusshufindi, Puerto Asís y Villagarzón.

En los últimos años la producción de coca y sus derivados han adquirido una importancia creciente en Putumayo. Aparentemente en la zona existe una gran producción de coca, actividad que ha vinculado parte importante de la mano de obra, incluyendo a menores e indígenas, y está sustituyendo peligrosamente a los cultivos tradicionales, los cuales no pueden competir en rentabilidad con ella, acaparando por ese motivo tierras, capital y mano de obra en perjuicio de las demás actividades productivas.

Excepto la palma africana y otras pocas explotaciones manejadas a nivel empresarial, la gran mayoría de los cultivos se realizan en fincas familiares, con limitada aplicación de capital o tecnología mejoradas.

La producción ganadera tiene una serie de ventajas para los pobladores: por una parte, los pastos son relativamente fáciles de implantar, al no requerir una limpieza prolija de los terrenos; por otra, el manejo de las explotaciones requiere poca mano de obra, facilitando la producción familiar; en los casos de explotaciones alejadas de las vías de transporte es prácticamente el único tipo de producto que puede ser sacado sin problemas mayores; y por último, las especies menores utilizan los desperdicios de comidas y los productos propios de la región, y en caso de necesidad, pueden ser vendidos en forma relativamente fácil.

En 1985 existía una superficie de 245 900 ha de pastos, correspondiendo 119 800 ha a Napo y 126 100 ha a Putumayo. La población ganadera bovina se estimó en 210 000 cabezas, de las cuales 122 000 se hallaban en Putumayo y 88 000 en Napo.

Él hato bovino es fundamentalmente mestizo, distinguiéndose tres grupos de cruces: criollo con razas adaptadas a la producción de carne» como Brahmán, Santa Gertrudis y Charolais; criollo con razas de doble propósito como Normando y Pardo Suizo; y criollo con razas productoras de leche, como Holstein, que se localizan en los climas fríos.

El resto de la producción ganadera, tiene una importancia muy reducida, casi sin expresión estadística.

El área con potencial forestal comprende un total estimado en 47 300 km2. De esta superficie se hallan en producción aproximadamente 16 900 km2. La explotación forestal regional tiene su origen en las demandas para la industria forestal extrarregional, la construcción de viviendas y combustibles domésticos. Adicionalmente se ha destruido una gran superficie del recurso durante el proceso de colonización, desmonte y producción agropecuaria. El área intervenida es de alrededor de 9 480 km2.

El Censo de Aserraderos de 1983 encontró en la Provincia del Napo 12 aserraderos, 6 fijos y 6 móviles, con un 37% de utilización de su capacidad instalada, un procesamiento anual de aproximadamente 7 500 m, y una producción de 3 200 m3 de madera aserrada. En Putumayo existían 10 pequeños aserraderos, 4 en Mocoa, 2 en Puerto Asís y uno en cada una de las siguientes poblaciones: Villagarzón, Kofanía, La Hormiga y San Francisco.

La ocupación masiva de la región se ha producido en los últimos 20 años, ya que la población aumentó de aproximadamente 53 000 habitantes en 1964 hasta 243 000 en 1986. Gran parte del movimiento colonizador y migratorio se ha dado de manera espontánea y sin orientaciones técnicas. Los colonos han llevado tecnologías inapropiadas, ocasionando un rápido deterioro de los recursos y generando un bajo nivel de ingresos familiares.

En materia de titulación de las tierras en Putumayo, hasta 1982 se había legalizado la tenencia de más de 200 000 ha, beneficiando a 7 214 familias de colonos con alrededor de 30 ha cada una; igualmente se han creado reservas y resguardos indígenas de 40 000 ha, aproximadamente. En Napo, desde 1964 hasta 1986 se han legalizado 634 000 ha en favor de 11 498 familias, con un promedio de 55 ha cada una, incluyendo 233 000 ha para 57 comunidades nativas, con 3 373 beneficiarios.

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