Seguridad de los
Pequeños Estados Insulares
Informes
CONSEJO PERMANENTE DE LA
ORGANIZACIÓN DE LOS ESTADOS AMERICANOS
COMISIÓN DE SEGURIDAD HEMISFÉRICA |
OEA/Ser.G
CP/CSH-396/01
11 mayo 2001
Original: Inglés |
REUNIÓN DE LA COMISIÓN DE SEGURIDAD HEMISFÉRICA
SOBRE LAS PREOCUPACIONES ESPECIALES DE SEGURIDAD DE LOS
PEQUEÑOS ESTADOS INSULARES
30 DE MARZO DE 2001
INFORME DEL RELATOR
PREOCUPACIONES ESPECIALES DE SEGURIDAD DE LOS
PEQUEÑOS ESTADOS INSULARES
AG/RES. 1744 (XXX-O/00) y AG/RES. 1640 (XXIX-O/99)
Las preocupaciones especiales de seguridad de los
pequeños Estados Insulares del Caribe inciden en asuntos relacionados con
el desarrollo social y económico y la estabilidad, y en la sostenibilidad
ambiental. La Organización de los Estados Americanos (OEA) ha reconocido
durante mucho tiempo que el desarrollo económico y social de sus Estados
Miembros es fundamental para la seguridad hemisférica y el
fortalecimiento de los procesos democráticos, tal y como se estipula en
la resolución de la Asamblea General de 1991, AG/RES. 1123 (XXI-O/91).
Los pequeños Estados Insulares del Caribe, miembros de
la OEA y de la Comunidad del Caribe (CARICOM) son también miembros del
Commonwealth británico, y sostienen la categoría de "pequeños
estados" tal y como se define en el Commonwealth. La vulnerabilidad
de los pequeños Estados y su peculiar situación en materia de seguridad
han sido objeto de debate entre los miembros del Commonwealth; su informe
de 1986, considerado por la Asamblea General de la OEA en 1992, reconoce
los "problemas singulares que surgen de su elevado nivel insito de
vulnerabilidad" y la "situación desventajosa y la sufrida
realidad de los pequeños estados en el sistema internacional".1
La Primera Reunión de Alto Nivel sobre las
preocupaciones especiales de seguridad de los pequeños Estados Insulares
(Febrero de 1998, San Salvador) concluyó que la seguridad para los
pequeños Estados Insulares tiene carácter multidimensional en cuanto a
su ámbito y aplicación y enumera los diferentes aspectos relacionados
con la seguridad2. Algunos otros Estados Miembros de la OEA, debido a sus
propias experiencias, en particular con desastres naturales, desde 1998
han adoptado una definición más inclusiva del concepto de seguridad, y
en efecto todos los Estados Miembros de la OEA reconocen que la seguridad
de los pequeños Estados Insulares ya no está limitada a los aspectos
militares tradicionales.
Sin embargo, el carácter y el posible impacto de
ciertas amenazas a la seguridad continúan siendo peculiares de los
pequeños Estados Insulares del Caribe y requieren especial atención.
Debido a esto, es necesario desarrollar un enfoque común y armonizado
para abordar las amenazas a su seguridad. Con este propósito, los
pequeños Estados Insulares han apoyado la propuesta de un modelo de
gestión de seguridad, que ha presentado el Profesor Tyrone Ferguson de la
Universidad de las Indias Occidentales3.
Varios miembros de la Comisión de Seguridad
Hemisférica, en la reunión del 30 de marzo de 2001, también expresaron
su apoyo a dicho modelo y acordaron que éste podría ser el punto central
de la segunda reunión de alto nivel sobre las preocupaciones especiales
de seguridad de los pequeños Estados Insulares, en cumplimiento de la
resolución de la Asamblea General4. La Comisión también observó
favorablemente que la reunión de alto nivel se celebrara en Barbados,
justo antes del Trigésimo Segundo Período Ordinario de Sesiones de la
Asamblea General.
Una idea común que surgió de las deliberaciones en
esta reunión fue que entre todos los Estados es absolutamente fundamental
abordar las amenazas a la seguridad identificadas por los pequeños
Estados Insulares puesto que dichas amenazas tienen un impacto
extraordinario sobre su desarrollo político, económico, social,
ambiental, cultural y humano, su estabilidad y sostenibilidad.
RESUMEN DEL DESARROLLO DE LOS TRABAJOS
Sesión inaugural
El Presidente de la Comisión de Seguridad Hemisférica,
Embajador Marcelo Ostria Trigo, inauguró la reunión a las 10:00 a.m.
Discursos de introducción
Presidente de la Comisión de Seguridad Hemisférica
El Presidente destacó el carácter multidimensional de
la perspectiva emergente de la seguridad hemisférica, recordando que la
Asamblea General ha reconocido, y establecido desde 1991, la relación
integral entre el desarrollo socio-económico y la paz y la seguridad. El
Presidente también indicó que los llamados "desafíos especiales"
van más allá de los desafíos tradicionales, y subrayó que si bien
afectan la calidad de vida de otros Estados Miembros de la OEA, el impacto
de estas amenazas para los pequeños Estados Insulares es de suma
importancia.
El Presidente presentó entonces a los oradores
invitados, indicando que representan a una amplia gama de instituciones y
perspectivas de todo el Hemisferio: Profesor Tyrone Ferguson –Universidad
de las Indias Occidentales; Constatine Tsatsos – Banco Mundial; Mark
Lambrides – Unidad de Desarrollo Sostenible y Medio Ambiente de la OEA;
Stanley Hosie – Counterpart International; y John Topping – Instituto
del Clima.
El Presidente reconoció la valiosa ayuda de la Segunda
Vicepresidenta, la Embajadora Sonia Johnny, en la preparación de esta
reunión y le cedió la presidencia de la misma.
Segunda Vicepresidenta de la Comisión de Seguridad
Hemisférica
En sus observaciones, la Segunda Vicepresidenta de la
Comisión subrayó el "multidimensionalismo" y la "nueva
seguridad" en el contexto de las preocupaciones especiales de
seguridad de los pequeños Estados Insulares. La Embajadora Johnny indicó
que estas preocupaciones abarcan las esferas económica, social, ambiental
y política, recalcando la importancia del pequeño tamaño y la
vulnerabilidad. La Embajadora Johnny se refirió a las Recomendaciones de
la Comisión de Seguridad Hemisférica en su reunión del 29 de febrero de
2000 (CP/CSH-284/00), incluida la necesidad de diseñar un modelo de
gestión para abordar las necesidades de seguridad de los pequeños
Estados Insulares. En este sentido, la Embajadora dijo que uno de los
principales objetivos de esta reunión era identificar elementos del
modelo de gestión de seguridad utilizando como base la presentación del
Profesor Tyrone Ferguson. La Embajadora Johnny también señaló que las
preocupaciones especiales de seguridad se iban a tratar en cuatro
presentaciones: desarrollo sostenible y turismo; salud, tráfico ilícito
de drogas y actividades delictivas relacionadas; democracia; comercio y
aspectos económicos.
Elección del Relator
El Representante suplente de San Vicente y las
Granadinas ante la OEA, el señor Fitzgerald Bramble, fue elegido por
aclamación Relator de la reunión, habiendo sido nominado por la
delegación de Antigua y Barbuda, y secundado por la delegación del
Canadá.
Consideración de un Modelo de Gestión de la Seguridad
para los pequeños Estados
Discurso principal
El orador principal, el Profesor Tyrone Ferguson de la
Universidad de las Indias Occidentales, se centró en el tema de la
gestión eficaz de la seguridad en las circunstancias de los pequeños
Estados Insulares del Caribe. El Profesor Ferguson explicó que hasta la
fecha este tema no ha recibido un tratamiento enfocado y sugirió que
"la gestión de la seguridad deberá ser un proceso de varios niveles
o ámbitos que requerirá la adopción de medidas estructuradas y
coherentes en el ámbito nacional, bilateral, regional y global".
Sostuvo que, en el ámbito interno, para que la gestión de la seguridad
sea eficaz se deberá establecer un vínculo entre la capacidad y una
política claramente definida. El Profesor Ferguson se refirió a la
insuficiencia de la gestión unilateral en el ámbito interno y sugirió
que la gobernanza multilateral debe desempeñar un papel fundamental.
Como requisitos previos para el desarrollo de un modelo
regional de gestión de la seguridad que funcione el Profesor Ferguson
hizo referencia a dos asuntos: (i) la identificación de los Estados del
Caribe que participarían; y (ii) las nuevas dimensiones de la seguridad.
Sostuvo que es fundamental dar prioridad a ciertas cuestiones y sugirió
que éstas deberían ser (a) las drogas y las actividades delictivas
relacionadas; (b) el VIH/SIDA y el medio ambiente, y (c) los desastres
naturales y los cambios climáticos. El Profesor Ferguson presentó
diversas justificaciones para el desarrollo de un marco de gobernanza
regional en el Caribe.
El Profesor Ferguson también abarcó el tema de la
nueva conceptualización de la soberanía nacional en el contexto de la
gobernanza regional de la nueva seguridad y sugirió que la soberanía
compartida fortalecerá la capacidad y otorgará una mayor credibilidad a
la hora de hacer frente a la presión y las amenazas. Hizo referencia al
papel de los Estados Unidos en este proceso y sugirió que ese país está
inextricablemente implicado en la seguridad del Caribe y que debería
participar con decisión en el proceso de gestión. Subrayó que "el
ámbito capa regional de la nueva gestión de la seguridad deberá
utilizarse como el marco principal para ciertas actividades claramente
definidas" y agregó que el avance del proceso de gobernanza regional
es el requisito previo para un proceso multilateral más amplio, como un
aspecto complementario de la gestión general de la seguridad. En el
contexto de la participación global, la cuestión de la capacidad debe
abordarse "desde el punto de vista de los recursos técnicos,
financieros y de otro tipo para las iniciativas nacionales y regionales".
El Profesor Ferguson sugirió que estas iniciativas en
materia de seguridad de los pequeños Estados Insulares pueden ser
respaldadas por las Naciones Unidas y, en este Hemisferio, por la
Organización de los Estados Además, recomendó el
establecimiento de un mecanismo institucional de coordinación en el
ámbito regional dentro del marco de la CARICOM.
El Profesor Ferguson concluyó indicando que la nueva
gestión de seguridad en el Caribe es un desafío actual al que se puede
hacer frente si se comprende que el caso requiere, por lo menos, algunas
iniciativas claras.
Presentaciones de las instituciones invitadas
Banco Mundial, Constantine Tsatsos :
En su presentación, el señor Tsatsos resumió las
actividades del Banco Mundial relacionadas con los pequeños Estados y, en
particular, su labor con la Secretaría del Commonwealth y la CARICOM para
el desarrollo de los Estados del Caribe Oriental. Este esfuerzo conjunto
aborda principalmente el desarrollo financiero desde una perspectiva de
adopción de políticas y aumento de la capacidad, y guarda una estrecha
relación con el proceso de fomento de la seguridad en los pequeños
Estados Insulares del Caribe. La participación del Banco Mundial es uno
de los ejemplos en el ámbito institucional multilateral que es
fundamental en la estructura de gestión de la seguridad tal y como la
describe el Profesor Ferguson.
Unidad de Desarrollo Sostenible y Medio Ambiente de la
OEA, Mark Lambrides:
El señor Lambrides trato el tema del suministro de
energía en el Caribe, estableciendo una clara relación entre la gestión
adecuada de la energía y la sostenibilidad ambiental y la seguridad
energética. Destacó los siguientes puntos centrales en cuanto a la
seguridad energética de los pequeños Estados Insulares:
- Suministro de combustible
: puede verse interrumpido debido a
peligros naturales y problemas de transporte.
Fluctuaciones en el precio del combustible: pueden precisar un
aumento de los costos de energía que a su vez pueden provocar
malestar social y dificultades económicas.
Impactos de los cambios climáticos: causarían, entre otros,
el aumento del nivel del mar y aumentarían la frecuencia y/o fuerza
de los peligros naturales.
El señor Lambrides sugirió que el enfoque más viable
para abordar estas preocupaciones y reducir la vulnerabilidad en el
ámbito energético sería a través de la diversificación y la
conservación de los recursos energéticos. Recordó que en 1999, Santa
Lucia se comprometió a convertirse en un País de Demostración de
Energías Limpias. Con este propósito, Santa Lucia, conjuntamente con el
Instituto del Clima, está preparando un Plan de Energía Sostenible y
está recibiendo asistencia de varios organismos internacionales, incluida
la OEA.
El señor Lambrides también identificó las siguientes
ventajas que conlleva la seguridad en materia energética:
- Descensos significativos en el consumo de gasolina diesel y en las
emisiones de gases de efecto invernadero;
- Ahorros significativos en los costos, en todos los sectores
económicos, debido a una reducción de la demanda y costos de
energía más bajos; y
- Diversificación del suministro de energía.
El señor Lambrides informó que la OEA cuenta con una
iniciativa para promover una Iniciativa Regional de Energía Sostenible en
el Caribe que está orientada hacia las fuentes de energía renovable en
las naciones del Caribe. Indicó que esta iniciativa incluye políticas
energéticas y el análisis y reforma de la reglamentación en esta
materia, una mayor cooperación entre los sectores público y privado, la
difusión de información y el aumento de la capacidad, y la gestión de
proyectos que cuentan con la asistencia del GEF.
Counterpart International,
Señor Stanley
Hosie:
El señor Stanley Hosie informó a la reunión sobre el
principal propósito de Counterpart International, indicando que
esta organización se centra fundamentalmente en la creación de
estructuras que asisten a los pequeños Estados Insulares en el proceso de
autodeterminación, a través de la formulación de políticas, su
ejecución, y el aumento de capacidad en el ámbito local / comunitario.
Este propósito también se centra en la adopción de medidas para que los
Estados puedan sostenerse por sí mismos, prestando especial atención a
su seguridad económica, y se basa en las siguientes consideraciones
prácticas:
1. la autosuficiencia energética es necesaria para
los Estados Insulares;
2. una campaña de relaciones públicas es
fundamental para informar al público sobre la realidad de la
situación de los pequeños Estados Insulares a efectos de lograr
el apoyo internacional.
3. los programas de reforestación para
alimentos e ingresos deberán ejecutarse y mantenerse en el
ámbito de la comunidad.
La presentación del señor Hosie puso de relieve que
existe una relación indeleble entre la seguridad de una nación y la
capacidad de su gente de contribuir a su propio bienestar, incluidas las
áreas de la salud, la sostenibilidad ambiental y la viabilidad económica.
Instituto del Clima,
John Topping:
El señor John Topping del Instituto del Clima centró
su presentación en la relación entre el control climatológico y la
seguridad de los pequeños Estados Insulares, y destacó la iniciativa de
sostenibilidad de Santa Lucia como ejemplar y de efectos posiblemente de
gran alcance. El señor Topping sugirió que:
- las emisiones regionales en los Estados Unidos tienen un impacto
directo, inmediato y drástico en los Estados Insulares del Caribe;
y
- es posible lograr una transformación drástica en el ámbito
energético y emisiones de energía cero.
Consideración de enfoques para abordar las
preocupaciones especiales de seguridad de los pequeños Estados
Aspectos comerciales y económicos:
Representante
Permanente de Jamaica, Embajador Richard L. Bernal
El Embajador Bernal abordó la vulnerabilidad de las
economías pequeñas en desarrollo en el ámbito de un mercado global más
amplio. Subrayó que los pequeños países, en cuanto a población,
también son con frecuencia los que tienen la mínima superficie de tierra
y los niveles absolutos más bajos de producto nacional bruto (PNB), y que
la adaptación de su capacidad se ve limitada y la diversificación y
modernización son difíciles, siendo por lo tanto más vulnerables. El
Embajador Bernal destacó las siguientes características peculiares y
vulnerabilidades de las economías pequeñas:
-elevado nivel de apertura
-concentración en las exportaciones
-volatilidad
-inestabilidad de las exportaciones
-volatilidad de los flujos de capital
-susceptibilidad a desastres naturales
-capacidad de adaptación limitada
El Embajador Bernal sostuvo que a pesar de sus
limitaciones, las economías pequeñas pueden sacar provecho de la
economía hemisférica y contribuir a la misma. Sugirió que esto puede
lograrse a través de la adopción de medidas para integrar a las
economías pequeñas en el proceso del Área de Libre Comercio de las
Américas (ALCA) que tengan en cuenta sus pequeñas economías y
situaciones económicas especiales, y que estas medidas deberían incluir
obligaciones especiales, la ejecución por etapas y asistencia técnica.
Desarrollo Sostenible y Turismo – medio ambiente,
desastres naturales y gestión de los recursos naturales:
Representante Permanente de Antigua y Barbuda, Embajador Lionel A. Hurst
En su presentación5, el Embajador Hurst ilustró el
vínculo entre la seguridad económica y ambiental de los pequeños
Estados Insulares y la industria del turismo, proponiendo que la
formulación de una política de desarrollo sostenible es un primer paso
necesario para asegurar esa seguridad. En el contexto de la seguridad
ambiental, el Embajador Hurst se refirió al calentamiento de la Tierra
como una gran amenaza, ya que destruye los recursos naturales y, por lo
tanto, amenaza tanto la seguridad ambiental como la económica. El
Embajador Hurst indicó que la seguridad en los pequeños Estados
Insulares puede mejorarse por medio de la aplicación del modelo de
gestión descrito por el Profesor Ferguson. El Embajador hizo las
siguientes propuestas al respecto:
- la planificación anticipada de huracanes, sequías, inundaciones
y otros fenómenos naturales, como un esfuerzo de cooperación
conjunta en la que participan la sociedad civil y el ejercito;
- el establecimiento de un fondo previo y posterior a los desastres
para ayudar a los Estados más pequeños a responder de forma eficaz
ante los desafíos que plantea este nuevo fenómeno; y
- la gestión de una base de recursos escasa, incluido el medio
ambiente.
Dentro del contexto del desarrollo sostenible y el
turismo, el Embajador Hurst destacó los riesgos asociados con la fiebre
aftosa y explico la manera en que puede destruir la industria del turismo
de un pequeño Estado Insular y, por consiguiente, su viabilidad
económica y estabilidad social.
Salud, tráfico ilícito de drogas y actividades
delictivas relacionadas: Representante Permanente de Barbados,
Embajador Michael I. King.
La presentación del Embajador King se centró en dos
asuntos que representan una amenaza para la seguridad de los pequeños
Estados Insulares: la epidemia del VIH/SIDA, y el comercio ilícito de
drogas y las actividades delictivas relacionadas con el mismo.
El Embajador King indicó que el VIH/SIDA pueden tener
un impacto devastador en las esferas económica, social, psicológica y de
desarrollo de las actividades del Estado, afectando el desarrollo nacional
a largo plazo, aumentando los costos de salud, la pérdida de turismo,
desestabilizando la sociedad y la economía y diezmando los recursos
humanos. Propuso que los pequeños Estados Insulares pueden remediar esta
situación mediante un enfoque integral y sostenido de este tema, el cual
debería incluir la colaboración con socios internacionales para recibir
apoyo técnico y financiero.
El Embajador King indicó que el comercio ilícito de
drogas es una grave amenaza para la sociedad civil y que conlleva de forma
directa la destrucción humana y la corrupción de individuos y sistemas,
ya que fomenta las actividades delictivas, la violencia armada y la
revolución, el terrorismo, la extorsión, los asesinatos relacionados con
el narcotráfico y el lavado de activos. El Embajador King también
señaló que esta amenaza es de carácter transnacional y transfronterizo
y que, por lo tanto, tiene consecuencias internacionales y justifica la
cooperación multilateral coordinada y sostenida.
El Embajador King concluyó que estos temas son motivo
especial de preocupación de los pequeños Estados Insulares dada su
incapacidad de hacer frente a los desafíos que plantean debido a sus
escasos recursos y su inherente vulnerabilidad y volatilidad.
Democracia:
Representante Permanente de Guyana,
Embajador Odeen Ismael
En su presentación, el Embajador Ismael resumió la
correlación entre varios aspectos del desarrollo social y económico y el
mantenimiento de la democracia, demostrando la forma en que esto es
fundamental para la seguridad nacional, especialmente en el caso de los
pequeños Estados. El Embajador Ismael recomendó la diversificación, por
ser un aspecto fundamental para mejorar el desarrollo económico y la
estabilidad, y reiteró la solicitud de la CARICOM de establecer un fondo
regional para la integración en el proceso del ALCA. El Embajador Ismael
concluyó que las democracias estables en los pequeños Estados
contribuyen a la seguridad regional y hemisférica y que, por lo tanto, es
necesario realizar esfuerzos y adoptar medidas de colaboración entre
todos los Estados del Hemisferio con este propósito.
Preguntas y respuestas
Las delegaciones mostraron su agradecimiento por las
presentaciones de los oradores invitados y plantearon varias preguntas.
Las siguientes delegaciones abordaron diversos aspectos de las
presentaciones: Antigua y Barbuda, Barbados, Belice, Bolivia, Canadá, El
Salvador, Grenada, México, St. Kitts y Nevis, y Estados Unidos. Las
delegaciones también reconocieron el carácter multidimensional de la
seguridad en el Hemisferio y el impacto particular sobre los pequeños
Estados Insulares, aunque no todos los Estados consideraron que todas las
amenazas de seguridad identificadas por los pequeños Estados son
aplicables a sus situaciones particulares. Se sugirió que la Comisión de
Seguridad Hemisférica encomiende mandatos claros sobre la forma en que se
deben abordar estas preocupaciones, trabajando estrechamente con la
Comisión Interamericana para el Control del Abuso de Drogas y la Unidad
de Desarrollo Sostenible y Medio Ambiente de la OEA.
Segunda Reunión de Alto Nivel sobre las preocupaciones
especiales de seguridad de los pequeños Estados Insulares
El Embajador Johnny propuso que el temario de la
segunda reunión de alto nivel incluya incluir la consideración de un
modelo de gestión de seguridad basado en la propuesta del Profesor
Ferguson, y que también se podría establecer una nueva definición del
concepto de seguridad que incluya las preocupaciones especiales de
seguridad de los pequeños Estados Insulares. También se propuso que la
segunda reunión de alto nivel se celebre en Barbados el próximo mes de
junio, justo antes del Trigésimo Segundo Período Ordinario de Sesiones
de la Asamblea General. Estas propuestas fueron aceptadas por la Comisión.
Informes de la Secretaría General
La Comisión tomó nota de dos informes presentados por
la Secretaría General:
- Informe actualizado sobre las actividades realizadas por la
Secretaría General en respuesta a las preocupaciones especiales de
seguridad de los pequeños Estados Insulares.6
- Nuevos desafíos en materia de seguridad que afectan al Hemisferio:
Promoción de la sensibilización pública.7
PRÓXIMAS MEDIDAS:
La reunión concluyó con un consenso respecto a lo
siguiente:
- La celebración de la Segunda Reunión de Alto Nivel, de conformidad
con lo propuesto por el Presidente.
- El desarrollo de mecanismos claros para adoptar medidas de
cooperación entre los Estados del Hemisferio que aborden estas
preocupaciones de seguridad.
- El desarrollo de medidas específicas para la ejecución del modelo
de gestión de la seguridad tal y como lo propone el Profesor
Ferguson.
- La Comisión de Seguridad Hemisférica deberá trabajar más
estrechamente con la Secretaría General y los órganos, organismos y
entidades interamericanas que trabajan en los campos correspondientes,
tales como el desarrollo sostenible, el medio ambiente, las energías
nuevas y renovables, el tráfico de drogas, etc.
Los miembros también acordaron que la Comisión
deberá considerar las siguientes propuestas:
- Una mejor planificación, a largo plazo y más eficaz para huracanes,
sequías, inundaciones y otros fenómenos naturales, que deberá
contar con la participación de la sociedad civil y el ejército.
- El establecimiento de un fondo previo y posterior a los desastres
para ayudar a los Estados más pequeños a responder de una forma más
eficaz ante los desafíos que plantea este nuevo fenómeno.
- El establecimiento de un fondo regional para la integración en el
proceso del ALCA.
- Una mejor gestión de la escasa base de recursos, incluido el medio
ambiente.
IV. CONCLUSIÓN
De las preocupaciones comunes expresadas por los
Estados Miembros sobre este tema puede deducirse que la base para una
nueva conceptualización de la seguridad en el Hemisferio se está
formando rápidamente, y que se centrará en las amenazas nuevas y no
tradicionales a la estabilidad de una nación; un concepto
multidimensional respaldado por 34 Estados, independientemente de su
formación económica, geográfica, social y cultural; una definición
realista que reconozca la seguridad del Estado particular como un
imperativo para la seguridad del Hemisferio. También puede llegarse a la
conclusión de que los Estados Miembros están interesados y comprometidos
en desarrollar y ejecutar enfoques prácticos comunes en materia de
seguridad, los cuales incluyen un modelo de gestión que tiene por objeto
abordar las preocupaciones de seguridad de los pequeños Estados Insulares
en el marco de la OEA.
24 de abril de 2001
Dwight Fitzerald Bramble
Relator
ANEXO I
PRESENTACIÓN PRINCIPAL
"UN MODELO DE GESTIÓN DE SEGURIDAD PARA LOS
PEQUEÑOS ESTADOS"
Dr. Tyrone Ferguson
Conferenciante Superior
Instituto de Relaciones Internacionales, Universidad de
las Indias Occidentales
UN MODELO DE GESTIÓN DE SEGURIDAD PARA LOS PEQUEÑOS
ESTADOS
Desde que esta Comisión empezó sus deliberaciones
sobre las preocupaciones especiales de seguridad de los pequeños Estados
Insulares del Caribe en 1996, la mayor parte de sus esfuerzos atención se
han centrado en explorar la esencia de la nueva problemática de la
seguridad con la que se enfrentan en el período contemporáneo. Se ha
alcanzado un amplio consenso respecto al carácter multidimensional del
fenómeno. Hoy, no es mi intención cruzar nuevamente este campo trillado.
En vez de eso, voy a centrar mis comentarios en la
pregunta lógica que surge de lo anteriormente mencionado. Y esa pregunta
está relacionada con la gestión eficaz de la nueva seguridad en las
circunstancias de estos pequeños Estados Insulares del Caribe. Hasta la
fecha, esta pregunta no se ha tratado de forma concentrada. Esto no
pretende ser una crítica; de hecho, era de esperar. Enfrentándonos a un
fenómeno lógicamente nuevo, el primer objetivo era lograr una
comprensión conceptual lo más plena posible. Esta es una labor previa y
necesaria antes de poder embarcarnos en el desarrollo de marcos de
gestión en mayor profundidad. Creo que es el momento es apropiado para
empezar ese proceso de una forma más substantiva que la utilizada hasta
la fecha.
En los últimos años, la formulación de políticas en
el Caribe ha demostrado que hay una mayor conciencia de que la gravedad,
severidad y alcance de una seguridad cambiante requieren modelos y
enfoques totalmente novedosos en cuanto a su gestión. A su vez, en
aquellos casos en que prevalecen las preocupaciones tradicionales de
seguridad – y sin duda alguna no han desaparecido para algunos de estos
Estados – los mecanismos existentes, complementados con los enfoques y
acuerdos de fomento de la seguridad a los que esta Comisión ha dedicado
tanto tiempo en los últimos años, constituyen una fuente disponible de
recursos.
Desde la perspectiva de la nueva seguridad, está claro
que en el Caribe se han adoptado algunas políticas de carácter
estratégico. En este sentido, los Estados del Caribe se han embarcado en
una campaña coherente de actividades en el ámbito diplomático a efectos
de lograr el reconocimiento internacional de las circunstancias especiales
de los pequeños Estados. Sus actividades coordinadas en contextos
institucionales mundiales, tales como la Conferencia de las Naciones
Unidas sobre el Medio Ambiente y el Desarrollo (CNUMAD) y la celebración
de la Conferencia de los pequeños Estados Insulares en Desarrollo (SIDS)
en Barbados en 1995, así como sus esfuerzos exitosos en el marco de las
actuales negociaciones del ALCA para que aborden específicamente las
preocupaciones de los pequeños Estados, deben observarse dentro de este
marco. Además, la labor de colaboración realizada por la Secretaría del
Commonwealth y el Banco Mundial respecto a las características especiales
y la vulnerabilidad de los pequeños Estados nace precisamente de una
iniciativa caribeña. Asimismo, en su Vigésimo Primera Cumbre de la
CARICOM en julio de 2000, los Jefes de Gobierno del Caribe tomaron la
decisión de aprovechar la ocasión de la Cumbre del Milenio de las
Naciones Unidas para "poner en juego ... una perspectiva del Caribe
en particular sobre la manera en que la Organización puede responder
mejor ante las preocupaciones de desarrollo y de seguridad de los
pequeños Estados".
Entre las premisas fundamentales de una nueva
orientación política se encuentran la insuficiencia de la gestión de
seguridad unilateral basada en el ámbito nacional, en el contexto de un
pequeño Estado. El argumento aquí no es que la gestión de la seguridad
no debe empezar en el ámbito interno. De lo contrario, es que la gestión
interna por sí sola no es suficiente en las circunstancias radicalmente
diferentes del desafío de la seguridad. Para empezar, muchas de las
nuevas cuestiones relacionadas con la seguridad son básicamente
preocupaciones de carácter global o transnacional. Esta es la cualidad
fundamental de dichas cuestiones, tales como el medio ambiente, el VIH/SIDA,
el tráfico de drogas. Para abordarlas de una forma eficaz, es
indispensable un elevado nivel de cooperación entre naciones. En gran
medida, los sistemas de gobernanza en áreas sectoriales como estas se
basan necesariamente en esfuerzos e iniciativas de carácter
transfronterizo. Además, los pequeños Estados en desarrollo se enfrentan
al problema de unos recursos y una capacidad general muy limitados cuando
procuran abordarlas por sí solos. Otra consideración – y fundamental
– que agrava la gestión de la seguridad de forma particular es que un
mayor número de cuestiones, tareas, actores y organismos internacionales
participan en el proceso.
En un análisis final, por lo tanto, la gestión de la
seguridad deberá ser un proceso de varios niveles o varios ámbitos en el
que se adoptarán medidas estructuradas y coherentes en los ámbitos
nacional, bilateral, regional y mundial. La gestión de la seguridad en
varios ámbitos supone una división coherente de las tareas, funciones y
responsabilidades entre los diferentes ámbitos. Si bien las iniciativas
que se adopten en cualquiera de estos ámbitos constituyen una serie de
actividades y plataformas de acción diferenciadas, no son iniciativas
autónomas. Más bien, deberían considerarse actividades interactivas e
interdependientes, formuladas sobre la base de una conceptualización
holística e integrada de las soluciones y los planes de acción adjuntos
que se han definido.
En la medida en que las iniciativas internas serán una
de las principales bases del enfoque de varios ámbitos necesario para la
gestión de la seguridad, entonces, una preocupación inmediata será
abordar la situación interna existente. La gestión eficaz a este nivel
requiere conocimientos especializados, instituciones, tecnología y
financiamiento – en otras palabras, capacidad – junto con una
política claramente definida.
Bajo el concepto tradicional de la seguridad, las bases
institucionales de la gestión estaban comprensiblemente restringidas al
ejército y la clase diplomática. Además, por su propia naturaleza,
requería un proceso de adopción de decisiones sumamente cerrado y un
espíritu de confidencialidad. Si bien estas consideraciones continúan
siendo pertinentes para el componente tradicional de la seguridad
expandida, no lo son tanto en cuanto a las nuevas preocupaciones de
seguridad. Debe procurarse un enfoque institucional totalmente novedoso.
Conllevará una expansión considerable de las instituciones que ya
desempeñan un papel, que deberá concordar con la gama de áreas
sectoriales de seguridad que han ido surgiendo. También supondrá un
proceso coherente de coordinación interinstitucional entre los diferentes
sectores y organismos de seguridad. Fundamentalmente, también se basará
en una participación más amplia, incluyendo actores no estatales en el
proceso de gestión.
Pero, aparte de la cuestión institucional, el punto
central de la gestión de la nueva seguridad que se precisa tiene que ver
con el tema de la capacidad de los pequeños Estados en su sentido más
amplio. La pequeñez está axiomáticamente relacionada con capacidad
limitada. Desde el punto de vista de la nueva seguridad, el alcance,
extensión e intensidad de los requisitos de capacidad aumentan
exponencialmente en proporción con la seguridad compuesta de las amenazas
que se deben gestionar. Por lo tanto, se convierte en una cuestión de
equipar en un grado mínimo a los pequeños Estados del Caribe en las
áreas de financiamiento, conocimientos especializados, capacidad
reglamentaria y legislativa adecuada y tecnología de la información,
para que puedan abordar con mayor credibilidad los nuevos desafíos de
seguridad. Puesto que deben hacer frente a una escasez grave de recursos,
las contribuciones externas tienen una importancia fundamental en este
sentido.
Por lo tanto, si la gestión unilateral en el ámbito
nacional es, en última instancia, insuficiente – incluso cuando
continúa siendo una parte necesaria del proceso – entonces la
gobernanza multilateral desempeña un papel importante. Con este
propósito, desde el punto de vista estratégico, la gobernanza regional
de la nueva seguridad se convierte en algo indispensable en el contexto
del Caribe. En otras palabras, el próximo nivel de la gestión de
seguridad deberá basarse en el ámbito regional.
Cuando se intenta desarrollar un modelo de gestión que
funcione sobre una base regional, primero se deben abordar y solucionar
dos cuestiones fundamentales. La primera está relacionada con su alcance
participativo – otra manera de decir: ¿qué Estados del Caribe
deberían participar? En cierto modo, la respuesta a esta pregunta se da a
entender en el enfoque de la OEA sobre las preocupaciones especiales de
seguridad de los "pequeños Estados Insulares". Esto corresponde
a una estrecha delimitación específica para el Caribe, la cual facilita
una concepción clara y coherente de los intereses de seguridad comunes y
compartidos con respecto a los Estados involucrados.
La segunda preocupación vital está relacionada con
las fronteras de la nueva seguridad sobre la que estamos hablando. La
esencia multidimensional del fenómeno abarca, aparte de la seguridad
tradicional, nuevas cuestiones relacionadas con preocupaciones de
carácter político, económico, ambiental y social, incluida la pobreza,
el azote de las drogas y, en relación con esta última, las tasas
ascendentes de la delincuencia asociada con el comercio de drogas. A mi
parecer, la amenaza del VIH/SIDA debe elevarse a la categoría de
principales preocupaciones de seguridad para los pequeños Estados del
Caribe. Se ha alcanzado un consenso internacional de que representa una
amenaza para la seguridad mundial, y los Estados del Caribe se ven
gravemente afectados en este sentido.
Cuando no hay un consenso estable respecto a toda la
gama de cuestiones que esta concepción multisectorial debe abarcar de
manera realista, la mayor preocupación guarda una estrecha relación con
el tema de la gestión.
Desde esta perspectiva, por lo tanto, el argumento es a
favor de un marco de gestión, en primer lugar, que se limite a sí mismo
a una serie breve de preocupaciones fundamentales de seguridad no
tradicionales. Dicho de otra manera, el argumento es a favor de un proceso
de priorización. Las tres preocupaciones que parecen distinguirse por si
mismas son las drogas y las actividades delictivas relacionadas, el VIH/SIDA
y el medio ambiente y, en consideraciones posteriores, las cuestiones
ambientales más urgentes, tales como los desastres naturales y el cambio
climático.
Un enfoque regional para la seguridad del Caribe no es
nada nuevo. El Sistema de Seguridad Regional se estableció en 1982 con el
propósito expreso de abordar las preocupaciones tradicionales de
seguridad de algunos de los países más pequeños del Caribe. Es verdad
que no fue una iniciativa que abarcara todo el Caribe, ni en el sentido
conceptual ni en el práctico, ya que los principales Estados de Guyana,
Trinidad y Tobago, y Jamaica – no eran miembros. No obstante, su clara
importancia en la coyuntura actual es que sirve de precedente para la
gobernanza regional de la seguridad.
Varios factores importantes justifican el desarrollo de
un marco de gobernanza regional en el Caribe. En primer lugar, se
encuentra el factor flagrante de una capacidad interna inadecuada. En
segundo lugar, existen una identidad y unos elementos comunes en los
problemas de seguridad que están relacionados con su categoría de
pequeños Estados. En tercer lugar, la historia y el principio de
regionalismo han caracterizado las relaciones entre los países del
Caribe. Cuarto, la gobernanza regional podría ayudar de manera práctica
a abordar las serias amenazas a la soberanía de los Estados del Caribe
que provienen de tantas fuentes y direcciones – sean los barones de la
droga, las instituciones económicas mundiales, la tecnología de la
información (IT). Una quinta justificación – y trascendental – está
relacionada con la implicación vital e indispensable de los Estados
Unidos en la seguridad del Caribe, con el peligro de que los países en
particular se vean abrumados con el poder abrumador de esta superpotencia.
El imperativo de la gobernanza regional de la nueva
seguridad no ha recibido, hasta hace relativamente poco, con toda
franqueza, la atención especial y coordinada que merece por parte de los
principales responsables de la formulación de políticas en el Caribe.
Esto, en esencia, es el principal desafío en la formulación de
políticas de seguridad en el Caribe en el actual escenario mundial.
No obstante, habiendo mencionado esta falta de
políticas, la realidad es que, desde el punto de vista conceptual, la
nueva seguridad se encuentra en una etapa de desarrollo relativamente
temprana. En este sentido, no hay un consenso claro, ni entre la comunidad
académica. Y puesto que la claridad conceptual es un requisito previo
indispensable para la formulación de políticas y el desarrollo de
actividades y programas, entonces esta gran brecha es menor medida el
resultado de la falta de políticas y en mayor medida consecuencia de la
dificultad de comprender plenamente el concepto de este complejo
fenómeno. El hecho es que incluso en los contextos avanzados de los
grandes Estados, hay un debate permanente sobre las políticas óptimas y
las respuestas operacionales para la nueva seguridad.
Otra ventaja fundamental de la gobernanza regional en
el escenario de la nueva seguridad está relacionada con el dilema de la
soberanía. Los pequeños Estados han sido históricamente especialmente
vulnerables al cercenamiento de sus derechos de soberanía tradicionales.
Pero la situación se ha visto agravada con la política económica de la
globalización.
El desafío que representa para la soberanía se basa
sobre diversas consideraciones: las realidades de interdependencia y
globalización, la presencia omnipresente y revolucionaría de la
tecnología de la información, la tendencia hacia la creación de bloques
mega-económicos regionales, un humanitarismo universal emergente. En
particular, respecto a los pequeños países en desarrollo, otros dos
factores desempeñan un papel: primero, la usurpación de las políticas
autoritarias por las instituciones económicas mundiales, y, segundo, las
nuevas amenazas de seguridad con las que se enfrentan. El impacto
acumulado de estos factores para los pequeños Estados ha sido la caída
de las fronteras nacionales a efectos de menoscabar su autonomía en la
formulación de políticas y, en última instancia, poner en duda su
soberanía
Los pequeños países del Caribe deben ser
particularmente cautelosos en la forma en que enfocan esta cuestión
fundamental. La soberanía está siendo claramente reconceptualizada de
forma gradual, tanto si nos gusta como no, para adaptarla a las
condiciones, la dinámica y los imperativos cambiantes del contexto
contemporáneo. Estos países deben observar la gobernanza regional de la
nueva seguridad como una manera práctica y pragmática de optar por una
idea de soberanía regional compartida entre ellos mismos, lo cual
significa la integración de soberanías nacionales individuales en áreas
definidas con miras a fortalecer su capacidad de funcionar con cierto
nivel de credibilidad y soportar la presión y las amenazas de cualquier
tipo.
Si bien el enfoque regional representa una mejor
gestión de la nueva seguridad con respecto a la gestión unilateral en el
ámbito interno, éste debe observarse como el punto central de un
multilateralismo general de la gobernanza de la seguridad. En este
sentido, una cuestión principal está relacionada con el papel de los
Estados Unidos en este proceso. La verdad es que Estados Unidos está
inextricablemente interesado en la seguridad del Caribe. Estados Unidos
es, sin duda alguna, el aspecto más importante de la realidad
hemisférica – así es, les guste o no a los países del Caribe. En
estos momentos, además, es la única superpotencia mundial. Y, en la
medida que tiene un interés estratégico identificable en cualquiera de
las preocupaciones de seguridad a las que se enfrentan los países del
Caribe – como, por ejemplo, en el área del tráfico de drogas –
deberá ser incluido de forma decisiva en el proceso de gestión.
La Cumbre del Caribe y Estados Unidos de mayo de 1997
proporciona, en parte, el modelo de integración y gestión de las
políticas de seguridad que los países del Caribe deberían mantener en
relación con la participación de los Estados Unidos. El diálogo a nivel
de cumbre, con un temario substancialmente influenciado por los países
del Caribe, indica lo que puede lograrse cuando estos países actúan de
forma conjunta. Tanto en la Declaración de Principios de Bridgetown como
en el Plan de Acción, se destaca el principio rector de la acción
coordinada y de la cooperación. Fundamentalmente, también estableció el
mecanismo institucional de consultas anuales Caribe/ Estados Unidos al
alto nivel de Ministros de Relaciones Exteriores/Secretario de Estado. El
argumento aquí no es que este proceso resuelva de forma irrevocable todos
los problemas de las relaciones Caribe/Estados Unidos. En vez de eso, es
un paso hacia delante definido y necesario, y una gran mejora si uno tiene
en cuenta el proceso bilateral desigual e incluso la postura americana de
abandono o de intervención selectiva solamente cuando se ven afectados
sus intereses. Lo que es necesario en la parte del Caribe es asegurar el
mantenimiento del proceso de diálogo institucional, para profundizarlo
con el tiempo y demostrar un nivel de madurez, preparación y política
unida que fomentará un mayor respeto hacia estos países por parte de
Estados Unidos.
De conformidad con la anterior propuesta de que la
gobernanza en varios ámbitos implica una división clara de las tareas,
funciones y responsabilidades entre los diferentes ámbitos, el nivel
regional de la gestión de la nueva seguridad deberá utilizarse como el
marco principal para algunas actividades claramente definidas. En primer
lugar, deberá ser el punto central absoluto de formulación de políticas
de seguridad, con miras a desarrollar una política regional integrada
sobre nueva seguridad. Segundo, deberá estar presente en la principal
arena para la ejecución práctica de las decisiones de seguridad.
Tercero, el nivel regional deberá ser la base principal de la
cooperación Caribe/Estados Unidos necesaria en esta área. En este
sentido, y en cuarto lugar, deberá además constituir el punto principal
de negociación de la cooperación en materia de seguridad teniendo en
cuenta los intereses extra-caribeños – tanto los Estados como las
instituciones. Quinto, el marco regional es indispensable para algunas
tareas operacionales definidas: cooperación policial, inteligencia,
aduanas, organismos de inmigración, empresas regionales de capacitación
en materia de nueva seguridad, así como el desarrollo de un sistema de
bases de datos que incluya la recolección y difusión de información y
datos.
Más allá de la gobernanza regional fundamental, se
prevé un proceso multilateral más amplio como un aspecto complementario
integral de la gestión de seguridad en general. Este nivel multilateral
se basa en algunas de las propiedades inherentes del nuevo panorama de
seguridad y en la necesidad indispensable de una gobernanza amplia y
global. Las cuestiones de seguridad mundial, tales como las relativas al
medio amiente y las drogas, se administran de una manera más adecuada y
eficaz desde el punto de vista global. Además, para los pequeños
países, que tienen serias limitaciones de capacidad, incluso las
iniciativas regionales no serán suficientes para abordar ciertas
cuestiones. El nivel mundial asume una mayor importancia en este sentido.
Es a este nivel que la cuestión de la capacidad puede abordarse de una
manera más fácil en cuanto a la generación de recursos técnicos,
financieros y otro tipo de apoyo para las iniciativas internas y
regionales.
Respecto a este nivel de gobernanza de la seguridad,
cuando fuere posible, la arena institucional preferida para los pequeños
Estados del Caribe serán las Naciones Unidas, respaldada en la actualidad
por la organización hemisférica, la OEA, compartiendo las tareas de una
forma estructurada y coherente. Las Naciones Unidas es de lejos la
organización universal más representativa, donde las voces de los
pequeños países son escuchadas y se actúa en base a éstas. Su alcance
de interés substantivo es el de mayor alcance posible. Además, ha sido
el foro que ha abordado de forma coordinada problemas tales como el medio
ambiente y en el que se garantiza a los pequeños Estados que los
resultados van a tener en consideración sus intereses específicos.
En lo que respecta a las bases institucionales de la
gobernanza de varios niveles, es necesario abordar diversas cuestiones
fundamentales. Primero, este proceso de gestión plantea lógicamente
preocupaciones significativas respecto a las condiciones. Será, por lo
tanto, necesario establecer un mecanismo institucional de coordinación a
nivel regional. Segundo, de manera similar a otras áreas sectoriales del
regionalismo caribeño, dentro del contexto de la CARICOM, los Estados
caribeños deberán considerar la creación formal de una Comisión
Ministerial de Seguridad para fines de adopción de decisiones políticas
y operacionales. Tercero, los procesos de adopción de decisiones a todos
los niveles deberán tener en consideración la autonomía nacional
general dentro del marco más amplio de la cooperación de varios ámbitos
en materia de seguridad.
La gestión de la nueva seguridad en el Caribe no será
una empresa fácil. De hecho, debido a la falta de una comprensión
conceptual aceptada, es demasiado temprano para ser categórico respecto a
la fórmula y modelo operativo óptimos para una gestión eficaz del nuevo
escenario de seguridad. Deberán realizarse análisis más rigurosos sobre
los temas pertinentes, así como intercambios académicos y políticos
más sólidos. Asimismo, no hay duda alguna de que nuestra comprensión
preliminar del caso exige, por lo menos, algunas acciones claras.
Primero, a nivel interno, es indispensable una
reestructuración institucional considerable del proceso de gestión de
seguridad. En segundo lugar, deben adoptarse decisiones respecto a la
coordinación de las políticas de seguridad en el ámbito regional del
Caribe. Tercero, el mecanismo institucional regional de gobernanza que lo
acompañará deberá tener deliberadamente por objeto la credibilidad de
la coordinación de políticas. Y cuarto, los países del Caribe deben
mantener su campaña diplomática sobre el excepcionalismo de los
pequeños Estados en general, y más específicamente en el ámbito de la
seguridad.
ANEXO II
Presentaciones de enfoques para abordar las
preocupaciones especiales
de seguridad de los pequeños Estados Insulares:
- Desarrollo Sostenible y Turismo – medio ambiente, desastres
naturales y gestión de los recursos naturales
: Representante
Permanente de Antigua y Barbuda ante la OEA, Embajador Lionel A.Hurst
Salud, tráfico ilícito de drogas y actividades delictivas
relacionadas: Representante Permanente de Barbados ante la OEA,
Embajador Michael King
Democracia: Representante Permanente de Guyana ante la OEA,
Embajador Odeen Ishmael
Discurso del Embajador Lionel A. Hurst
Representante Permanente de Antigua y Barbuda ante la
OEA
"Consideración de enfoques para de abordar las
preocupaciones especiales de seguridad de los pequeños Estados Insulares:
Desarrollo Sostenible y Turismo – Medio Ambiente, Desastres Naturales y
Gestión de Recursos"
Nos complace empezar esta discusión con el modelo
presentado hoy por el Profesor Ferguson, incluyendo los puntos principales
de un modelo similar que varios expertos propusieron hace ya casi una
década. La premisa básica en la que se fundamentan estos modelos es la
visión multidimensional de la seguridad. Ayer, mientras participaba en la
Asamblea de Delegados de la Junta Interamericana de Defensa, aprendí que
este modelo no está limitado a los pequeños Estados Insulares. El
Coronel Santaliza, de las Fuerzas Armadas de Chile, presentó un informe
que recomiendo a todas las delegaciones aquí presentes.
El nuevo modelo de seguridad
De una manera similar a la del Profesor Ferguson, el
coronel chileno planteó que los Estados de este Hemisferio se enfrentan a
desafíos de seguridad que no podrán solucionarse con la aplicación de
la fuerza militar. Sin embargo, la idea tradicional de la seguridad, es
decir, la defensa del territorio ante las amenazas externas, continua
siendo el paradigma dominante. Se requiere un cambio. La necesidad de
cambiar el paradigma parece más aparente para los pequeños y vulnerables
que para los grandes e invencibles. Para los pequeños Estados del Caribe,
la seguridad económica y la seguridad ambiental son
atributos primordiales – o pilares – en el modelo conceptual del
Profesor Ferguson.
Hoy, se me ha pedido hablar sobre el desarrollo
sostenible y el turismo, mostrar el vínculo entre ambos y procurar
explicar la forma en que nuestra seguridad está relacionada con la
gestión de nuestros recursos naturales, incluido nuestro medio ambiente,
y con la amenaza de seguridad que representan los desastres naturales. El
antiguo paradigma tradicional de que las fuerzas armadas son el organismo
responsable de la defensa también debe yuxtaponerse frente la postura
moderna no tradicional de que las fuerzas armadas son un elemento más que
proporciona conocimientos especializados en la gestión de los desastres
naturales y en la gestión de los recursos naturales, y uno de los muchos
actores que procuran proteger el medio ambiente.
Definición: Seguridad económica
Primero, sin embargo, dos definiciones. Cuando nos
referimos a la ‘seguridad económica’, no queremos insinuar una serie
incambiable de variables y una situación fija en las relaciones
económicas del Estado. Más bien, queremos sugerir una capacidad de
vender y adquirir productos en el mercado internacional, y la libertad de
hacer eso de una forma consecuente con el derecho internacional y libre de
los mandatos de los grupos de Estados poderosos.
Dado el carácter reglamentario del comercio mundial,
en bienes y servicios, el pequeño Estado Insular quiere asegurarse de que
las nuevas reglas no se imponen de una forma que pretende evitar que
nuestras empresas vendan sus productos y servicios, o compren productos, o
establezcan relaciones, negando a las pequeñas empresas el acceso a los
instrumentos y mercados indispensables, y fácilmente disponibles para sus
colegas más grandes. Dicho de otra manera, si el nivel de producción es
el único factor que impide que los productos lleguen al mercado,
entonces, el tamaño pequeño impide al pequeño Estado Insular ejercer
uno de los derechos básicos de la soberanía y, por lo tanto, pone en
peligro su seguridad económica.
Además, si las economías basadas en los servicios de
los pequeños Estados Insulares no pueden vender sus servicios debido a
las iniciativas de los Estados ricos que les impiden actuar libremente,
entonces nuestra seguridad económica también corre peligro. Hago
referencia a la iniciativa de la OCDE denominada ‘competencia fiscal
perjudicial’, y los intentos de impedir nuestra entrada en el servicio
bancario extraterritorial que en su día era del ámbito exclusivo de los
pequeños Estados europeos.
Definición: Seguridad ambiental
La segunda parte de la ecuación que requiere una
definición es la ‘seguridad ambiental’. Para que el pequeño Estado
Insular pueda continuar existiendo como estado, sus escasos recursos deben
mejorarse, no degradarse. Un medio ambiente natural y estable es un
requisito para la supervivencia. Por ejemplo, para los Estados Insulares,
dada la importancia de sus zonas costeras y recursos marinos, cualquier
vandalismo que menoscabe la capacidad del pequeño Estado Insular de
utilizar estos valiosísimos recursos constituirá una disminución de su
seguridad y, por lo tanto, una interferencia con la soberanía del Estado.
El vandalismo ambiental que pone en peligro un clima predecible, que
aumenta excesivamente las temperaturas ambientales, que calienta la
atmósfera de la Tierra y sus corrientes oceánicas, que aumenta la
actividad de los huracanes, que destruye los arrecifes protegidos y diezma
las áreas de reproducción de los peces, se considera un deterioro de
nuestra seguridad ambiental.
Calentamiento de la Tierra
Antes de continuar, permítanme hacer una afirmación
que mi delegación ha reiterado hasta la saciedad. El calentamiento de la
Tierra es la mayor amenaza para la seguridad a la que se enfrenta la
civilización americana. El vertido indiscriminado de 30 millones de
toneladas de dióxido de carbono, otros gases de efecto invernadero y
materias particulares en los cielos de nuestro planeta cada año es
moralmente más injusto que el comercio de esclavos y el trabajo humano
forzado que le siguió durante más de 200 años.
El comercio de combustibles fósiles es un negocio de
$4.000 millones de dólares al día. Esto es una cantidad de poder
espantosa, que ha influido en la formulación de políticas en los Estados
más ricos. Sabotear el Protocolo de Kyoto de la Convención Marco de las
Naciones Unidas sobre el Cambio Climático es como firmar la sentencia de
muerte para los Estados más vulnerables.
La civilización americana debe encontrar rápidamente
fuentes de energía no contaminantes, económicas y abundantes a las que
pueda acceder todo el mundo. Mientras tanto, debemos limitar nuestras
emisiones de gases nocivos, sabiendo que se precisarán 70 años para que
los gases de efecto invernadero que emitimos hoy dejen de ser
perjudiciales.
Desarrollo sostenible y turismo
En el verano de 1994, la primera Conferencia Mundial
sobre el Desarrollo Sostenible de los Pequeños Estados Insulares en
Desarrollo se celebró en Barbados, bajo los auspicios de las Naciones
Unidas.
Lo que se ha conseguido con el Plan de Acción emanado
de la Conferencia de Barbados es que el desarrollo sostenible es la
ambición de utilizar los recursos naturales hoy sin destruir la capacidad
de las futuras generaciones de depender en los mismos. El turismo podría
ser, por lo tanto, uno de los mejores métodos para el desarrollo
sostenible. Si los recursos naturales de la isla se preservan
indefinidamente, entonces se puede depender del turismo para siempre. Por
otro lado, si esta generación consume o destruye los recursos naturales
de los que depende el turismo, acabaremos efectivamente con la vida de esa
industria ya que el atractivo indispensable de la industria son los
recursos naturales de la isla.
Nuestra seguridad está ligada a la gestión de
nuestros recursos naturales, incluido el medio ambiente, y el fino hilo
que los conecta puede cortarse con el simple acto de intentar vender el
servicio del que dependemos. Es una paradoja. No hay solución militar
para este desafío. Sin embargo, en nuestra pequeña isla hemos visto como
una alianza estratégica entre los actores civiles y militares puede
mejorar considerablemente nuestra capacidad de responder de forma eficaz
ante muchos desafíos.
Por ejemplo, nuestro pequeño Servicio de Guardacostas
vigila nuestra zona costera, evitando que los pescadores saquen langostas
pequeñas de su hábitat, preservando de ese modo un recurso natural del
que depende la industria del turismo. Nuestro ejército patrulla las
playas por la noche, evitando que las empresas de construcción sin
escrúpulos saquen arena de las playas.
La seguridad económica y la seguridad ambiental del
pequeño Estado Insular guardan, por lo tanto, una relación inextricable
con la industria del turismo, y estamos obligados inexorablemente a
desarrollar una política de desarrollo sostenible.
Fiebre aftosa
Anoche, conecté con una estación de radio que emite
programas de entrevistas desde el Caribe. La isla de la que procedía la
transmisión depende del turismo para su sostenimiento económico. La
discusión era sobre la fiebre aftosa en Europa. Según el veterinario, si
esta enfermedad aparece en la isla, el turismo probablemente
desaparecería durante un año. El gobierno del principal mercado del que
provienen los turistas de esa isla, dijo, es probable que prohíba a sus
ciudadanos visitar esa isla a efectos de prevenir que vuelvan a su país
con las esporas o virus en sus zapatos o vestimenta y arriesgando de esta
manera la infección de ganado en ese estado grande. Esto es aterrador.
Los ciudadanos de un pequeño Estado Insular, en
cuarentena y aislados del resto del mundo, ¿cómo podrán alimentarse,
vestirse, educarse a sí mismos si ya no pueden vender su único producto,
su único servicio, al resto del mundo? ¿Cómo? Y en eso reside nuestro
nuevo desafío en materia de seguridad.
Desastres naturales
Quisiera finalizar abordando el componente de la
gestión de los desastres naturales en la matriz de seguridad de los
pequeños Estados Insulares, y ubicándolo directamente dentro del modelo
que han presentado el Profesor Ferguson, sus predecesores y el Coronel
Santaliza.
Los años 90 han sido testimonio de una nueva
agresividad de la naturaleza contra los pequeños Estados Insulares más
vulnerables del Caribe. Mi propia isla, ha sido azotada por cinco
huracanes importantes en los últimos cinco años. Entre 1920 y 1940, un
período de 20 años, el Caribe ha sido testimonio de 70 tormentas y
huracanes, o un promedio de 3,5 tormentas y huracanes por año. Entre 1940
y 1980, un período de cuarenta años, 196 tormentas y huracanes azotaron
la región; el promedio subió a 5 por año. Durante la última década,
hemos sido testimonio de 13 tormentas y huracanes cada año de promedio.
Esperamos que esta tendencia continúe.
¿Pueden los gobiernos proteger mejor las vidas de los
ciudadanos de los pequeños Estados Insulares frente a los caprichos de la
naturaleza? ¿que sean menos inciertas y en gran manera mejoradas?
¿Podemos mejorar nuestra seguridad ante el aumento de los desastres
naturales? Esa es la cuestión. Según el modelo del Profesor Ferguson,
sí podemos. Tomemos el invierno, por ejemplo, es un período de
temperaturas extremas durante el cual no crecen alimentos en los
hemisferios del norte y del sur. Pero esas regiones han aprendido a
planificar la producción y almacenamiento de alimentos durante ese
período anual predecible.
Nuestros oficiales civiles y militares han establecido
una alianza estratégica que tiene por objeto ese mismo tipo de
planificación anticipada para huracanes, sequías, inundaciones y otros
fenómenos naturales. Nuestro ejército, que tiene experiencia en la
preparación y respuesta de huracanes cuenta con un plan detallado que
adopta en el momento en que se nos advierte que un huracán se está
arremolinando en el Océano Atlántico. Cuando la preparación para el
desastre es óptima, los resultados de la gestión de sus efectos también
son óptimos.
Si bien un huracán no se presta a una solución
militar, hemos encontrado maneras de integrar nuestra fuerza militar en la
gestión de desastres, expandiendo su mandato más allá de la idea
tradicional de defensa del territorio.
No obstante, los huracanes interrumpen nuestra
capacidad de vender nuestro servicio. Por consiguiente, hemos propuesto la
creación de un fondo previo y posterior a los desastres que se utilizará
para ayudar a los estados más pequeños a responder con eficacia ante los
desafíos que plantea este nuevo fenómeno. Solicitamos el apoyo de todas
las delegaciones a esta iniciativa, la cual se ha incluido en el Plan de
Acción de la Cumbre de Québec. El borrador de la Cumbre solicita un
estudio, pero nosotros no procuramos la realización de un estudio, sino
la implementación del Fondo.
Conclusión
Mi delegación opina que el desarrollo sostenible y el
turismo guardan una estrecha relación con nuestra seguridad. Estamos
convencidos de que la gestión de nuestra escasa base de recursos,
incluido nuestro medio ambiente, asegurará que nuestros estados pequeños
y vulnerables pueden prosperar en el futuro o mientras el sistema de
nación-estado sobreviva. Las amenazas a nuestra supervivencia como
estados soberanos no provienen de vecinos hostiles o conquistadores
imperialistas. Nuestra soberanía se ve amenazada por sistemas ingeniados
por otros actores inocentes, los cuales en su mayoría parecen ignorar que
ponen en peligro nuestra libertad mientras disfrutan de las ventajas de la
civilización.
Si la civilización americana no cambia su curso,
nuestras pequeñas islas padecerán el mismo destino que los canarios en
la mina de carbón, a pesar de haber advertido en voz alta del peligro.
Esperamos no convertirnos en las víctimas del éxito de los grandes
estados. Esperamos que, contrariamente al Faraón, los responsables de
adoptar decisiones en los Estados poderosos no endurezcan sus corazones.
Esperamos que no se dejen deslumbrar por sus propias acciones y, que con
la fuerza de Samson, eliminen los pilares que actualmente tienen la
capacidad de destruir, poniendo en peligro a los pequeños y a los grandes
Estados por igual. Gracias.
Discurso del Embajador Michael King
Representante Permanente de Barbados ante la OEA
Sra. Presidenta:
Voy a limitar mis comentarios a las preocupaciones de
seguridad de los pequeños Estados Insulares relacionadas con el VIH/SIDA,
el tráfico ilícito de drogas y las actividades delictivas relacionadas
con el mismo.
La seguridad hoy en día ya no puede observarse
estrictamente desde el punto de vista de la preservación de la integridad
territorial y la defensa de la soberanía nacional. Las amenazas y
desafíos multidimensionales a los intereses nacionales en este período
posterior a la Guerra Fría, requiere una perspectiva de seguridad
nacional, regional, hemisférica e internacional más amplia y una
respuesta eficaz y coordinada a las facetas múltiples de la seguridad a
las que se enfrenta la comunidad de naciones. Dos áreas que son motivo de
preocupación están relacionadas con la epidemia del VIH/SIDA que se
está propagando en todo el mundo y el comercio ilícito de drogas y las
actividades delictivas que guardan una estrecha relación con éste.
El Gobierno de Barbados considera que la epidemia del
HIV/SIDA tiene el potencial, si se deja de controlar, de destruir la
civilización humana de la forma que la conocemos y, por lo tanto, es un
asunto de máxima preocupación en materia de seguridad. De forma más
inmediata, para Barbados, el impacto socio-económico del HIV/SIDA es de
una importancia fundamental debido a la elevada tasa de mortalidad dentro
del grupo de población entre los 26 y 40 años de edad.
Reconociendo el posible impacto negativo que esta
enfermedad mortal puede tener en las esferas económica, social,
psicológica y de desarrollo de las actividades del Estado, Barbados ha
tomado la iniciativa de abordar esta amenaza al más alto nivel político
por medio del liderazgo directo y la coordinación de la Oficina del
Primer Ministro.
El Gobierno de Barbados ha asignado millones de
dólares al lanzamiento de una batalla sostenible contra esta enfermedad
devastadora con la esperanza de reducir la tasa de mortalidad en los
próximos tres años.
Si no logramos vencer o por lo menos reducir el impacto
de esta enfermedad las consecuencias serán de gran alcance y
devastadoras, especialmente para los pequeños Estados en el Hemisferio y
en el mundo en general.
Entre estas consecuencias se encuentran:
- Nuestro desarrollo nacional a largo plazo podría verse
obstaculizado debido a una reducción proyectada en nuestra base de
empleo productivo y el deterioro de la salud entre nuestros
trabajadores;
- Nuestros costos de salud aumentarán, desviando de ese modo los
escasos recursos financieros de otras formas fundamentales de
desarrollo;
- Nuestra atracción como destino turístico podría verse
comprometida;
- Nuestra estructura social, y la estabilidad y prosperidad
económicas sin interrupción podrían verse gravemente amenazadas y
esto podría crear malestar social e inestabilidad política; y
- Nuestro recurso más valioso – los hombres y mujeres productivos
de hoy y los líderes del mañana – se destruiría en detrimento
de nuestro estado-nación.
Barbados es muy consciente de estas consecuencias e
insta a todos los Estados a que consideren esta epidemia como una
preocupación especial de seguridad que merece respuestas serias.
Es imperativo que la atención que se preste a la
amenaza del VIH/SIDA en este Hemisferio sea global y sostenida. No debemos
permitir ser objeto de críticas por prestar atención esporádica a esta
amenaza, dedicándole nuestra atención cuando se celebra una conferencia
internacional y dejándole de prestar atención después de concluir las
deliberaciones. Para hacer frente a esta epidemia, es indispensable un
firme liderazgo y voluntad política, respaldados por programas de acción
multilaterales e internacionales. Cuando colaboramos con nuestros socios
internacionales debemos explorar todos los canales de apoyo técnico y
financiero en las áreas de vigilancia epidemiológica, estudios de
conducta e impacto económico, y explorar la adquisición de drogas en
grandes cantidades para toda la región a efectos de reducir el costo del
tratamiento.
Otra preocupación de seguridad, que requiere nuestra
atención, es el trágico ilícito de drogas. Voy a utilizar una cita de
"Drogas y seguridad en una soberanía en estado de sitio" del
Profesor Ivelaw Griffith "nada representa una mayor amenaza para la
sociedad civil ... como el problema de las drogas, y nada ejemplifica
mejor la impotencia de los gobiernos. Es un peligro que tiene varias
dimensiones. En la base se encuentra la destrucción humana que conlleva
la adicción a las drogas y la corrupción de individuos y sistemas por
los enormes alicientes del comercio ilícito en sociedades relativamente
pobres".
Como todos sabemos, el tráfico ilícito de drogas y su
relación con las actividades delictivas, la violencia armada, el tráfico
de armas, la corrupción, la revolución armada, el terrorismo, la
extorsión, los asesinatos relacionados con el narcotráfico y el lavado
de dinero – entre otras amenazas – no son preocupaciones nuevas.
Todos los Estados del Hemisferio – pequeños y
grandes, poderosos y débiles – se han visto afectados por este flagelo,
unos en mayor o menor medida que otros. Actualmente todos reconocemos
firmemente que el comercio de las drogas no respeta las fronteras
nacionales o la soberanía. En una amenaza internacional con
características y consecuencias hemisféricas y regionales que justifican
esfuerzos multilaterales de cooperación, coordinados y sostenidos.
Ningún estado puede luchar solo esta guerra.
Barbados aplaude la extraordinaria labor de la CICAD en
abordar esta preocupación y promete su continuado apoyo a la Comisión en
la medida que se esfuerza para asistir en la erradicación de la amenaza
que representa para nuestra estabilidad, paz y seguridad en el Hemisferio.
La evaluación que concluyó recientemente, y encabezada por la CICAD, es
un ejemplo excelente de un esfuerzo multilateral, el cual es fundamental
si queremos imponernos en nuestra lucha contra el comercio ilícito de
drogas, la violencia y otras actividades delictivas consecuencia del
mismo.
No puede haber ninguna duda de que para los Estados
pequeños y más vulnerables del Hemisferio, la amenaza que representa el
tráfico ilícito de drogas plantea desafíos y riesgos que podrían
inundar su capacidad de respuesta y crear más presión sobre sus recursos
limitados.
En Barbados somos muy conscientes del impacto negativo
que tienen el tráfico ilícito de drogas y las actividades delictivas
relacionadas con el mismo en los pequeños Estados en desarrollo como el
nuestro. Las áreas de especial preocupación incluyen:
- Deterioro de las ventajas económicas, sociales y políticas
logradas durante años;
- Destrucción del tejido social de la sociedad;
- Destrucción de nuestro recurso productivo básico – nuestra
población joven;
- Deterioro del clima de inversión del que dependen muchos
pequeños Estados, y el cual, por cierto, se encuentra ahora
amenazado por un frente totalmente diferente – la OECD;
- Desvío de recursos financieros para los programas y mecanismos de
demanda y oferta, reduciendo de ese modo los fondos para otros
aspectos del desarrollo nacional;
- Corrupción de los funcionarios públicos y la consecuente amenaza
que representa para la democracia, la buena gestión de gobierno y
la estabilidad;
- Creación de inestabilidad económica debido a la entrada de los
productos del comercio de drogas y de las actividades de lavado de
activos;
- La manifestación de un síndrome de dependencia entre nuestra
juventud, apoyado por el 'dinero rápido' procedente del tráfico de
drogas, alimentado por los retorcijones de la pobreza y por los
elevados niveles de desempleo; y
- Deterioro del respecto de la ley y el orden público y la
posibilidad de un desmoronamiento de la sociedad civil.
Mientras que estas preocupaciones no se limitan de
ninguna manera a los pequeños Estados, éstos son menos capaces de
enfrentarse a estos desafíos debido a su falta de recursos y a su
inherente vulnerabilidad y volatilidad.
El tiempo no espera a nadie – y por extensión a
ninguna nación – y por lo tanto es necesario que todos los Estados
actúen ahora.
Debemos esforzarnos en el desarrollo de un enfoque
coordinado y de cooperación para abordar las amenazas multidimensionales
y transnacionales que continúan causando estragos en nuestras sociedades
y obstaculizando el desarrollo sostenible, la paz, la prosperidad y la
supervivencia de nuestras naciones.
Ningún recurso natural puede compararse con el recurso
común más valioso de todos nuestros países – nuestra gente. Sin ella,
ninguna nación puede nunca esperar hacer realidad su visión y objetivos
estratégicos. El VIH/SIDA, las drogas ilícitas y las actividades
delictivas relacionadas con las mismas representan una grave amenaza para
este recurso.
Por lo tanto, es fundamental asegurarnos que de
nuestras deliberaciones de hoy surgen iniciativas decisivas y
constructivas.
Gracias, Señora Presidenta.
Discurso del Embajador Odeen Ishmael
Representante Permanente de Guyana ante la OEA
Señora Presidenta,
Nos reunimos hoy aquí en Washington para examinar las
preocupaciones de seguridad de los pequeños estados en desarrollo. En mi
breve presentación, deseo abordar algunas cuestiones que afectan el
desarrollo de la democracia en los pequeños Estados de este Hemisferio, y
en particular en los de la región del Caribe.
Estoy de acuerdo en que los pequeños Estados del
Caribe se enfrentan a graves amenazas de seguridad relacionadas con el
tráfico de estupefacientes, la entrada de armas pequeñas (incluso
sofisticadas) de contrabando, tasas de delincuencia en ascenso y la
deportación de extranjeros delincuentes de los países desarrollados.
Pero lo que debemos tener siempre en cuenta es que, en estos países,
todas estas amenazas a la seguridad nacional también representan serias
amenazas para la democracia. La delincuencia debilita a la sociedad,
creando una situación de inestabilidad que puede conducir a la caída de
los gobiernos democráticos.
Pero hay otras cuestiones que afectan a la seguridad de
los pequeños Estados en desarrollo. En la región del Caribe, las
cuestiones económicas se han convertido en preocupaciones importantes.
Durante varios años, hemos estado destacando la cuestión del banano en
la medida que afecta de manera particular al Caribe Oriental, y no creo
que haya nadie en esta audiencia que no conozca los problemas económicos
que está generando en las islas afectadas.
Lo que debe entenderse es que la cuestión del banano
es solamente uno de los temas que preocupan a la región. El mercado de
arroz de Guyana está siendo motivo de preocupación debido a la caída de
los precios del mercado. Y nuestra bauxita no ha logrado alcanzar precios
del todo favorables. El efecto de todo esto es que los ingresos de muchos
agricultores de arroz han descendido bruscamente y el desarrollo ha
disminuido en las comunidades que dependen de la industria de la bauxita.
A estas preocupaciones se les agrega el hecho de que el precio del oro –
otra de nuestras exportaciones – en el mercado mundial también ha
descendido. Muchos trabajadores en las industrias mineras de la bauxita y
el oro han perdido su empleo y a esto se le han sumado los problemas
sociales en las comunidades donde se encuentran estas industrias.
Esta claro que es necesario diversificar. Uno de los
principales problemas en las sociedades tradicionales del Caribe es que,
históricamente, la gente se ha resistido a la diversificación. Las
personas que durante generaciones se han dedicado a una actividad
económica particular, han desarrollado capacidades generalmente sólo
para esa actividad económica, y se muestran indecisas a la hora de
cambiar a una nueva ocupación. Por lo tanto, los gobiernos deben dedicar
más esfuerzos en la educación y capacitación de nuestros trabajadores,
y además crear incentivos para atraer a estos trabajadores hacia nuevas
áreas del sector económico.
Lamentablemente, algunas iniciativas de
diversificación han sido negativas. Ya estamos oyendo comentarios sobre
personas que se ven privadas de sus medios de vida porque la caída del
banano se está diversificando hacia el cultivo de marihuana. La marihuana
tiene unos precios más lucrativos que el banano, y estos precios mismos
actúan como un estupefaciente que fomenta este tipo de agricultura. A la
larga, el resultado de todo esto es la pérdida de valores sociales,
parece que la delincuencia se remunera, y las instituciones democráticas,
alimentadas y construidas durante generaciones, de repente se ven cada vez
más afectadas por el soborno y la corrupción. Las bases de la democracia
son por lo tanto debilitadas y el equilibrio de esa democracia se
convierte en un objetivo fácil para esas fuerzas que no tienen respeto
alguno por las normas democráticas.
Este Hemisferio está concluyendo las preparaciones
para la Tercera Cumbre de las Américas que se celebrará en la Ciudad de
Québec, Canadá, el próximo mes. Las primeras dos Cumbres presentaron
Planes de Acción, que de haber sido ejecutados habrían impulsado a todos
nuestros países a un plano de desarrollo económico más elevado. La meta
principal de las Cumbres anteriores era aliviar la pobreza. Pero el hecho
es que, desde la celebración de esas Cumbre, nuestro hemisferio está
experimentando un nivel más alto de pobreza. Además, los pequeños
Estados en desarrollo continúan teniendo problemas en el desarrollo de su
infraestructura, su base industrial y su nivel de productividad. A pesar
de todo esto, se espera que compitan al mismo nivel con los Estados más
grandes y más desarrollados en el Área de Libre Comercio de las
Américas, que se espera que entre en funcionamiento en 2005. Si los
pequeños Estados y economías no reciben una inyección de asistencia
económica para desarrollar su infraestructura, su base social y sus
niveles de productividad, éstos desaparecerán en el marco de un acuerdo
de libre comercio. Aumentará el malestar social y esto representará una
gran amenaza para los gobiernos democráticos en esos Estados. Las
agitaciones de carácter antidemocrático en estos pequeños Estados y
economías también se convertirán en una preocupación de seguridad para
los Estados y las economías más grandes y desarrolladas de este
Hemisferio.
Esta es la razón por la cual debemos continuar
solicitando el establecimiento de un Fondo Regional para la integración
en el proceso del ALCA, a efectos de asistir a los estados y economías
más pequeños. Este Fondo, que toma como modelo el fondo de desarrollo de
la Unión Europea para sus propias economías débiles, promoverá el
desarrollo dentro de las pequeñas economías de este Hemisferio y las
hará económicamente más competitivas. Se desarrollarán economías más
estables y sólidas y, como bien sabemos, las economías estables y
sólidas ayudan a establecer democracias estables y sólidas.
Pero incluso en la medida que nuestros pequeños
estados y economías intentan desarrollarse económicamente por sí solos,
existen fuerzas políticas que se aprovechan de las divisiones actuales
entre esos estados para debilitar la gobernanza democrática. En mi país,
así como en otros países en desarrollo de este Hemisferio, existen
fuerzas del viejo orden de autoritarismo y despotismo que aún no están
preparadas para aceptar la voluntad de la gente y las normas
democráticas. Lo que no pueden ganar en las urnas electorales intentan
arrebatarlo creando el malestar en las calles, tal y como se observó
después de las recientes elecciones del 19 de marzo. Estas fuerzas
utilizan el terrorismo descarado en sus diferentes formas y pisotean los
derechos humanos y la dignidad de aquellos que no comparten sus ideas. Y
encima de todo eso, hacen demandas excesivas al gobierno elegido por la
mayoría de los ciudadanos. Yo digo esto: Ningún grupo debería utilizar
su cultura, historia, religión, raíces étnicas o situación económica
como excusa para pisotear los derechos humanos y hacer demandas poco
razonables dentro de la misma sociedad.
Mi país necesita la solidaridad de todas las naciones
de este Hemisferio para apoyar nuestro proceso democrático y condenar
todo los actos realizados por las fuerzas antidemocráticas, que tienen
por objeto presionar a nuestra democracia en etapa crecimiento. Aquí no
se plantea la cuestión de la interferencia en los asuntos internos de
país. Si la democracia se interrumpe en mi país todo este Hemisferio se
verá afectado de una forma u otra. Si bien todos nosotros en este
Hemisferio defendemos el principio de no-interferencia, también
deberíamos defender firmemente el principio de no-interferencia en
nuestras relaciones internacionales. Tal y como indiqué en el Consejo
Permanente ayer, ningún Estado Miembro de este Hemisferio puede mostrarse
indiferente hacia los métodos ilícitos que están utilizando las fuerzas
antidemocráticas para deteriorar al gobierno libremente elegido de
Guyana.
En la medida que consideramos las preocupaciones de
seguridad de los pequeños Estados de este Hemisferio, debemos recordar
siempre que las presiones sobre la democracia en algunos de estos Estados
tendrán sin duda alguna un efecto negativo en la estabilidad regional y
hemisférica. Por consiguiente, todas las fuerzas democráticas en
nuestros países deben trabajar conjuntamente para promover, defender y
fortalecer la democracia.
Gracias.
ANEXO III
DISCURSOS DE LAS DELEGACIONES
1. Misión Permanente de El Salvador ante la OEA
DISCURSO PRONUNCIADO POR LA DELEGACION DE
EL SALVADOR EN LA REUNION DE LA COMISION DE SEGURIDAD
HEMISFERICA
CONSAGRADA A LAS PREOCUPACIONES ESPECIALES DE SEGURIDAD
DE LOS PEQUEÑOS ESTADOS INSULARES
WASHINGTON, D.C., 30 DE MARZO DE 2001
Señora Presidenta :
- Los riesgos, amenazas y desafíos a que deben hacer frente los
pequeños Estados insulares no se resuelven con mera ayuda
presupuestaria, Sus preocupaciones especiales de seguridad demandan
ante todo la voluntad política de los otros Estados del Hemisferio.
Aún así, ha de reconocerse que existen imponderables.
- A partir de dicha voluntad política de acción, podrán
fortalecerse los mecanismos de colaboración entre nuestros Estados
que reflejen con mayor profundidad la gravitación que cada vez más
las preocupaciones especiales aludidas tienen en la agenda
interamericana.
- Es cuestión, pues, de sensibilidad, concientización, visión y
criterio pragmático de que nuestros países están interrelacionados,
a corto o largo plazo, directo o indirectamente, pero en todo caso de
manera creciente.
- Como se recuerda, los pequeños Estados insulares han impulsado la
temática de sus preocupaciones especiales en la Organización en
general, y en esta Comisión, en particular, desde hace muchos años,
inclusive desde antes de que la última alcanzase un carácter
permanente.
- Así las cosas, la problemática ha sido objeto de relatorias,
informes, estudios académicos, resoluciones, sesiones especiales y de
la Reunión de alto nivel a la que nuestro país sirvió
orgullosamente de sede, en febrero de 1998.
- Tres años después, como cada año, hacemos este día un balance de
lo actuado, con la intención de cimentar los cursos de acción que se
concuerden como más convenientes, puesto que, como los antecedentes
que hemos citado permiten constatar, se cuenta con un camino
recorrido.
- Los pequeños Estados insulares no están pidiendo que otros
resuelvan las preocupaciones especiales de seguridad de ellos.
Requieren, eso sí, del esfuerzo cooperativo de sus socios en el
proceso de Cumbres de las Américas para identificar respuestas y
fortalecer acciones orientadas a atender problemas que son de todos,
en última instancia, puesto que inclusive otros actores regionales y
extra-regionales, estatales y no estatales, tienen su propia
responsabilidad y/o incidencia en las preocupaciones especiales que
nos ocupan.
- Las preocupaciones económicas, ambientales, políticas y sociales
de los pequeños Estados insulares son muy concretas, según se
desprende de las exposiciones y de los antecedentes conocidos. Dichas
preocupaciones no responden a ningún ejercicio puramente intelectual,
y las sienten y sufren en carne propia en un grado tal que para otros
Estados miembros es difícil dimensionar, dadas las asimetrías de
exensión territorial, población y recursos existentes.
- Sabemos, y conviene reiterarlo, que las Declaraciones de Santiago y
San Salvador sobre Medidas de Fomento de la Confianza y de la
Seguridad consagran lo propio a fin de apoyar los esfuerzos de los
pequeños Estados para atender sus preocupaciones especiales de
seguridad. Los límites de ese ejercicio parecen evidenciarse.
- Generar mayor conciencia y comprensión es lo que procura entonces
esta reunión, desde el punto de vista político. Mas los
destinatarios directos de algunas de las preocupaciones, ya sea
políticas, económicas, sociales o ambientales de los pequeños
Estados insulares pueden no encontrarse representados en esta sala.
- En tanto centroamericanos, nos identificamos con ellos porque somos
también del grupo de las economías más pequeñas. Por eso apoyamos
la aplicación creciente, de la manera más adecuada y según las
necesidades y condiciones de que se trate según los Estados en
particular, de apoyo colectivo para atender las preocupaciones
especiales de seguridad de los pequeños Estados insulares.
- Recordamos que durante la reunión de Alto Nivel de 1998 la
representación de Antigua y Barbuda, así como otras delegaciones,
aludieron a los efectos de los desastres naturales, el cambio
climático y la contaminación del Mar Caribe en la seguridad de los
pequeños Estados insulares, incitando a la OEA a estudiar mecanismos
concretos de solidaridad para esos efectos. Los desarrollos
posteriores en esos campos confirman la gravedad de las consecuencias
de esos problemas si no se atienden.
- Lo citamos ya que de eso se trata: cooperación es lo que permitirá
dar respuestas multivariadas a problemas multidimensionales en el
Hemisferio.
- Es satisfactorio constatar la interacción con los organismos
internacionales en el tema que nos congrega hoy, y la naturaleza
operativa de las medidas y mecanismos para fomentar la seguridad de
los pequeños Estados. La coordinación, palabra clave, es la tarea
permanente e inevitable. Estamos seguros que en función de sus
intereses los pequeños Estados continuarán provocandola.
- La II reunión de alto nivel sobre las preocupaciones especiales de
seguridad de los pequeños Estados insulares es la cita que nos
espera. Debemos prepararle resultados concretos.
Anexo IV
PRESENTACIONES DE LA SECRETARÍA GENERAL
- Actividades de la Secretaría General en respuesta a las
Preocupaciones Especiales de Seguridad de los Pequeños Estados
Insulares – Oficina del Secretario General
- Propuestas para aumentar la sensibilización sobre las
Preocupaciones Especiales de Seguridad de los Pequeños Estados
Insulares – Departamento de Información Pública
Presentación de la Secretaría General,
Coordinador para Asuntos de Seguridad Hemisférica
Es un honor para mi hacer parte y contribuir a esta
importante sesión de la Comisión de Seguridad Hemisférica dedicada a
analizar los avances y retos frente a las preocupaciones especiales de
seguridad de los pequeños Estados insulares, según fueron identificadas
en la Reunión de Alto Nivel, celebrada en San Salvador en febrero de
1998, y en la Sesión Especial de la Comisión de Seguridad Hemisférica
celebrada en octubre de 1996.
En esta ocasión me dirijo a Ustedes para hacer una
breve presentación del informe actualizado de las actividades realizadas
por la Secretaría General, durante el año 2000, en respuesta a las
preocupaciones especiales de seguridad de los pequeños Estados insulares.
Este Informe revisa las medidas y actividades ejecutadas por los diversos
órganos, organismos y entidades del sistema interamericano, en
cumplimiento del mandato de la resolución AG/RES. 1744 (XXX-O/00), que
encomienda "a la Secretaría General que continúe desarrollando una
acción apropiada para atender las preocupaciones especiales de seguridad
de los pequeños Estados insulares, incluidas las identificadas en la
Reunión de Alto Nivel sobre las Preocupaciones Especiales de Seguridad de
los Pequeños Estados Insulares, celebrada en San Salvador en febrero de
1998, y en la Sesión Especial de la Comisión de Seguridad Hemisférica
celebrada en octubre de 1996."
Como es de mi conocimiento que todos ustedes ya cuentan
con una copia en papel de dicho Informe y, en aras de la brevedad, voy a
limitar mi presentación ha hacer un breve resumen de las actividades más
significativas ejecutadas por los órganos, organismos y entidades de la
Secretaría General. Al mismo tiempo, quisiera informarle a los delegados
presentes que si tuvieran alguna pregunta específica sobre actividades de
un área en particular, contamos con la presencia de representantes de la
Unidad de Comercio, de la Unidad de Desarrollo Sostenible y Medio
Ambiente, de la Comisión Interamericana de Puertos, de la UPD, de CICAD y
de la Agencia Interamericana para la Cooperación y el Desarrollo.
Las actividades descritas en el presente informe están
organizadas por tema: aspectos económicos, el medio ambiente y los
desastres naturales, seguridad portuaria, promoción de la democracia,
cooperación para la erradicación del narcotráfico y el abuso de drogas,
y el desarrollo y la cooperación técnica.
1. En referencia al vínculo
entre el comercio, el desarrollo económico y la seguridad, uno de los
principales mandatos la Unidad de Comercio consiste en ayudar a las
economías más pequeñas a realizar su desarrollo económico y reforzar
su capacidad y sus recursos en la esfera del comercio exterior. Para ello
se llevan a cabo distintas actividades, como el otorgamiento de respaldo a
los grupos de negociación y comités especiales del Área de Libre
Comercio de las Américas (ALCA), actividades de asistencia técnica
vinculadas con el comercio, seminarios vinculados con el ALCA y cursos de
capacitación para funcionarios de los países más pequeños del ALCA.
2. Con respecto a la protección contra condiciones
ambientales adversas y los desastres ecológicos, la Secretaría General,
a través de la Unidad de Desarrollo Sostenible y Medio Ambiente (UDSMA),
ha elaborado y puesto en marcha una serie de programas de asistencia
técnica en las esferas de la mitigación de peligros naturales y la
adaptación al cambio climático mundial, para lo cual ha logrado obtener
financiamiento externo.
El objetivo del respaldo técnico de la SG/OEA en
materia de peligros naturales consiste en evitar o reducir al mínimo los
desastres, a través de medidas de intervención en materia de
planificación del desarrollo y formulación de proyectos, para reducir la
vulnerabilidad frente a esos peligros. Ello se logra a través de
asistencia en materia de formulación de políticas, evaluación de
peligros y vulnerabilidad, capacitación en técnicas de mitigación de
desastres y formulación de medidas de mitigación para proyectos de
inversiones en materia de desarrollo. En general, las actividades se
realizan en el marco de programas de cooperación técnica en curso, a
nivel nacional o regional, con colaboración de instituciones nacionales o
regionales. Es importante resaltar la creación de un Diálogo
Interamericano para la Reducción de Desastres, en respuesta a la
iniciativa de la Cumbre sobre Desarrollo Sostenible de promover un
intercambio de ideas en todos los niveles, sobre temas vinculados con la
reducción de desastres y el desarrollo. Dicha iniciativa ha obtenido
financiamiento externo de la USAID, la Comunidad Europea y el PNUD.
3. En lo que respecta al fortalecimiento y mejoramiento
de la seguridad portuaria, la Comisión Interamericana de Puertos (CIP),
fue creada por la Asamblea General de la OEA en 1998. Esta Comisión tiene
como objetivo principal servir de foro interamericano permanente de los
Estados miembros de la Organización para el fortalecimiento de la
cooperación en el área de desarrollo portuario, con la participación y
colaboración activas del sector privado. Durante el año 2000 se
realizaron diversas actividades y cursos dirigidos al fortalecimiento y
mejoramiento de la seguridad portuaria, con particular incidencia en los
pequeños Estados insulares. Además se crearon el Comité Técnico en
Seguridad Portuaria y el Comité Técnico en Control de la Navegación y
Protección del Medio Ambiente
4. Con relación al tema de respaldo a las
instituciones democráticas, la Unidad para la Promoción de la Democracia
(UPD) se mantuvo en contacto con la Secretaría de CARICOM, especialmente
en relación con el "Programa de apoyo a la democracia y al buen
gobierno en el Caribe". Además, existió una estrecha coordinación
con CARICOM tras las dificultades que sobrevinieron en Haití como
consecuencia de las elecciones parlamentarias y municipales del 21 de mayo
y en relación con la aplicación de la resolución CP/RES. 772, en la que
el Consejo Permanente dispuso el envío de una misión de alto nivel a
Haití para identificar con las autoridades y otros sectores de la
comunidad recomendaciones tendientes a resolver los problemas.
La UPD brindó también asistencia a los pequeños
Estados del Caribe en los ámbitos de descentralización, gobierno local y
participación ciudadana; redacción de proyectos de leyes; modernización
de sistemas electorales y registros civiles; reforma constitucional; y
asistencia a través de misiones de observación electoral.
5. En cumplimiento del mandato de cooperación para la
erradicación del narcotráfico y el abuso de drogas, la CICAD
desarrolló, durante el año 2000, varias siguientes entre las que se
encuentran:
- Prestó ayuda a las Comisiones Nacionales de Drogas de cinco países
insulares para diseñar y modernizar los Planes Nacionales Antidrogas;
- Continuó con su programa de capacitación de profesionales y
técnicos involucrados en el tratamiento y rehabilitación de
toxicómanos en el Caribe de habla inglesa;
- Organizó un seminario en Miami en octubre del 2000 sobre el
problema creciente de drogas, pandillas y violencia;
- Desarrolló el Proyecto de Control de Precursores Químicos en el
Caribe, que se inició en octubre de 1999, con el objetivo de
fortalecer los sistemas nacionales de control de químicos y mejorar
la coordinación y cooperación entre las agencias responsables del
control de sustancias químicas en la región;
- Realizó un seminario de concientización sobre el Reglamento Modelo
para el Control del Tráfico Internacional de Armas de Fuego, sus
Partes y Componentes y Municiones para América Central y el Caribe en
Fort-de-France, Martinique en mayo de 2000;
- Inició, en junio de 2000, la coordinación para realizar el
proyecto regional de desarrollo alternativo "Producción
Orgánica de Banano y Manejo Integrada de Plagas que atacan al Banano
y al Plátano en el Caribe", el cual se implementará durante el
año 2001 en las islas de Dominica, Santa Lucia y Jamaica;
- Brindó asistencia técnica a las Comisiones Nacionales Antidrogas a
través del Observatorio Interamericano sobre Drogas y organizó
talleres nacionales en Jamaica, Belice, Antigua y Barbuda y Suriname;
- Apoyó a los miembros caribeños del Grupo de Expertos
Gubernamentales que participaron en el Mecanismo de Evaluación
Multilateral a participar plenamente en todas las reuniones del Grupo.
Finalmente, es conveniente mencionar que para el 2001,
la CICAD ha decidido llevar adelante actividades en las áreas de
prevención, tratamiento, rehabilitación, control de químicos,
desarrollo alternativo, información y estadísticas, seguridad portuaria
y cooperación marítima antidrogas, en los países del Caribe.
6. Para finalizar, en referencia al tema de desarrollo
y cooperación técnica en los pequeños estados insulares, cabe resaltar
que el FEMCIDI sigue constituyendo el principal instrumento de
financiamiento directo en el marco del CIDI en relación con los proyectos
de cooperación técnica. En el 2001, la Secretaría General recibió y
procesó 316 solicitudes de proyectos por un monto agregado de US$53,1
millones. Conforme a sus responsabilidades estatutarias la Secretaría
elaboró una propuesta de programación que abarcó 92 proyectos. Las
Comisiones Especializadas no Permanentes (CENPES) del CIDI se reunieron en
Washington entre el 24 y el 26 de octubre de 2000 y recomendaron la
aprobación de 69 de los 92 proyectos. La Junta Directiva de la Agencia
Interamericana agregó 14 proyectos adicionales a fin de lograr un
adecuado equilibrio regional y temático en la distribución de fondos.
Muchas gracias señor Presidente y señores Delegados.
Nuevos Desafíos de Seguridad que afectan al Hemisferio:
Promoción de la sensibilización pública
por Eduardo Del Buey, Director
Oficina de Relaciones Externas y Departamento de
Información Pública
Secretaría General de la OEA
Nuevos desafíos de seguridad que afectan al Hemisferio:
Promoción de la sensibilización pública
1. Productos e iniciativas
A efectos de promover la sensibilización pública
sobre los nuevos desafíos de seguridad a los que se enfrenta el
Hemisferio, el Departamento de Información Pública propone las
siguientes iniciativas:
- Alentar a la Comisión a cambiar su nombre a Nuevos Desafíos de
Seguridad que afectan al Hemisferio, promoviendo de este modo la
participación de los Estados que no son ni islas ni tan pequeños
(universalizar el tema, universalizar la participación)
- Producir una serie de programas de radio en español e inglés
durante el período comprendido entre 2001 y 2002, auspiciado por la
radio de la OEA, utilizando a los Jefes de las Misiones Permanentes
y/o miembros del personal especializados, funcionarios de la
Secretaría General de la OEA, e invitados del sector académico y
de los grupos de expertos tanto en Washington como en las regiones,
con miras a debatir estos temas, y servir de base para las
actividades locales en el ámbito nacional;
- Incluir este tema en nuestra serie de conferencias prevista en la
Universidad de Georgetown este otoño y en la Universidad de George
Washington en 2001;
- Uno o varios programas de televisión que se transmitirán por la
Web en inglés y español, similares a los anteriormente mencionados
para la radio;
- La creación de un sitio especial en la red que contenga
información y documentación sobre este tema, y canales de conversa
de vez en cuando, con enlaces a otros sitios en la red relacionados
con los temas bajo consideración.
- Redacción de varios artículos de opinión para distribuir entre
los medios del Hemisferio;
- Una hoja de datos para los medios que se incluirá en nuestra
carpeta de materiales de prensa;
- Artículos esporádicos para la versión impresa de Noticias de la
OEA;
- Un artículo para la revista Américas;
- Artículos de ciudadanos de los pequeños Estados Insulares sobre
temas de seguridad a los que se enfrentan los pequeños Estados
Insulares para publicarlos en nuestra versión electrónica de
Noticias de la OEA;
- La creación de un Grupo de Comunicaciones sobre Preocupaciones
Nuevas de Seguridad, incluido un grupo regional representativo
formado por miembros del personal de las Misiones Permanentes y del
Departamento de Información Pública.
2. Procesos
Para llegar a las audiencias, sin embargo, la
asistencia proactiva de las Misiones Permanentes y sus colegas en casa
será fundamental. El personal de las Misiones Permanente que trabaje
en el Grupo de Comunicaciones sobre Preocupaciones Nuevas de Seguridad
deberá:
- Asegurar que sus colegas en los Ministerios de Relaciones
promueven de forma activa la programación que el Departamento de
Información Pública de la OEA preparará con la radio local, las
estaciones de televisión y otros medios de comunicación,
universidades y grupos de expertos, la sociedad civil y los grupos
con base en la comunidad, para asegurar que nuestro mensaje llega a
una audiencia lo más extensa posible;
- Asegurar que los colegas e instituciones en casa organizan
actividades y eventos de seguimiento de las iniciativas del
Departamento de Información Pública de la OEA (por ejemplo, que el
campus local de la universidad celebre una conferencia local para
discutir los temas que se plantean en los programas difundidos,
etc.);
Proporcionar listas de contactos de
especialistas en el Hemisferio que tienen conocimientos especializados
en una o varias de las cuestiones bajo consideración, y trabajar con el
Departamento de Información Pública para atraer su participación.
1. Seguridad Hemisférica:
Seguridad de los Pequeños Estados: Informe del Grupo del
Commonwealth, documento AG/doc.2838/92 add.2, 12 de mayo de
1992.
2. Informe Final de la
Reunión de Alto Nivel sobre las Preocupaciones Especiales de
Seguridad de los Pequeños Estados Insulares, documento SEPEIN/doc.9/98.
3. Anexo I, así como
el Informe del Relator de la Comisión de Seguridad
Hemisférica, Reunión del 29 de febrero de 2000, documento
CP/CSH-284/00, y el Documento de Antecedentes "El
imperativo de una nueva gestión de la seguridad",
documento CP/CSH/INF. 7/01.
4. Cooperación para la
Seguridad en el Hemisferio, AG/RES. 1744 (XXX-O/00),
parágrafo resolutivo 4.
5. Anexo II.
6. Anexo IV, y el Informe
sobre las actividades realizadas por al Secretaría General en
respuesta a las preocupaciones especiales de seguridad de los
pequeños Estados Insulares, documento CP/CSH-375/01.
7. Anexo IV.
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